Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 15 de julio de 2021

Una dulce condena... Rísquez, 40 años y un día

Ayer fue mi cumpleaños y celebré números redondos: 40 castañas. No lo he analizado con perspectiva, no sé si porque no veo excesiva singularidad en cambiar el dígito o porque ya llevo tiempo con la idea en la cabeza de que quizás esté rondando la mitad de este camino que es la vida. El caso es que no me siento tan joven como lo hacía hace no tantos años, ni tan viejo como veo a gente unos años mayor. Es algo raro.

Fue un día medio normal y medio especial, fui a trabajar pero comí con mi familia (incluida mi encantadora sobrinita), la tarde me la tomé jugando a la consola (nada que me reclamara del trabajo) y luego me fui a esgrima. Terminé el día con V., cenando en un sitio molón y recibiendo una preciosidad de homenaje por la edad que cumplía, incluyendo regalos muy muy chulos. Me gustó cómo fue, sin grandes fastos pero con detalles especiales. 


 

El caso es que es la primera vez desde que tengo el blog que no escribo algo para mi cumple antes de que se produzca, y cuando me he querido dar cuenta ya era el día siguiente. Y me digo, 40 años y un día, coño, suena como a condena. Pero claro, de ser una condena, será una buena, una dulce condena... Como la canción de Los Rodríguez. Así que ahí va un clásico del pop-rock en español escrita por dos genios como Andrés Calamaro y Ariel Rot. Como siempre, vídeos y luego letra. Feliz cumpleaños... Para mí.




Cada vez que toco un poco fondo
Cada vez que el tiempo vuela
Un recuerdo más que pasajero
Otra ilusión que llega
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol
Cada sensación o sentir vulgar
Una sola cosa, un solo lugar
Un recuerdo más que pasajero
Será como empezar otra vez de cero
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol
No importa el problema
No importa la solución
Me quedo con lo poco que queda
Entero en el corazón
Me gustan los problemas
No existe otra explicación
Esta sí es una dulce condena, ah-ah
Cada vez que toco un poco fondo
Cada vez que el tiempo vuela
Un recuerdo más que pasajero
Otra ilusión que llega
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol
No importa el problema
No importa la solución
Me quedo con lo poco que queda
Entero en el corazón
Me gustan los problemas
No existe otra explicación
Esta sí es una dulce condena
Una dulce rendición, uh-uh, uh
Cada sensación o sentir vulgar
Una sola cosa, un sólo lugar
Un recuerdo más que pasajero
Será como empezar otra vez de cero
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol
No importa el problema
No importa la solución
Me quedo con lo poco que queda
Entero en el corazón
Me gustan los problemas
No existe otra explicación
Esta sí es una dulce condena
Una dulce rendición, uh-uh-uh-uh-uh
Me quedo con lo poco que queda
Entero en el corazón, uh, uh, uh
Me quedo con lo poco que queda
Entero en el corazón

lunes, 12 de julio de 2021

Final de la Eurocopa: It's coming... Rome

Llegó el fin de fiesta de la Eurocopa y lo hizo con los dos mejores equipos del torneo, ambos invictos (5-1-0 para Italia y 4-2-0 para Inglaterra) pero con una trayectoria dispar en cuanto a los rivales enfrentados (Inglaterra sólo ha jugado contra una selección de primer nivel en horas bajas como Alemania, mientras que Italia venía de eliminar a Bélgica y a España). La final se disputaba en Wembley, como las semifinales y todos los partidos de Inglaterra quitando el de Cuartos de final, y todo parecía predestinado para que la tonadilla de la canción de la Eurocopa de 1996 (It's coming home) se volviera realidad. Pero no, en realidad, It's coming... Rome (valga el juego de palabras).

