Dramón para después del postre
Aunque parezca increíble, desde que en el año 1999, el inglés Sam Mendes deslumbrará a todo el mundo con la sorprendente y fascinante “American beauty”, su corta filmografía (cuatro películas en total) ha ido de más a menos, consiguiendo en cada trabajo descender un peldaño en calidad, pese a contar siempre con actores y actrices de lo más reputado. De hecho, si algo podría destacarse de la carrera de Mendes era que hacía películas diferentes e incluso transgresoras, cosa que no sucede en éste su último film, donde el producto final es lento, aburrido y predecible.
"Revolutionary road” nos cuenta la historia de los Wheeler, Frank (Leonardo Di Caprio) y April (Kate Winslet), un matrimonio con hijos (a los que apenas se ve) de clase media alta que vive en una zona residencial a las afueras de una gran ciudad, en la calle que da nombre a la película, a mediados de los años 50. Mientras contempla a dos personas infelices con la vida que llevan, el espectador, con la ayuda de numerosos flashbacks, no siempre utilizados de manera clara, observa cómo eran los sueños y esperanzas iniciales de la pareja y cómo se han diluido con el tiempo. La frustración que sienten es mayor por la incomprensión de la gente que les rodea, una pareja vecina, los únicos amigos que tienen, y la mujer que les vendió la casa (Kathy Bates), que consideran que viven en el paraíso.
La sensación de fracaso entre Frank y April resulta mayor al afrontarla de manera individual (él en un aburrido trabajo y ella como ama de casa) sin preocuparse el uno por el otro, con riñas, discusiones e incluso infidelidades. Sólo cuando a ella se le ocurre la idea de dejarlo todo y viajar a París, parecen renacer como pareja, aunque evidentemente todo resulta un espejismo, y, por determinadas circunstancias, todo se derrumba llegando hacia un previsible final. Únicamente la aparición del esquizofrénico hijo de la vendedora de casas, auténtica voz de la conciencia de todos los personajes, resulta original en toda la historia, donde sólo la presencia de numerosas caras conocidas, la cuidada ambientación y la eficacia de la realización nos puede llevar a pensar que esta insulsa historia no es uno de esos dramones que los televidentes españoles soportamos durante las sobremesas de los fines de semana al poco de acabar el postre.
Releyendo todas estas críticas....hay que ver las cosas que nos ha tocado ver gracias al concursito de las narices, eh, jajaja...
ResponderEliminarPaciencia he demostrado la suficiente,...creo
Besos,
v.
Bueno bueno, tampoco nos tiremos mucho el pisto, tanta paciencia no creo que tuvieras. Hubo pelis infumables como ésta, pero también peliculones que habrías visto sí o sí, así que menos lobos querida Santa Job, jajaja. De todas maneras ya sabes que te agradezco muchísimo la compañía y el apoyo en todas esas pelis y críticas.
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