"Hoy un fulano me ha contado una historieta de lo más curiosa. El tipo en cuestión, que tenía una apariencia de los más normal (de complexión media, cercano al metro ochenta de estatura, pelo negro, ojos marrones y barba de pocos días) ha venido a buscarme al trabajo, solicitando reunirse conmigo sin cita previa (aunque habitualemente tampoco es que reciba a mucha gente) y, dada la insistencia que mostraba, me he avenido a escuchar lo que tenía que decirme. Resulta que el tío me dice que viene del futuro, en concreto del año 2034 (tooooma ya), en el que ya se puede viajar en el tiempo, aunque con evidentes restricciones (menos mal...). Me he quedado tan estupefacto que no sabía ni qué decir, así que ha seguido hablando, diciéndome nosequé del resultado de un partido de fútbol de hace unos días, que ahora no sabía qué hacer y que yo era la única persona que podía ayudarle. Ahí es cuando he pensado que era una cámara oculta. Lógicamente le he preguntado sobre la razón por la cual yo era el único que podía echarle una mano y me ha dicho que en el futuro nos conoceríamos y que la única persona que conoce y en la que puede confiar del presente en el que nos encontramos era yo. Aunque parezca increíble no era ninguna cámara oculta, ni una broma pesada de algún conocido y lo más raro es que el tipo en sí, no parecía enajenado de ninguna manera y estaba convencido de que lo me estaba diciendo era la mayor de las verdades. Quizá lo que me ha resultado más curioso ha sido que el fulano en sí me sonaba un montón, como si lo conociera de algo o me recordara a alguien. No le he prometido nada pero he quedado en que nos volveríamos a ver pronto, no sé por qué pero me pica la curiosidad por saber más sobre sus historias."
"Desde que empezó el programa de viajes en el tiempo, dadas las circunstancias que sufre nuestra sociedad en la actualidad, supe que esa era la única manera que tendría de labrarme un futuro...Aunque fuera en el pasado. En las primeras fases de prueba, al ser experimental, aceptaban a cualquiera que se presentara voluntario, así que no me resultó nada complicado entrar a participar en lo que poco tiempo antes parecía reservado sólo a historias de ciencia ficción. Dada la singularidad de las pruebas experimentales, los científicos que las dirigían nos explicaban a los voluntarios el funcionamiento de la máquina en cuestión con detalles muy precisos sobre las consecuencias de hacer o no hacer determinadas cosas, con lo que al cabo de unos meses cualquiera de nosotros era capaz de hacer funcionar el aparato por sí solo. Y eso fue lo que hice. Mi plan consistía en que, una vez fuera capaz de viajar en el tiempo de manera autónoma y sin dejar trazas (bastaba con marcar un autoreseteo del aparato 5 minutos después de ser usado además de no activar el localizador que nos implantaban al comenzar las pruebas), viajaría a finales del siglo XX, una época muy cercana a la mía (lo que me permitiría una adaptación más fácil) y en la que me resultaría muy sencillo enriquecerme rápidamente. De hecho ese era el plan principal, y para eso había reunido una cantidad decente de dinero de aquella época que me permitiera apostar en las casas de apuestas a un partido que todavía se recuerda en mi tiempo, la final de la Champions League de 1999 entre el Bayern de Münich y el Manchester United que ganó este último con dos goles en el descuento cuando el partido parecía acabado. Lo único que tenía que hacer era poner todo el dinero unos momentos antes de que se acercara ese momento y...Zas, rico al instante. Pero no fue así. No me hice rico pero descubrí algo que los científicos de mi tiempo no habían descubierto. Resulta que al inventar la máquina del tiempo no contaron con la posibilidad de que, además de ir a la época que se quisiera, podrías caer en una realidad alternativa que no fuera la tuya propia, y eso fue lo que me pasó a mí. Caí en un pasado en el que el Bayern fue campeón y lo perdí todo. Entonces lo único que se me ocurrió fue recurrir a la única persona que sería 100% fiable fuera cual fuera la realidad en la que me encontrara, mi padre. Creo que al principio pensó que estaba loco pero me dio la sensación de que poco a poco empezaba a escucharme y hemos vuelto a quedar dentro de unos días. Es curioso, pero no sé qué deparará el futuro."
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