El partido empezó con gol inglés, algo que volvió loco a los 60.000 espectadores (muchos ya venían algo tocados de la previa, no hay nada más que ver algunos vídeos) y dejó estupefactos a los jugadores italianos. No sé cuál sería el plan de Italia a la hora de afrontar el partido, pero estaba claro que a partir del gol de Luke Shaw sólo había un camino:buscar sin miedo el área rival. Sin embargo, por la inercia del gol y, probablemente, por el plan táctico de Southgate, los ingleses dominaron unos minutos más y acumularon tres o cuatro llegadas de cierto peligro, todas ellas con un mismo patrón: Kane haciendo de falso nueve como Olmo en Semifinales, recibiendo cerca del campo y abriendo a la banda (preferiblemente la cubierta por Emerson) y buscando el hueco abierto por la salida de los centrales a cubrir a Kane. Obviamente no era un plan tan dominador como el de España, ya que Inglaterra salió con tres centrales y dos carrileros, pero se veía cierta idea de cómo buscar la debilidad de la defensa italiana. Pero esto duró hasta el minuto 25 o 30. Ahí se acabó Inglaterra.

Mientras los ingleses iban poco a poco yéndose hacia el fondo de su cueva, los italianos dominaban cada vez más el partido a través de la posesión del balón, comandados por Jorginho (probablemente el jugador de la Eurocopa) y Verratti, y la profundidad de sus atacantes, principalmente Chiesa, un auténtico estilete ofensivo. La sensación al descanso era que Inglaterra ganaba pero que se acercaba el empate. Al inicio de la segunda parte esa sensación se fue convirtiendo poco a poco en certeza, primero con un tiro de Chiesa que sacó Pickford con una buena mano, y después con el embarullado gol de Bonucci. El partido empezaba de nuevo.

A partir del empate, Italia bajó sus revoluciones y, aunque siguió mandando, dejó pasar los minutos que quedaban hasta llegar a la prórroga. Que de los quince partidos de eliminatorias ocho de ellos hayan tenido prórroga (y cuatro, penaltis) te habla de la igualdad de esta Eurocopa, quizás por eso la final no podía ser menos. En el tiempo suplementario las cosas se igualaron un poco más, los acercamientos fueron menos peligrosos, y los cambios hicieron que Italia perdiera algo de peligro (sobre todo con la salida de Chiesa lesionado y la posterior de Insigne), mientras que Inglaterra sólo había sacado a Saka por Trippier como cambio más ofensivo (tras el gol italiano), haciendo dos sustituciones más de refresco sin cambiar la posición. Eso sí, de los cambios de los que se habla ahora es de los que hizo Southgate en el minuto 119 para que tiraran los penaltis. Rashford y Sancho salieron exclusivamente para los lanzamientos, y ambos los fallaron. Entiendo que el seleccionador inglés pensó que ellos serían más efectivos que Henderson y Kyle Walker, pero es que la garantía en los penaltis no existe.

Lo que sí parece existir es la ventaja en el lanzamiento de penaltis si comienzas tirando en la tanda. En esta Eurocopa ganaron la tanda todos los equipos que comenzaron tirando (Suiza a Francia, España a Suiza, Italia a España, Italia a Inglaterra). No sé si será un tema psicológico, pero está claro que no es algo que funcione al 50%. El que comienza tirando gana más veces de las que pierde. Y Chiellini volvió a ganar el saque, como contra España. Marcó Berardi, empató Kane. Falló Belotti (que respiró como Djukic, señal inequívoca de fracaso) con parada de Pickford y marcó Maguire (que demostró tener algo más que una enorme cabeza). Marcó Bonucci el empate, entonces Rashford hizo todo un teatrillo para engañar a Donnarumma... Y la tiró al palo. Marcó Bernardeschi y comenzó el show de Donnarumma atajando el tiro de Sancho. Si marcaba Jorginho, como contra España, Italia era campeona. Y atajó muy bien Pickford. Todo quedaba en los pies de Saka, el chaval de 19 años del Arsenal. Si marcaba seguía la tanda y si no... Tiró con poca confianza, igual de mal que su compañero Sancho en el anterior, y Donnarumma paró el tiro de forma similar. Italia campeona de la Eurocopa. Resultado merecido, pues propuso más ante una cicatera Inglaterra, y demostró sobreponerse con carácter ante un gol en contra muy pronto.

