Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 19 de marzo de 2015

"Mercado de invierno" de Philip Kerr

Hay libros, como los de género cómico/absurdo, que tienden a tener títulos muy largos. Pues bien, a "Mercado de invierno" se le podría añadir "o cómo destruir tu reputación de escritor en menos de 400 páginas", básicamente porque es, sin duda, una novela atroz, lo peor que he leído este año y de lo peor en mucho tiempo. En este post desgranaré con detalle por qué, desvelando momentos de la ¿trama? que pueden ¿estropear? la lectura de este libro a posibles lectores. Por ello, el que tenga todavía deseos de leerlo, puede parar aquí. Si sigues leyendo es porque te he convencido y, aunque ya sabes que el libro es malo pretendes reírte con mi crítica mordaz. Bueno, espero estar a la altura.

Philip Kerr es famoso por su serie de novelas protagonizadas por Bernie Günther, un detective berlinés que desarrolla su actividad antes, durante y después de la II Guerra Mundial, siendo un radical antinazi, profundamente sarcástico y bastante bocachancla, os podéis imaginar la cantidad de líos en los que se mete. Por lo demás es un gran poli, con lo que siempre termina resolviendo los casos. La serie tiene, a día de hoy 10 novelas (la última sólo publicada en inglés), de las que las tres primeras forman la Trilogía Berlín Noir, sin duda las mejores de toda la saga. Del resto, las hay decentes, pero también las hay rematadamente malas, como ya he comentado por aquí cuando las he leído. Fuera de esas novelas, también tiene algunas sueltas (yo he leído un par y me gustaron bastante) y otras orientadas a público juvenil. Se trata de un escritor prolífico (publica más de un libro al año desde hace tiempo) y relativamente reconocido. ¿Por qué ha perpretado este mojón de novela? Por pasta, no lo dudéis, siempre es por pasta.

Como soy seguidor de Kerr, ante la perspectiva de una novela en la que el fútbol (otra de mis pasiones) y la resolución de un crimen se juntaran me parecía atrayente, principalmente porque me fiaba de él a la hora de hacerlo, ya que si no hubiera conocido al autor ni me habría molestado. No sé muy bien por qué, pero no es nada fácil encontrar buenos libros de ficción en los que el fútbol sea protagonista, así que mi desconfianza a priori se compensaba con la confianza previa en el autor. Me equivoqué. Mucho.

La puesta en escena es la siguiente: el protagonista (Scott Manson) es un ex-jugador de la Premier, mulato, nacido en Escocia pero con antecedentes alemanes (sí, pelín exótico), que estuvo en la cárcel año y medio por un crimen que no había cometido (sí, como el Equipo A) y que, tras prepararse con Heynckes y Guardiola como ayudante (casi no es fantasmada, ¿eh?) en la actualidad es segundo entrenador del London City. Ojo, que vienen curvas. El London City es un trasunto mal disimulado del Chelsea actual, básicamente porque el propietario es un oligarca ucraniano (no ruso, pero casi) metido en asuntos turbios y el entrenador jefe es un chulesco portugués (ahí no hay dudas, señala al ínclito ex-valido de Florentino del todo) que va ganándose el odio de muchos allá por donde va. Para disfrazarlo un poco, se inventa el equipo (como fusión de otros), le da una equipación naranja horrible (aunque muy similar a la del Shakhtar Donetsk ucraniano) y le da un pasado de ex-futbolista a Joao Zarco (así se llama el sosias de Mourinho) para que no cante tanto (que sí canta). Si con esto no sabes a quién matan, es que sabes poco de novelas de misterio. A Mour...Digo, a Zarco, obviamente.

Hasta el momento de la muerte del provocador lusitano, al que obviamente no le faltan enemigos, la novela es sólo floja. Se hace mucho énfasis en anécdotas futboleras metidas con calzador, algo que resulta patético e impostado, pero al menos tienes algo de interés en saber qué puede haber pasado para que asesinen a un entrenador de fútbol. Lo de las anécdotas es como aquellos comentarios estadísticos que ponían en los partidos de La Sexta, que al principio te resultan curiosos pero en poco tiempo se vuelven cargantes. Que si el traje es tan feo como aquel del Athletic de Bilbao, que si no hay remontada como aquella del Liverpool, que si patatín y que si patatán. Un despropósito de recurso, principalmente porque el aficionado de verdad, el futbolero serio, apreciaría mucho más un ejemplo enrevesado y bastante más vintage (todas las anécdotas son del 2000 para acá) que los que pone el autor. Y sin embargo eso no es lo peor del libro.

