Tengo miedo porque ayer estuve en el Palacio de los Deportes y presencié otra derrota del Estu, esta vez contra el Unicaja de Málaga (con arbitraje decantado del lado del rico pero justa).
Tengo miedo porque esa derrota es la cuarta seguida (dos en casa y dos fuera) y la séptima en total de diez partidos jugados.
Tengo miedo porque los foráneos que hemos fichado (no cuento a los formados en las categorías inferiores del club) son mediocres tirando a malos con ganas: Simmons es un pívot blandito que se suponía que era intimidador (por el físico y los tapones) y reboteador (debió serlo sólo la temporada pasada en el equipo griego del que proviene), al que como alejes medio metro del aro tiene un porcentaje de acierto como el mío, y además tiene las manos que parecen de mantequilla (agarra correctamente un balón de cada tres); el dominicano Flores es un escolta que no es anotador (justo lo contrario de lo que necesitamos) y que se presuponía que iba a ayudar en la dirección de juego (debe ser el escolta titular con menos asistencias dadas de toda la liga) y no a chuparse todas las bolas del mundo haciendo entradas a canasta con resultado bastante mediocre y sin tirar de 3 (que es lo que necesitamos para crear más espacios), además de que defiende como lo hacía Loncar en su última temporada en el Estu, con la mirada; Wright (Antonio para la (D)emencia) venía para ser la estrella del equipo y se ha quedado en estrellado, porque en sólo 10 partidos ha conseguido el récord de valoración negativa en un partido de toda la Historia de la liga, unos porcentajes de tiro ridículos, tirarse los primeros 5 partidos sin coger un rebote (jugando 30 minutos por choque), saltarse los sistemas del equipo cuando se inician las remontadas sin conseguir resultados positivos...Un fiasco de fichajes, vamos.
Tengo miedo porque pensaba que contigo en el banquillo gente de la casa como Clark, Driesen o Edu Martínez, tendrían más oportunidades y con su crecimiento como jugadores, el equipo podría dar pasos adelante no sólo este año sino los siguientes también.
Tengo miedo porque estamos "pelaos" de pasta en una época económica jodida jodida, con lo que fichar a alguien que sustituya a los maulas de los que he hablado antes y que nos vaya a salvar la vida es una quimera o un milagro de película.
Tengo miedo porque según pasan las jornadas son cada vez más las voces que oigo que dicen que se va acercando la hora de sacar las camisetas del "Que no bajamos" del baúl de los recuerdos.
Pepu con dos de los fichajes (sin) estrella de este año, Wright y Simmons (falta el dominicano Flores) |
Pero (y esta es la razón de los puntos suspensivos del título del post), querido Pepu, también hay cosas que no me dan miedo, que merecen confianza y que todavía me hacen pensar que la cosa no está perdida del todo.
No tengo miedo porque creo que tenemos algunos buenos jugadores, sobre todo los veteranos (Germán Gabriel y Carlos Jiménez) que tendrían sitio en muchos equipos por cómo están jugando.
No tengo miedo porque he visto que Jayson Granger ha dado un paso adelante y creo que cada año va progresando aunque no vaya a ser un crack mundial, y además le has dado confianza a Jaime, aunque sea un pipiolo, y creo que eso es una buena noticia.
No tengo miedo porque se ha hecho un buen fichaje con la temporada empezada (normalmente el Estu no hace grandes fichajes así, no nos vamos a engañar), Rodrigo De la Fuente, que es un tío comprometido con el club (fue canterano en su momento) y que, al menos en los dos partidos que ha jugado, aporta un montón de cosas que los foráneos no aportaban (defensa, intensidad, circulación de la bola, compromiso, etc.).
No tengo miedo pese a que el próximo rival sea el Madrid de baloncesto, no sería la primera vez que estando como el culo les damos para el pelo, y además se acaban de marchar Rodolfo y Chewbacca de vuelta para la NBA, así que lo mismo vienen despistados y nos aprovechamos para demostrar que somos el primer equipo de Madrid.
No tengo miedo porque sé que detrás del equipo está la mejor afición de España (no digo del Mundo porque nunca se está seguro del todo, jejeje), que es incapaz de permitir que el equipo baje los brazos y que cuando la cosa esté igualada, seguro que mete los puntos que sean necesarios.
No tengo miedo porque seguro que la mala racha se va, como dice la (D)emencia: "derrota tras derrota hasta la victoria final".
Y, finalmente, no tengo miedo porque tengo fe en ti Pepu, porque otros olvidarán pero yo no, porque yo recuerdo haber visto con mis propios ojos la época más gloriosa del club (o de las más gloriosas) contigo como entrenador ganando una Copa del Rey y llegando a una final ACB (con Brewer y Patterson de extrnjeros, ahí es nada) entre otras cosas, o porque fuiste tú el que cogió a esos chavales que prometían mucho y nos hiciste campeón del mundo de baloncesto a todos los españoles.
Tengo miedo, Pepu, pero a la vez no lo tengo, así que te agradecería que me quitaras el miedo a mí y al resto de aficionados estudiantiles lo antes posible, y si es con una victoria el domingo que viene ("Así, así ganamos al Madrid"), mejor que mejor.
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