Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

sábado, 31 de marzo de 2012

Los cochecitos

No me gusta la Fórmula 1. No me gusta que no haya apenas adelantamientos (lo que tiene gracia de una carrera) en casi dos horas de ¿espectáculo? que hacen que sea un coñazo de proporciones mayúsculas, no me gusta que para rellenar esos huecos que existen al no haber adelantamientos me hablen de cosas técnicas que no me interesan nada y sobre todo no me gusta nada que en 9 de cada 10 veces gane el que tiene el mejor coche aunque sea (eso dicen) mucho peor piloto que otros, es absurdo que un mecánico (eso de ingeniero de pista es un eufemismo acojonante) cualquiera pueda ser tan importante como el piloto en sí.

La F1 no me gustaba cuando era pequeño hace ya más de 15 años, ni desde hace unos años para acá con el fenómeno mediático de Fernando Alonso. De hecho, gracias a la excesiva cobertura informativa que recibe la F1 en España por culpa del éxito de Alonso, según pasa el tiempo cada vez le tengo más manía (ojo, también me pasa con el fútbol, no creo que el último peinado de Cristiano o que Messi estrene botas sea noticia) y por eso desde hace bastante me refiero a su competición con el despectivo nombre de "los cochecitos". Así, cuando alguien me pregunta por la carrera del día anterior simplemente digo: "no, no la vi, es que no me gustan los cochecitos".


Pese a mi manifiesta animadversión, considero que el que se pone al volante de una de esas máquinas del diablo a más 300 km/h tiene un par de narices bien puestas, además de estar en buena forma física (a esas velocidades el cuerpo tiene que reaccionar de maneras muy chungas) y mental (como pierdas la concentración aunque sea ligeramente, te arriesgas a perder la vida), así que, aunque crea que su deporte no valga una mierda como espectáculo, tienen mi respeto. Pero desde hoy más.


Esta mañana, mi padre y yo hemos ido a uno de los dos complejos de kárts que un bicampeón del mundo de rallies (más veces segundo y tercero, para que engañarnos) tiene con su nombre. Se trataba de gastar una de esas actividades que se venden en cajas de regalo hoy día y que había que usar hoy sí o sí porque caducaba. Teníamos derecho a dos carreras (creo que eran 12 minutos cada una) y nos pertrechaban con todo el material (mono, casco y demás). Ha sido muy poco divertido. Yo había ido a los kárts hace muchos años (cuando fui a Irlanda hace casi 14 años) y mi recuerdo era bueno, pero éste desde luego no lo va a ser. Básicamente por dos razones, en primer lugar porque según va pasando el tiempo conduciendo te vas mareando porque las cervicales no están acostumbradas a esos movimientos (de ahí el cuellaco que se gasta el bueno de Fernando) y, en segundo lugar, porque nos ha tocado con un grupo de fulanos que por lo visto van cada finde y nos pasaban (sin cuidado alguno y chocándose con nosotros) como centellas. Cuando estaba terminando la segunda tanda lo único que pensaba era en que se acabara en ese instante porque veía que hasta me desmayaba, y cuando he llegado a casa de vuelta de la "experiencia" me sentía igual de mal que cuando tienes la peor de las resacas, así que me he ido directamente a la cama sin comer. Ahora sí que estoy de acuerdo con aquello de "Bravo, Fernando".

sábado, 24 de marzo de 2012

"Salta!!!" de Tequila

Pues la verdad es que ayer recibí una noticia mala mala, de esas que le dejan a uno tocadito unos días (no está siendo una racha buena desde hace tiempo, para qué nos vamos a engañar) así que he decidido que tengo que animarme...Y para eso pongo esta canción hoy. "Salta!!!" es una de esas canciones que me ponen contento de repente, de esas que cuando sales de casa un día tristón te la pones y te cambia la cara al menos por un ratito, así que creo que es la mejor medicina que puedo tomar para alegrarme un poco a mí y al que pase por aquí.



