Como se puede ver en la portada, el título completo contiene la coletilla "Gli amici, i nemici, la mafia, il mondo nei pizzini di Bernardo Provenzano" ("Los amigos, los enemigos, la mafia, el mundo en los pizzini de Bernardo Provenzano"). Básicamente ese es el contenido del libro, con el uso de los pizzini (palabra de origen incierto con la que se denominan los mensajes de papel en los que se basaba la comunicación de los mafiosos) como base, se trata de un análisis de la figura del jefe de la Cosa Nostra siciliana Bernardo Provenzano, aunque con un matiz, está escrito de una manera muy curiosa, como si fuera una especie de diccionario.
Dos imágenes de Bernardo Provenzano, cuando daba sus primeros pasos como asesino y tras ser capturado en 2006 |
Para cualquier persona al que el fenómeno de la Mafia le pueda atraer, el libro cuenta bastantes situaciones y anécdotas no sólo sobre Provenzano, sino sobre el mundo mafioso en general. De hecho casi podría afirmarse que Provenzano es la excusa (casi podría considerarse un McGuffin como diría Hitchcock) para poner el foco en la vida mafiosa, llena de códigos y costumbres no negociables. De este modo, Camilleri consigue que el lector se dé cuenta de la enorme hipocresía de la Mafia (conservadores y muy religiosos por un lado, asesinos implacables por el otro) o de que el sostén que tiene la Mafia entre la gente se debe a la sensación de injusticia histórica que se ha vivido en Sicilia desde tiempo inmemorial. Aún así, la obra también permite acercarse a la figura de Provenzano, un pueblerino semianalfabeto que termina llegando a líder mafioso, contando cómo ha sido su carrera desde que empezó como pistolero en los 50, llegando al poder de la Cosa Nostra de la mano de Totó Riina en los 80, asumiendo el liderazgo absoluto en 1993 tras la detención de éste, hasta que, finalmente, se llega a su captura en 2006.
Andrea Camilleri |
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