Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

lunes, 29 de agosto de 2011

The Hour

En el post que dediqué a The Shadow Line ya comenté lo mucho que me gustaban las series inglesas actuales. De hecho, sigo (o seguí hasta que terminaron) varias de ellas (de géneros muy diferentes) como por ejemplo The IT Crowd (aquí creo que la llamaron Los informáticos), The Inbetweeners (de ésta han sacado una peli no hace mucho, aunque todavía no la he visto), Misfits (ya escribiré sobre ésta cuando vuelva la tercera temporada), Sherlock (impecable revisión del clásico de Conan Doyle adaptado a nuestros días) o Luther (que ya la nombré el otro día). En general, todas estas series inglesas suelen tener en común 3 cosas:
  1. Están hechas con cuatro duros.
  2. Aunque alguna pueda parecer cutre (quizá la que más The Inbetweeners, una de adolescentes salidos y perdedores pero con gracia, lo que no pueden decir muchas supuestas comedias españolas) siempre están bien escritas y tienen buenos guiones.
  3. Sus actores y actrices son simplemente fantásticos, no dan la vergüenza ajena que muchos de aquí.
Pues bien, en The Hour, como nos encontramos con una historia situada en 1956, se cumplen a rajatabla la 2ª y la 3ª, pero no la 1ª porque aunque sólo sea en ambientación ya se han gastado alguna libra de más con respecto a lo que gastan normalmente.

Cartel promocional de "The Hour"

En The Hour, como sucedía en The Shadow Line, pese a tratarse de una serie coral con bastantes personajes, todo gira en torno a tres protagonistas, periodistas todos ellos. El primero de ellos es Freddie Lyon (Ben Whishaw, que protagonizó la película El perfume), un periodista sabelotodo de esos a los que nada para cuando se encuentran tras una gran noticia. En segundo lugar tenemos a su fiel compañera y amiga Bel Rowley (Romola Garai), una mujer en un mundo de hombres y la única que entiende a Lyon. Por último tenemos a Hector Madden (Dominic West, el mítico McNulty en The Wire) un ambicioso y mujeriego presentador.

Desde el principio, a través de los protagonistas se entrelazan tres arcos argumentales que son los que sostienen la historia en sus 6 capítulos (por ahora no tiene más pero, al contrario que con The Shadow Line, esta es la primera temporada y al menos habrá una segunda). El primero de ellos es el que da el nombre a la serie, ya que es la denominación del programa de televisión recién creado al comienzo de la historia (un programa de una hora de duración, con periodicidad semanal, en el que se analizan noticias de actualidad y se realizan entrevistas a personajes de relevancia), cuya idea pertenece a los jóvenes Freddie Lyon y Bel Rowley, asumiendo las tareas de presentador y productora, aunque la BBC accede a la posición de Rowley pero relega a Lyon a un segundo plano para que el presentador sea Hector Madden. Además la parte de la historia que tiene que ver con el programa adquiere bastante importancia dadas las noticias relacionadas con el Canal de Suez que van ocurriendo mientras se desarrolla la trama. El segundo de los arcos argumentales tiene que ver con las relaciones interpersonales entre los tres protagonistas, ya que desde el principio se ve que existe una química especial entre Madden y Rowley pese a que el primero está casado (curiosamente la actriz que hace de su mujer es la madrileña Oona Chaplin, hija de Geraldine) y a que el especial vínculo que une a Rowley y Lyon se ve amenazado de algún modo. Por último, y no por ello menos importante, tenemos el arco que tiene que ver con el misterio, ya que una antigua amiga de Freddie Lyon, perteneciente a la aristocracia, le pide ayuda con respecto a un posible asesinato y éste, viendo que algo de la historia que le cuentan no es lo que parece, hace todo lo posible por averiguar qué sucedió en realidad y por qué.

En resumen, son seis capítulos en los que se mezclan muchas cosas, de hecho, si fuera una novela se podría catalogar como histórica, de misterio y de amor, todo en uno. Cuando busqué referencias sobre la serie, me encontré con que en muchos sitios la vendían como si fuera la Mad Men inglesa y, aunque la estética años 50 pueda engañar, sin duda no se trata de lo mismo, ya que las tramas de una y otra (como acabo de señalar en el análisis del párrafo anterior) difieren bastante. A mí me ha parecido curiosa, bien hecha y muy entretenida, tanto que en cuanto emitan la siguiente temporada (me temo que al menos pasará un año) la descargaré bien rápido para verla, así que desde aquí se la recomiendo a todo aquel que le pueda interesar.

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