El mes más corto del año (en 2020 un poco más largo) terminó y ya es hora de hacer la reseña de las lecturas que tuve en el mismo. Como sigo sin viajar por trabajo, ha sido un mes prolífico, con 8 libros en total (seis en español, uno en inglés y otro en italiano), de los cuales siete fueron novelas y el otro un cómic. Siguiendo con la numeración de los libros leídos durante el año, tenemos:
11. "Valor" de Clara Usón. 320 páginas (e-book).
Al contrario de lo que
ocurre en otras novelas o colecciones de relatos, en los que historias
independientes tienen referencias o personajes que se cruzan, en "Valor"
las historias no se cruzan sino que forman un todo que se va
desmenuzando, como un ovillo del que se va desenmarañando el hilo de la
historia. De este modo, el lector se ve ligeramente abrumado al inicio
de la novela, por cómo aparecen las distintas tramas entremezcladas, y
se va metiendo en la narración poco a poco. Si Clara Usón hubiera
escrito este libro de manera clásica, con los personajes como comentaba
al inicio, el resultado seguiría siendo muy bueno, porque está muy bien
escrito y te mete muy fácil en la historia que cuenta, pero perdería esa
originalidad en el esquema a la hora de narrar. Muy buena novela.
12. "unastoria" de Gipi. 128 páginas (tablet).
En
"unastoria", al contrario de lo que pueda indicar el título, Gipi narra
dos historias: la del escritor Silvano Landi, un reconocido escritor
que sufre una crisis personal ante el vértigo de la muerte y el tiempo
vivido, y se ve recluido en un hospital psiquiátrico, y la historia de
su antepasado Mauro Landi, soldado en la I Guerra Mundial que hace lo
necesario para poder volver a casa. El estilo lírico a través de
imágenes diseñadas por Gipi acompaña perfectamente el tono de ambas
tramas, y la obra es verdaderamente una delicia.
13. "La hija de la española" de Karina Sainz Borgo. 220 páginas (e-book).
En
Venezuela la vida y la sociedad cambiaron de manera radical desde antes
de la llegada de Chávez al gobierno hasta que su mandato se empezó a
pudrir (con su sucesor la cosa lleva podrida bastante tiempo). Si
alguien quiere hacerse una idea de cómo de grave fue ese cambio, sólo
tiene que leer esta novela. La doble trama que su autora desarrolla en
paralelo, evocando la infancia y crecimiento de la protagonista mientras
narra cómo sobrevive en un presente insoportable (e increíble para
quien vivió cómo era la sociedad venezolana anterior), hacen que el
lector se zambulla en la realidad de la Venezuela actual sin paños
calientes. Puede que le sobre un poco de lirismo y que haya partes de la
trama que no se sostengan mucho, pero como retrato de una sociedad en
un momento concreto, es un libro muy valioso.
14. "Las pesadillas del marabú" de Irvine Welsh. 335 páginas (e-book).
Postrado
en una cama de hospital, en coma, Roy Strang rememora cómo ha llegado
hasta allí (una vida de violencia, abusos, complejos...) mientras se
interna en fabulaciones imaginarias (las pesadillas del título) y recibe
diferentes visitas en su habitación. Welsh utiliza diferentes tipos de
narrativa según esté contando cada una de las tres situaciones,
entremezclando incluso cuando salta de una a otra, algo que ha hecho en
varias de sus obras. Quizás la parte más floja de la historia sea toda
la que tiene que ver con esa parte imaginaria de la caza del Marabú, que
como contrapunto no está mal, pero que se desvía demasiado de la
verdadera historia, la de Roy Strang, violento "casual". Ahí es donde sí
se ve la maestría del escocés en la narración de historias arrabaleras:
familias desestructuradas, violencia de todo tipo, drogas, clases
bajas... El libro sería de lo mejor de Welsh si se quitara toda esa
parte de la caza.
15. "Tiempos recios" de Mario Vargas Llosa. 352 páginas (e-book).