Lo peor del libro son una serie de cosas que en vez de aportan sólo te dejan con cara de "pero qué mierda es ésta", concretamente:
  • Resulta que el prota estuvo en la cárcel por una violación que no había cometido. Bien, esto no tiene por qué ser increíble (Kluivert o aquel del Leeds también estuvieron en fregados parecidos) pero sí todo el desarrollo de la situación, que aparece como trama colateral al caso del asesinato de Zarco. Resulta que el amigo del alma del protagonista (otro sosias indisimulado, en esta ocasión de Paul Gascoigne) se suicida y desvela que un íntimo suyo le había robado el coche a Manson y había perpetrado todo. Luego se alistó en el ejército y ambos dejaron que nuestro pobre Scott pringara un año y medio en la cárcel...Esto es pura bazofia, pero si encima leéis el proceso de cómo se incriminó el fulano cogiendo un cuchillo que no era suyo y que estaba en su coche recién robado...Venga ya, por mucho que se estuviera cepillando a una mujer casada y no quisiera descubrir el pastel, la historia no se sostiene, eso no pasa ni en las TV movies de Telecinco y Antena 3. Todo para que al final la historia con su verdadera esposa y con la otra no fuera a ninguna parte.
  • ¿Por qué Kerr está obsesionado con lo mucho que practican sexo los futbolistas? De hecho, ¿por qué esa obsesión con tratar el sexo? Por ejemplo, Zarco tiene una amante dentro del club (algo que define como habitual). Quizá más ilustrativo sea el siguiente, ya que el prota se harta de dar explicaciones detalladas de cómo "actúa" con su actual novia (una psicóloga más joven que él, tremendamente sexy y demás), cuando se trata de algo que está completamente alejado de la trama. Tanto que de buenas a primeras esa relación que parece mágicamente montada por los tipos que escribían cuentos de hadas, se va al traste porque a Kerr le mola la posibilidad de que Manson se cepille a la inspectora que investiga el caso. Lo hace, obviamente, aunque eso desafíe por completo cualquier atisbo de parecido con la realidad, mientras se lanzan comentarios picantes llegando al final del horr...del libro. Pero ojo, no tiene suficiente con montar semejante disparate, sino que siente la necesidad de meter a un futbolista gay en el equipo en cuestión. Macho, qué coincidencia. Pues sí, una joven promesa de origen alemán, que se lo confiesa al prota y éste le dice que mejor lo esconda...Esto no le sale muy bien porque resulta que en el vestuario le es imposible ocultar una enorme erección... ¿Es que este tío no tiene amigos gays? Les podría haber preguntado por cómo se han comportado toda su vida en vestuarios llenos de hombres, en vez de tirar de sucios tópicos.
  • Aunque quizá lo mejor (es ironía) sea el desenlace de quién es el asesino. Después de ver los asuntos sucios del dueño y los del propio Zarco, queda claro que le podían haber pegado tres tiros cuatro albano-kosovares y nadie se habría extrañado, básicamente porque para ser un entrenador de fútbol estaba de mierda hasta el cuello. Pero no, no es algo tan plausible como esto. Resulta que han sido el yerno y la hija de un matrimonio de jubilados vecinos del entrenador, molestos con el ruido que están haciendo las obras en la casa de Zarco. Como querían una compensación y la que les daba (en dinero negro) no les convencía, pues nada, forcejeo y caída de 3 pisos...Flipante, ¿verdad?
No sé si caeré en la trampa de leer el siguiente libro de esta incipiente pero ya lamentable saga, aunque quizá si lo hiciera sería para destriparlo como en esta ocasión, dado que no tiene pinta de que esto vaya a mejorar.


lunes, 9 de marzo de 2015

Libros Leídos Febrero 2015

El mes de febrero pasó y con él sus lecturas, en este caso escasas. De hecho no recuerdo un mes tan pobre en cuanto a número de libros leídos, cuatro (dos en español, uno en inglés y otro en italiano) novelas de distinto pelaje. Siguiendo la lista de libros leídos durante el año:

11. "Las cuatro torres" de Leandro Pérez. 352 páginas (e-book).