Además se trata de una canción de un grupo de esos que me gusta de siempre, Tequila, que de alguna manera fue el germen de uno de mis grupos favoritos, Los Rodríguez, ya que dos de los miembros de Tequila (Ariel RotJulián Infante) lo fueron después de Los Rodríguez. Los Tequila fueron un grupo de finales de los setenta y principios de los ochenta previos a la Movida y que eran una especie de mezcla entre grupo de jovencitas (tenían bastante éxito en ese nicho comercial, cultivado por grupos bien distintos desde entonces) y rockeros tipo Rolling Stones (si se contara lo que se metieron y tiraron esos tíos en aquellos años de éxito daba para más de un libro) con canciones con mucho ritmo y pegadizas. Tuvieron mucho éxito y de pronto desaparecieron, aunque sus canciones han llegado hasta ahora en algunos casos (como este) casi vigentes. Como siempre pongo un par de vídeos y luego la letra de la canción. Toca alegrarse un poco.


Salí de casa con la sonrisa puesta,
hoy me he levantado contento de verdad,
el sol de la mañana brilla en mi cara,
una brisa fresca me ayuda a despertar.
Yo digo...

La cuidad parece mi amiga,

hoy es mi día y nadie me lo va a arruinar,
las chicas de la esquina rien con picardía,
yo sé que es lo que quieren y se lo voy a dar.
Yo digo salta,

salta conmigo,
digo salta,
salta conmigo,
salta,
salta conmigo...
Voy por mi camino sin preocupación,

pasa la gente y me miran mal,
pero no me importa, a mí me da lo mismo,
hoy estoy alegre y tengo ganas de saltar.
Yo digo salta,

salta conmigo,
digo salta,
salta conmigo,
salta,
salta conmigo...
...¡Salta!
Salta, salta...

Yo digo salta,

salta conmigo,
digo salta,
salta conmigo,
digo salta,
salta conmigo...
Salta...

miércoles, 21 de marzo de 2012

"Viaje fallido"

"Hoy un fulano me ha contado una historieta de lo más curiosa. El tipo en cuestión, que tenía una apariencia de los más normal (de complexión media, cercano al metro ochenta de estatura, pelo negro, ojos marrones y barba de pocos días) ha venido a buscarme al trabajo, solicitando reunirse conmigo sin cita previa (aunque habitualemente tampoco es que reciba a mucha gente) y, dada la insistencia que mostraba, me he avenido a escuchar lo que tenía que decirme. Resulta que el tío me dice que viene del futuro, en concreto del año 2034 (tooooma ya), en el que ya se puede viajar en el tiempo, aunque con evidentes restricciones (menos mal...). Me he quedado tan estupefacto que no sabía ni qué decir, así que ha seguido hablando, diciéndome nosequé del resultado de un partido de fútbol de hace unos días, que ahora no sabía qué hacer y que yo era la única persona que podía ayudarle. Ahí es cuando he pensado que era una cámara oculta. Lógicamente le he preguntado sobre la razón por la cual yo era el único que podía echarle una mano y me ha dicho que en el futuro nos conoceríamos y que la única persona que conoce y en la que puede confiar del presente en el que nos encontramos era yo. Aunque parezca increíble no era ninguna cámara oculta, ni una broma pesada de algún conocido y lo más raro es que el tipo en sí, no parecía enajenado de ninguna manera y estaba convencido de que lo me estaba diciendo era la mayor de las verdades. Quizá lo que me ha resultado más curioso ha sido que el fulano en sí me sonaba un montón, como si lo conociera de algo o me recordara a alguien. No le he prometido nada pero he quedado en que nos volveríamos a ver pronto, no sé por qué pero me pica la curiosidad por saber más sobre sus historias."