En "Tiempos recios", el
Nobel peruano Mario Vargas Llosa traza algo parecido a una secuela de
"La fiesta del chivo", donde narraba la caída del dictador dominicano
Rafael Leónidas Trujillo, contando ahora los vaivenes políticos en la
Guatemala de los años 50, donde hubo un intento de democratización del
país que suprimido por golpistas militares auspiciados por el gobierno
de EEUU. A través de personajes reales (aquí aparece de nuevo Johnny
Abbes García, el infame esbirro de Trujillo) y ficticios, Vargas Llosa
compone una excelente historia de lo ocurrido en tan convulsos tiempos
en el país centroamericano. De esos polvos vienen estos lodos, dice el
refrán, y en el caso de Guatemala se ven cuáles fueron los polvos en
esta fantástica novela.
16. "GB84" de David Peace. 480 páginas.
Ambientado
en la huelga minera de 1984-85 en Gran Bretaña, este libro narra, de
manera novelada, cómo se desenvolvían los diferentes protagonistas del
suceso (mineros, piquetes, esquiroles, gobierno, sindicatos, sujetos
contratados para la guerra sucia...). Como pasa siempre en la obra de
David Peace, las frases son cortas y, en algunos casos, repetitivas,
buscando un estilo directo y constante. La estructura de la narración es
original, la puesta en escena es fantástica, al leerlo de veras te ves
en ese sitio y en esa época, y el devenir de los hechos está narrado con
buen ritmo. Sin embargo, varias de las tramas o son flojas (toda la del
mercenario encargado de sabotear los paros es difícilmente
justificable) o repetitivas (los diarios de Peter y Martin, dos mineros
en huelga, no aportan nada a lo que se va contando en cada capítulo),
con lo que a veces el lector se encuentra con ganas de pasar esa parte
para llegar a lo más interesante. Es un buen libro, pero no un gran
libro.
17. "El dolor de los demás" de Miguel Ángel Hernández. 312 páginas (e-book).
En
la Nochebuena de 20 años atrás, en la huerta murciana, el mejor amigo
de Miguel Ángel Hernández asesinó a golpes a su propia hermana y se
suicidó tirándose por un barranco. En este libro, además de reconstruir
lo ocurrido desde su perspectiva individual, el autor narra cómo ese
hecho lo persiguió desde ese momento y cómo fue el proceso de desarrollo
y creación de la novela (como Carrère o Cercas). Fuera del impacto de
semejante hecho luctuoso, lo que le llega al lector es un ejercicio de
honestidad brutal del autor, que se expone emocionalmente, volcando en
la historia todo lo que siente mientras trabaja en el libro y lo que
sintió cuando ocurrieron los hechos. Sólo le pondría un pero, y tiene
que ver con el final: habrá a quien le baste con lo que se cuenta y a
quien le parezca que se quedó un poco corto. Yo soy de los últimos,
aunque entiendo que se quedara donde lo hizo.
18. "Toda una vida" de Robert Seethaler. 144 páginas (e-book).
En
"Toda una vida", el escritor austriaco Robert Seethaler nos narra, como
el propio título indica, toda la vida de Andreas Egger, desde su
llegada a un pueblo en las montañas (no se sabe cuáles pero se intuye
que los Alpes alemanes o austriacos) hasta su muerte en ese mismo
pueblo. En ese devenir, el lector ve cómo fue su infancia de hijo no
deseado de la cuñada de un granjero (que lo trata casi como a un
esclavo), cómo conoce a Marie, cómo va a la II Guerra Mundial... Se
trata, no sólo de un retrato de un personaje sencillo, carente de maldad
y que afronta los problemas con una parsimonia ejemplar, sino el propio
retrato de cambio de una sociedad a través de lo que ve ese personaje
durante la mayor parte de las décadas del siglo XX. Es un libro
fantástico, de esos que no puedes dejar de leer y que da pena terminar.
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