Termina la mejor competición de selecciones que recuerdo, con grandes equipos, muy buenos jugadores, mucho nivel futbolístico y muchísima igualdad. Con esto del Covid no tendremos que esperar mucho a la siguiente, en Qatar, ya que será entre noviembre y diciembre de 2022. Ojalá tengamos un campeonato tan apasionante como éste.



jueves, 8 de julio de 2021

Semifinales de la Eurocopa: se acabó el sueño de España... Por ahora

Se cumplieron los pronósticos y las favoritas pasaron a la final. El domingo en Wembley tendremos un partidazo entre Italia e Inglaterra, tras eliminar en semifinales con muchos apuros en ambos casos a España y Dinamarca. Los italianos nos echaron en los penaltis y un más que dudoso penalti (apenas hay contacto) en la prórroga permitió que Kane, tras el rechace de su propio fallo, pusiera en ventaja a Inglaterra. Ha sido una gran Eurocopa y se espera un gran partido final.

Italia venía de ganar todos los partidos que había jugado (uno en la prórroga, contra Austria) dominando al rival y controlando el balón. Contra España su plan se truncó completamente. La presión alta de la selección provocaba numerosos errores en la salida del balón de los azzurri y nuestros centrocampistas (Busquets, Koke y un Pedri colosal) dominaron completamente el partido. Luis Enrique dejó a Morata en el banquillo para apostar por Olmo como falso nueve y con extremos a pierna cambiada (Ferrán Torres en la izquierda y Oyarzábal en la derecha) para que buscaran irse al centro en vez de colgar balones. El plan no pudo salirle mejor. El partido de Olmo, quitando su carencia de gol, fue espléndido. Sus movimientos para recibir en el centro del campo obligaban a los centrales italianos (Bonucci y Chiellini, nada menos) a salir de su zona de confort, dejando hueco para que bien los extremos o bien los medios entraran por ahí. España dominó completamente el partido en la primera parte y pudo marcar en una acción clara de Olmo que paró Donnarumma de manera eficaz. Los italianos, al ver que no eran capaces de controlar el partido con el balón, tiraron de su estrategia más clásica: defendemos todos y a esperar que llegue una. Y llegó.

La segunda parte había sido un calco de la primera, con España dominando e Italia agazapada atrás, hasta que en torno al minuto 60, un contraataque llevado por Berardi en primera instancia dejó un rebote al borde del área para Chiesa que tuvo claro lo que hacer: colocó el cuerpo hacia la portería, se hizo espacio para tirar y la puso lejos del alcance de Unai Simón. Una llegada y un golazo. La Italia de siempre. España trató de responder rápido pero el resultado fue infructuoso, los minutos comenzaron a pasar y la sensación de que el partido se escapaba aumentaba. Cuando el partido se encaminaba hacia la recta final, en el minuto 80, una jugada excepcional de Morata (que había salido pocos minutos antes) arrancando desde tres cuartos de cancha, obligando a Chiellini a salir y apoyándose con una pared en Dani Olmo, le dejó delante de Donnarumma y definió con clase. El partido estaba 1-1 y la sensación era que Italia estaba KO. Pero eso no suele pasar. Se llegó a la prórroga, la primera para Italia en el campeonato y la tercera consecutiva para España.

La prórroga fue un calco del partido jugado hasta ese momento, dominio español y espera italiana, con algún acercamiento peligroso de los nuestros que no se concretaba. Así pasó la primera parte de la prórroga y en la segunda igual, hasta que Busquets se fue al banquillo exhausto. Ahí se acabó la profundidad de España, con un Thiago especialmente fallón en sus pases y con falta de llegada a los metros finales. Era hora, de nuevo, de dilucidar quién pasaba a la final en los penaltis. En el sorteo de campo y quién tira primero, Chiellini le debió hacer el lío a Jordi Alba, porque los italianos comenzaban tirando (estadísticamente el que tira primero gana en un 60% de las ocasiones). Tira Locatelli y Unai Simón agranda su leyenda, pero Dani Olmo la manda a la grada. Probablemente el partido estuviera en ese penalti. Nunca lo sabremos. Italia marcó sin problemas el segundo, tercero y cuarto, con Gerard Moreno y Thiago haciendo lo propio. Morata tiró el cuarto y lo falló. No creo que hubiera mucha gente que confiara en que Morata lo fuera a meter, la verdad sea dicha. Entiendo que los valientes los falla quien los tira, pero el seleccionador debió elegir a otro. Donnarumma adivinó un flojo tiro del delantero de la Juve y Jorginho sentenció el pase con un penalti impecable. Merecimos más, pero enfrente había una selección seria, y la imprecisión en estos casos se paga con dureza. 