Este es un libro que me pasó un compañero de trabajo, porque me comentó que le había hecho gracia la trama (medio futbolera, relacionada con el Real Madrid y su recalificación de la Ciudad Deportiva que devino en las cuatro torres del título) al desarrollarse en Madrid. Es el típico best-seller, a lo Arturo Pérez-Reverte ("padrino" del autor), un pasapáginas entretenidillo con un protagonista curioso (un ex-mercenario) que investiga la muerte de un antiguo compañero y amigo. Pasable.


12. "Lamb, the Gospel according to Biff, Christ's childhood pal" de Christopher Moore. 444 páginas (e-book).

Curiosamente, este libro también me lo pasó una compañera de trabajo, recomendándomelo porque se había reído mucho. Se trata de una visión cómica de la vida de Jesús, sobre todo centrada en la parte de la que no hablan los Evangelios en la Biblia, contada por un supuesto mejor amigo que creció con él. No sé si es porque lo he leído en versión original (inglés) o porque genuinamente es gracioso, pero el caso es que me he reído bastante (no es fácil que lo haga con un libro) y me ha parecido francamente divertido, siendo políticamente incorrecto pero sin caer en el mal gusto, lo que se agradece mucho. No te cambia la vida, pero seguramente sí te la alegra.


13. "Pista nera" de Antonio Manzini. 288 páginas (e-book).

Había leído una entrevista a este autor con motivo de la salida a la venta de este mismo libro (pero en la edición española, no la original italiana que es la que he leído) y, cuando había comenzado a leerlo, además me pasó mi padre un artículo de Enric González sobre novela negra europea preguntándome si había leído a todos los que comentaba (la respuesta era sí exceptuando a éste y a otro que ya he apuntado), me encantan estas casualidades. El caso es que se trata de una novela negra, como ya he dicho, que se adapta bastante a la idea que tengo yo sobre ellas (distingo entre negra y policíaca) porque, pese a que la trama se apoya sobre el asesinato de un hombre en pleno Valle de Aosta, es el personaje principal (Rocco Schiavone, un romano romanísimo expatriado laboralmente de Roma por motivos oscuros, con mal carácter y relacionado con chanchullos) quien sostiene la historia. Me ha gustado, sobre todo porque este personaje, Rocco, se aleja de los Montalbano y Jaritos, al tener un perfil menos limpio y, por tanto, más original. Entretenida.


14. "Los corredores del tiempo" de Poul Anderson. 221 páginas (e-book).

Hace poco en Jot Down publicaron un artículo sobre las mejores novelas de ciencia-ficción en las que los viajes en el tiempo fueran centrales en la trama de las historias. Una de ellas era ésta, "Los corredores del tiempo". Ya había leído algún otro libro de Anderson y recordaba que tocaba algo de mitología nórdica, pero poco más. En este caso, el protagonista, Malcolm Lockridge, es reclutado por una enigmática mujer y se ve metido sin ser muy consciente en una lucha entre bandos del futuro que utilizan conductos para viajar en el tiempo (los corredores del título, que se parecen bastante a las puertas que se usan en la reciente serie española "El Ministerio del Tiempo") y afianzar sus posturas para situar a los suyos en las distintas civilizaciones del pasado. De este modo, Malcolm viaja al pasado y al futuro siendo usado como instrumento de los Guardianes en contra de los Batidores, hasta que decide desmarcarse de ellos. La verdad es que pensaba que los viajes en el tiempo serían más protagonistas y eso me ha decepcionado un poco, aunque hay que destacar que la trama es curiosa y se sostiene muy bien, lo que compensa con creces lo otro. Me ha gustado y lo recomendaría sin duda.