Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

viernes, 7 de septiembre de 2018

Las fábulas de Diego Torres (El País)

En el artículo del periódico El País "El balón es de Isco" escrito por Diego Torres, el autor dice textualmente: "Este periódico formuló la siguiente pregunta a Isco: “¿Usted cómo siente que hace más daño al rival? ¿Recibiendo entre líneas o bajando al mediocampo a recibir la pelota?”. El futbolista se negó a responder."


Creo que se debería hacer la puntualización de que no fue el periódico quien hizo la pregunta, sino el periodista. Isco se niega a responder a Diego Torres, no a El País. Isco respondió dejando entrever que dijera lo que dijera, el periodista lo iba a manipular como venía haciendo en sus artículos desde hacía tiempo, y que la prensa tiene que ayudar a la selección. Respecto a lo último no estoy de acuerdo, la prensa está para contar lo que ocurre. Punto.


Sin embargo, Isco se niega a responder a Diego Torres (a él, no a El País, insisto), no sólo porque en varios artículos de dicho periodista se señale a Isco como culpable de los malos resultados de la selección en el Mundial de Rusia, sino porque en ellos se falta a la verdad usando de manera torticera el recurso de citar fuentes anónimas. El uso de fuentes es algo habitual en el periodismo, pero como en todo, hay límites.


En el artículo "La ira de Iniesta y la crecida de Isco", Diego Torres usa en varias ocasiones las fuentes anónimas para sustentar su artículo de opinión, pero en la última de ellas lo lleva demasiado lejos, en un párrafo en el que critica a Isco escribe "Dicen fuentes próximas a su familia que Isco supone que su calidad le permite aspirar al Balón de Oro." ¿A su familia? Por favor, eso es como si preguntan a mi abuela por mi trabajo, seguro que dice que soy el mejor del mundo en lo que sea. Si la cita es real, suena mal, y si es falsa aún es peor.


Los lectores de El País que seguimos la sección de Deportes somos muy conscientes de que Diego Torres se ha convertido en el fabulador oficial del periódico en lo que a historias de deporte se refiere. Su continuo uso de fuentes anónimas ya no es que reste credibilidad a lo que cuenta, sino que directamente provoca que el lector asuma que se trata de algo inventado. Ejemplos de ello, además del anterior, hay a montones y sólo mirando los últimos quince o veinte artículos publicados por él:


En el artículo "La Liga de las Naciones se inaugura con el gran duelo ideológico del fútbol" podemos observar que Torres dice que "Hay jugadores del Valencia que acabaron confesando que estaban “hasta los cojones” de acabar bañados en pintura cada vez que a su entrenador, Unai Emery, se le ocurría que llevarlos a una sesión de paint-ball". Se ve que tiene fuentes en el Valencia, también.


En el artículo "El Real Madrid posterga los grandes fichajes" tenemos que "Si el mensaje hacia el exterior es de optimismo tras la conquista de la Decimotercera, las fuentes consultadas en las oficinas de Chamartín señalan un debate profundo.", además de que "'Nos han dicho que no quieren líos con el Chelsea', dice un empleado de Hazard para describir la clase de explicación que emiten los responsables madridistas para postergar cualquier intento de fichaje." y también que "En Valdebebas confirman que el entrenador vasco, lejos de conformarse con la plantilla que le ofrecieron, explicó al club que necesitaba refuerzos.", añade que "En las oficinas del Bernabéu no parecen preocuparse por estas noticias. Allí comentan que Hazard —una vez fervientemente solicitado por Zidane— ya no forma parte de las prioridades de la política deportiva." y remata con "Como recuerdan en el entorno de Neymar, existen cláusulas en los contratos privados que firmaron con el PSG que, con efectos a partir de septiembre, permitirían una mayor flexibilidad a la hora de buscar una rescisión." Sin duda un gran ejercicio de cómo apuntalar un artículo a base de citas anónimas que refuercen tu mensaje.


En el artículo "Karim Benzema es más eficaz sin la protección de Zidane" leemos que "Benzema fue el favorito de Zidane a ojos de los empleados de Valdebebas que le veían cada mañana."


En artículo "Kylian Mbappé impone el nuevo orden a Neymar Júnior" Torres nos narra que "En el club parisino aseguran que la familia del jugador percibió desde septiembre de 2017 que tras las bromas que le dedicaban Neymar y Alves había una forma de menosprecio." Se ve que sus fuentes llegan hasta el vestuario del PSG.


En el artículo "Un vestuario dividido por el delantero centro" se lee que "La mayoría prefería jugar con Aspas. Así se lo comunicaron a Hierro, directa e indirectamente. Pero Hierro mantuvo su idea. “Comenzó a desconfiar de nosotros”, lamentó uno de los disconformes. “Pensó que no estábamos comprometidos”." Sus fuentes en el vestuario de la selección deben ser de lo más fiable, porque siempre cita conversaciones de dentro del mismo.


En el artículo "España culmina su regresión en Moscú, del ‘tiki-taka’ al ‘iscosistema’" nos encontramos que "“Isco”, señalan fuentes del Manchester City; “nunca le gustó a Guardiola." De nuevo aparecen las fuentes internacionales.


En el artículo "El cabreo del invicto Lopetegui" (muy completo también en cuanto a fuentes anónimas) tenemos que "Él dijo a sus colegas que Rubiales le había destituido en un acto de represalia por haber votado a Juan Luis Larrea, el candidato perdedor, en las últimas elecciones presidenciales de la RFEF. Le echaban “por rencor”, según estas fuentes.", además también se lee que "Cuentan fuentes del Madrid y de la federación que el club de Chamartín llevaba meses trajinando una lista de entrenadores para sustituir a Zidane", y también que "Dicen los amigos de Lopetegui que todos acogieron su fichaje por el Madrid con normalidad, incluso con chanzas durante un distendido entrenamiento vespertino: “Hubo buen rollo”. Otras fuentes próximas al vestuario lo niegan.". Lo mejor de este artículo es que ni siquiera usa rodeos o circunloquios al citar fuentes anónimas como hace en otras ocasiones (en Valdebebas, trabajadores de la Federación, en las oficinas del Bernabéu...).



Resulta como poco curioso la cantidad de veces que Diego Torres recurre a fuentes anónimas para sostener las ideas u opiniones que muestra en sus artículos. Se trata de algo que los que leemos El País comentamos entre nosotros, y no por bueno precisamente. Mi amigo P. me avisó de ello hace muchos años, en la época de Mourinho en la que Diego Torres fustigaba al exvalido luso de Florentino. El bueno de P. decía "fíjate en que siempre cita fuentes anónimas" y yo no terminaba de creerlo porque las historias que contaba destacando lo miserable que era (es) Mourinho me cuadraban con el personaje. Me equivocaba. Nadie tiene fuentes tan buenas ni tan fiables, y, sobre todo, nadie tiene tantas fuentes como Diego Torres.


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