La sensación que deja el torneo de España es muy positiva, principalmente por dos motivos: haber llegado a semifinales (9 años desde la última ocasión en un gran torneo) y el juego al ataque de los nuestros. Si se analiza fríamente, podemos ver que en 90 minutos hemos ganado un partido y empatado cinco, algo que se puede ver de dos formas: nos cuesta mucho ganar, pero cuesta mucho que nos ganen. La apuesta de Luis Enrique está clara, con su 1-4-3-3 con extremos y dominio absoluto del balón, algo estéticamente irreprochable y que conecta rápidamente con el espectador. Sin embargo, la bisoñez de nuestros centrales (ahí sí se notó la ausencia de Ramos) y la carencia de un goleador, hace que el dominio aplastante del centro del campo no se vea reflejado en las áreas, donde los fallos se pagan caro. Con todo, pese a las dudas iniciales (las mías las primeras) sobre la lista de Luis Enrique se han visto despejadas según pasaban los partidos. Su apuesta por Pedri se ha consolidado, haciéndose mejor según pasaban los minutos, siendo uno de los jugadores revelación del campeonato. Se ven problemas en el sustituto de Busquets, y en lo ya comentado de los centrales y delantero, pero el resto del equipo es joven y tiene margen de mejora. Esperemos que esta fantástica experiencia competitiva les sirva para los próximos eventos (sobre todo el Mundial del año que viene en Qatar), y que Luis Enrique nos vuelva a cerrar la boca a los críticos, tras este campeonato se ha ganado mi confianza aunque me siga pareciendo un personaje antipático (algo irrelevante si ganamos, obviamente).

En la otra semifinal el pronóstico era claro, Inglaterra jugaba en casa contra Dinamarca y prácticamente se daba por descontado que estarían en la final desde que eliminaron a Alemania. Y así ha sido. Sin embargo, los daneses se adelantaron con un excepcional chut de Damsgaard que Pickford (un portero bastante nervioso y fallón) no pudo atajar. La alegría danesa no duró mucho porque los ingleses llegaron dos veces seguidas y en la segunda Kjaer metió el balón en su propia portería tratando de despejar un pase de Saka. Con 1-1 se llegó al descanso, y el resto del partido fue un monólogo inglés. Los daneses atrás, esperaban encontrar un gol mágico que les permitiera volver a la final como en 1992, pero la alegría de su juego vista en las rondas anteriores no se vio ayer, y pasaron toda la segunda parte y la prórroga encerrados y achicando agua ante las acometidas inglesas. Los ingleses no juegan vistoso, tienen una defensa rocosa y un medio del campo pétreo, pero tienen un delantero centro excepcional (marca y asiste) y unos extremos punzantes y con gol (Sterling a la cabeza), así que ganarles es muy complicado, a menos que les domines. Dinamarca no lo hizo y lo pagó de la manera más cruel, con un penalti más que dudoso (para mí no es) que, aunque fue atajado en primera instancia por Schmeichel, mandó Kane a la red. Ahí se acabó el partido, aunque faltaran todavía minutos para el 120.

Sólo queda ya la final del domingo, esperemos ver un gran partido y, al menos desde mi posición, que gane Italia.

martes, 6 de julio de 2021

Cuartos de final de la Eurocopa: España sueña y se cumplen los pronósticos

Costó mucho, se sufrió mucho y se pasó por los pelos, pero se pasó. La España de Luis Enrique está en semifinales tras empatar en el tiempo reglamentario con Suiza, hacer lo propio tras la prórroga y ganar agónicamente en los penaltis con Unai Simón de héroe absoluto. En las otras eliminatorias se cumplieron los pronósticos: Italia demostró por qué era favorita ante una Bélgica menor, Dinamarca mostró por qué es la revelación del campeonato, e Inglaterra mostró su más que firme candidatura al título barriendo a una débil Ucrania.

