Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener
domingo, 4 de marzo de 2012
"Cálida trinchera" de Celtas Cortos
Ayer iba camino de jugar el partido de los sábados con mis amigos, que por cierto acabó con un resultado más que bochornoso (fuimos 4 a un partido de fútbol sala), cuando saltó en el aleatorio de canciones del móvil la que comento hoy por aquí, "Cálida trinchera" del grupo vallisoletano (o pucelano, como se prefiera) Celtas Cortos.
Soy bastante aficionado a este grupo desde mediados de los noventa (cuando yo era un chavalín), en la época en la que estaban en el pico de éxito, y sus canciones eran números uno continuamente. Por eso, a la hora de poner por primera vez en el blog una canción de los Celtas seguro que alguno se preguntará la razón de elegir esta canción en vez de otras mucho más famosas como "20 de abril", "Cuéntame un cuento", "La senda del tiempo", "Tranquilo majete", "Haz turismo", etc.
La razón es bien sencilla, pese a que me gustan muchas de las canciones de Celtas Cortos (incluidas todas las anteriores) de alguna manera siempre he sentido esta canción como la que era más mía, la que me llegaba más, aquella con la que me he sentido más identificado. Supongo que es porque estoy muy de acuerdo en que "acurrucados el mundo es diferente". Como siempre pongo un vídeo (en este caso, al no ser una de los singles no hay videoclip) y a continuación la letra de la canción.
Otra vez,
la lluvia me acompaña en casa
un café y un cigarrito pa estar bien
y tú estás aún dormida en la cama y bien.
Voy a ver quién pasa en la ventana.
Escribir, tengo que escribir a mi hermana
y comprar azúcar que se acabó ayer y pasear
al perro en la mañana, pero no.
Creo que me volveré a la cama.
Y acurrucados el mundo es diferente
calor humano y hambre que compartir
y adormecidos y amontonados
de esta trinchera no quiero salir.
Está bien. Ordenaré mi mesa pronto.
Sí, mujer, no te preocupes que lo haré.
Por favor, llama a Nacho Castro y dile que
ahora voy a ensayar en la moto.
Te he dejao una nota con los recaos.
Por favor, no olvides recogerme a y diez.
Yo también te quiero, dame un beso que me voy.
Cuídate, nos vemos en la tarde.
Y acurrucados el mundo es diferente
calor humano y hambre que compartir
y adormecidos y amontonados
de esta trinchera no quiero salir.
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