Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

martes, 12 de marzo de 2019

Donde dije digo, digo Diego (Torres)

La noticia deportiva de ayer fue, sin duda, la vuelta de Zinedine Zidane al Real Madrid. El regreso del francés copó todas las portadas y tuvo repercusión internacional. Dentro de las quinielas que se hacían sobre el futuro del malogrado Solari, se manejaban distintos rumores: la vuelta del odioso e ineficaz Mourinho, la vuelta de Zidane, la espera hasta junio para fichar a Pochettino u otro... Para algunos, como el periodista de El País Diego Torres, la cosa estaba clara, volvería Mourinho y Zidane negaba la mayor.


En su artículo del día 10 de marzo, titulado "Zidane no quiere saber nada" (o, si pinchas, "Zidane rechaza una propuesta para hacerse cargo del Madrid") el bueno de Torres tiró de sus ya míticas fuentes (que hemos analizado por aquí en una y hasta dos ocasiones, demostrando que, en el mejor de los casos son sospechosas) para asegurarle al lector que no había manera de que Zidane volviera a entrenar al Real Madrid. La realidad ha vuelto a poner en entredicho la manera en la que informa Diego Torres, y sus famosas fuentes ya suenan a chufla absoluta. Pero lo peor es el esperpento que ha hecho El País con su tratamiento de la noticia.


Cuando saltó la buena nueva de la vuelta de Zizou, Diego Torres escribió la noticia que publicó El País en su web con el título "Zidane vuelve al Madrid nueve meses después de marcharse". Pues bien, esa noticia ya no existe, aunque en la foto anterior se puede comprobar que sí fue subida. Entiendo que el revuelo que se debió montar en las redes respecto al tristemente ínclito periodista argentino fue de aúpa, pero quitar esa noticia de la red y publicar otra firmada por el joven Alejandro Prado es sencillamente un movimiento deleznable. Si eres un medio de prensa serio y cometes un error, lo que debes hacer es asumirlo en vez de tratar de borrar el rastro y hacer como que no pasa nada.

No sé si pedir el despido de Deté (como lo conocen los múltiples usuarios que se quejan de él en los comentarios de sus artículos y en su cuenta de Twitter) es lo adecuado, pero lo que sí tengo claro es que desde la Dirección del periódico deberían, como poco, tomar medidas para que los artículos de este periodista se acercaran más a la realidad que a la ficción literaria.

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