España se encontró con un marcador a favor casi al comenzar el encuentro y con una jugada en la que le sonrió la fortuna, ya que Zakaria despejó hacia dentro un tiro de Jordi Alba a la salida de un córner. La primera parte se pasó sin apenas sobresaltos, con la selección controlando el partido y los suizos saliendo esporádicamente. Antes de que se cumplieran los primeros quince minutos de la segunda parte, compensando la fortuna del gol inicial, un rebote entre los dos centrales (Laporte y Pau Torres) dejó el balón franco a Freuler para que éste le pasara el balón a Shaquiri, que no perdonó a puerta casi vacía. Partido nuevo.

El mismo Freuler fue protagonista de la jugada que terminaría de definir el partido para los suizos, una fea entrada sobre Gerard Moreno significó la roja directa y a partir de ese momento el ataque helvético desapareció. España se volcó sobre la meta de Sommer y éste respondió con un par de grandes paradas y mostrando seriedad en cada acercamiento español. Los cambios de Luis Enrique, alguno obligado como el de quitar a Sarabia, no surtieron el efecto deseado. Morata abandonó el campo quizás demasiado pronto, Gerard Moreno estuvo fallón, como Olmo, y lo de quitar a Pedri para sacar a Rodri a tirar un penalti no fue muy astuto (lo falló). Todas las buenas decisiones de los dos partidos previos se quedaron a mitad de camino en éste. Sólo quedaban los penaltis.

Y en los once metros España encontró su catarsis. Como paradigma del devenir de la selección en el campeonato, España comenzó tirando y fallando (Busquets al palo) y Suiza se puso 0-1 con Gavranovic. Dani Olmo marcó el empate con un buen lanzamiento, y Unai Simón comenzó a escribir su leyenda con una gran parada a Schar, 1-1 y respiramos. Pero el aliento dura poco, lo que tarda Sommer en atajar el flojo tiro de Rodri, y se vuelve a recuperar cuando Unai se agiganta un poco más y para el horrible tiro de Akanji, seguimos 1-1. Tira Gerard Moreno y se resarce del fallo ante Polonia, y Simón hace de Grobbelaar para que Vargas falle, 2-1. Si mete Oyarzábal estamos dentro. Y el guipuzcoano hace honor a su fama de lanzador contrastado engañando a Sommer para el 3-1. España está en semis.

En el siguiente partido Italia ganó con cierta solvencia a una Bélgica que ha venido con lo justo a esta Eurocopa. La falta de Hazard (reflejo de sus dos temporadas en el Madrid) y la presencia renqueante de De Bruyne se ha notado en un grupo en el que sólo Lukaku ha demostrado estar al nivel de luchar por el título. Los italianos jugaron mejor y merecieron irse al descanso 2-0 (con dos grandes goles de Barella e Insigne) pero un más que discutible penalti le dio aliento a Bélgica. En la segunda parte los italianos tiraron de oficio y, exceptuando algún acercamiento peligroso, no vieron cerca el empate. La mala noticia para los transalpinos fue la grave lesión de Spinazzola, el jugador revelación del torneo, que no estará hoy contra España.

Dinamarca ganó con algún apuro al final un partido que fue ganando desde el inicio. Los daneses se han repuesto al ataque al corazón de su jugador estrella y a perder los dos primeros partidos, rompiendo a ganar desde entonces tres partidos de forma clara. Juegan bien (lo hicieron en las dos derrotas iniciales), dominan los partidos y tienen facilidad para meter goles. No son la perita en dulce que creen los ingleses que se van a encontrar.

Y es que los ingleses barrieron a Ucrania en el partido más desigual de los Cuartos de final. Como espectador in situ puedo afirmar que Inglaterra tiene la afición más ruidosa y con más ambiente de las que quedan, y probablemente el equipo más serio atrás de los semifinalistas. No ha recibido un gol en cinco partidos y sólo contra Escocia se quedó sin marcar. Kane ha recuperado su olfato goleador y la defensa es tan buena que no se nota que tienen un portero mediocre. Pickford parecía el otro día el único que quería que los ucranianos marcaran.

Los medios dan por hecha una final Italia-Inglaterra en Wembley, veremos. Es cierto que las trayectorias de esos dos equipos (5-0-0 y 4-1-0 en victorias, empates y derrotas hasta el momento) son impecables, pero se enfrentan a equipos que les pueden buscar las cosquillas: España porque es un reflejo de Italia, con su 1-4-3-3 con extremos y la obsesión por dominar y crear oportunidades de gol, y Dinamarca porque su estilo es el de dominar y llegar, con un poderío físico que puede sorprender a los ingleses.



viernes, 2 de julio de 2021

Libros Leídos Junio 2021

Junio acabó y es hora de hacer un paréntesis en los análisis futboleros de la Eurocopa para hacer reseña de lo leído en el sexto mes del año. Han sido cuatro libros (dos en italiano, uno en inglés y otro en español), de los cuales dos fueron cómics y los otros dos novelas. Siguiendo con la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:

22. "Revancha" de Kiko Amat. 328 páginas.

No sé si el título de esta novela es el mejor posible, pero si no lo es al menos está muy cerca. La palabra revancha evoca muchas cosas y algunas de ellas enlazan perfectamente con la historia de los dos personajes principales de este libro. Ambos son hombres con un pasado turbio y un presente no mucho más claro, ambos tienen una rabia dentro, un fuego que sólo son capaces de aplacar usando la más sádica de las violencias. Amador es un ultra del Barça que vive a base de trapicheos y vive su homosexualidad en el armario. César es un exjugador de rugby que hace encargos tan sutiles como dar palizas a objetivos que le pasa un turbio superior. Dos personajes muy distintos y, sin embargo, con dos cosas que los hacen muy parecidos: una infancia y adolescencia más que complicadas que los han convertido en lo que son, dos tipos que buscan la revancha. Muy buena novela y escrita de manera muy original, sobre todo cuando sale Amador, con palabras inventadas (muza, gleba, nursa, nodos...) que recuerdan a los libros de Irvine Welsh y su rollo arrabalero.

 

23. "Pagine Nomadi" de Igort. 176 páginas.

En "Pagine Nomadi", Igort hace un ejercicio de "making of" de sus obras "Cuadernos rusos" y "Cuadernos ucranianos", contando al lector cómo fue su trabajo de campo para la realización de los mismos. Igort comparte sus diarios, notas, historias no publicadas, reflexiones en entrevistas, y demás documentación en este libro que sirve como de contenido extra de los dos cómics antes citados. Pero no va más allá, no hay historia ni trasfondo, sólo la curiosidad por saber de dónde surgen las historias que el autor italiano contó tras su periplo exsoviético, lo que hace que el libro a ratos sea profundamente tedioso. Sólo lo salvan los pedazos de historias de cómic no publicadas, pero no merece la pena.

 

24. "Era di maggio" de Antonio Manzini. 400 páginas (e-book).

La cuarta entrega de la serie de novela negra protagonizada por Rocco Schiavone, el vicequestore romano destinado en el Valle de Aosta (como poner a un madrileño en los Pirineos) es la más floja de las que he leído. La trama se subdivide en dos: por un lado investiga quién mató a su amiga Alice (final de la tercera novela) y por el otro lado la muerte en la cárcel de un criminal. Ni una ni la otra resultan suficientemente atrayentes, y la historia sólo la sostiene el carisma de su personaje protagonista, un policía con métodos que bordean la legalidad.


25. "Two Brothers" de Fábio Moon y Gabriel Bá. 232 páginas (tablet).

Basándose en la novela de Milton Hatoum del mismo nombre, los gemelos brasileños Fabio Moon y Gabriel Bá plasman en forma de novela gráfica la historia de (casualidades de la vida) los gemelos Omar y Yaqub, enfrentados radicalmente desde pequeños, y cómo este enfrentamiento afecta a la vida de todos sus familiares y allegados, principalmente al hijo de la criada, que ejerce de narrador del relato. Ambientada en Manaus, esta saga familiar tiene reminiscencias de otras historias similares como "Cien años de soledad" o "La casa de los espíritus", y funciona muy bien, con un ritmo que engancha al lector, que va desenrollando la historia y descubriendo poco a poco las pequeñas piezas que conforman el puzle de la obra. Muy buen cómic.