"Desde que empezó el programa de viajes en el tiempo, dadas las circunstancias que sufre nuestra sociedad en la actualidad, supe que esa era la única manera que tendría de labrarme un futuro...Aunque fuera en el pasado. En las primeras fases de prueba, al ser experimental, aceptaban a cualquiera que se presentara voluntario, así que no me resultó nada complicado entrar a participar en lo que poco tiempo antes parecía reservado sólo a historias de ciencia ficción. Dada la singularidad de las pruebas experimentales, los científicos que las dirigían nos explicaban a los voluntarios el funcionamiento de la máquina en cuestión con detalles muy precisos sobre las consecuencias de hacer o no hacer determinadas cosas, con lo que al cabo de unos meses cualquiera de nosotros era capaz de hacer funcionar el aparato por sí solo. Y eso fue lo que hice. Mi plan consistía en que, una vez fuera capaz de viajar en el tiempo de manera autónoma y sin dejar trazas (bastaba con marcar un autoreseteo del aparato 5 minutos después de ser usado además de no activar el localizador que nos implantaban al comenzar las pruebas), viajaría a finales del siglo XX, una época muy cercana a la mía (lo que me permitiría una adaptación más fácil) y en la que me resultaría muy sencillo enriquecerme rápidamente. De hecho ese era el plan principal, y para eso había reunido una cantidad decente de dinero de aquella época que me permitiera apostar en las casas de apuestas a un partido que todavía se recuerda en mi tiempo, la final de la Champions League de 1999 entre el Bayern de Münich y el Manchester United que ganó este último con dos goles en el descuento cuando el partido parecía acabado. Lo único que tenía que hacer era poner todo el dinero unos momentos antes de que se acercara ese momento y...Zas, rico al instante. Pero no fue así. No me hice rico pero descubrí algo que los científicos de mi tiempo no habían descubierto. Resulta que al inventar la máquina del tiempo no contaron con la posibilidad de que, además de ir a la época que se quisiera, podrías caer en una realidad alternativa que no fuera la tuya propia, y eso fue lo que me pasó a mí. Caí en un pasado en el que el Bayern fue campeón y lo perdí todo. Entonces lo único que se me ocurrió fue recurrir a la única persona que sería 100% fiable fuera cual fuera la realidad en la que me encontrara, mi padre. Creo que al principio pensó que estaba loco pero me dio la sensación de que poco a poco empezaba a escucharme y hemos vuelto a quedar dentro de unos días. Es curioso, pero no sé qué deparará el futuro."

domingo, 18 de marzo de 2012

"El invierno del dibujante" de Paco Roca

Lo último que me he leído es el maravilloso cómic de Paco Roca, "El invierno del dibujante". Tenía muchas ganas de leer algo de este autor porque llevaba bastante tiempo oyendo y leyendo comentarios muy positivos sobre su obra, en concreto sobre su famoso trabajo "Arrugas", que ha sido adaptado al cine y recientemente obtuvo un premio Goya. Como la historia de "Arrugas" se me hacía un poco dura de leer ahora mismo, me decidí por "El invierno del dibujante".


Se trata de una historia que aborda un hecho puntual pero muy reivindicativo que ocurrió en la Editorial Bruguera en la España de finales de los 50 del siglo pasado, cuando cinco de los historietistas más importantes del momento (Guillermo Cifré, Carlos Conti, Josep Escobar, Eugenio Giner y José Peñarroya), cansados de soportar contratos leoninos y de no tener derechos de autor de sus propias obras (entonces no estaba legislado y era la editorial la propietaria de las páginas que realizaban una vez que eran pagados por ellas), decidieron irse de Bruguera, fundar su propia editorial y sacar a la venta una revista (la posteriormente famosa "Tío Vivo") con personajes nuevos que hicieran la competencia a los suyos propios que sacaba Bruguera en la revista "Pulgarcito".


Evidentemente, ante aquel envite los hermanos Bruguera decidieron contraatacar, haciendo que la persona que dirigía la editorial, Rafael González, un hombre temido y odiado por los autores, famoso por sus correcciones a lapiz rojo sobre las páginas entregadas y que había sido represaliado por el franquismo, impulsara la contratación de nuevos autores (como Ibáñez), instara a su sobrino Francisco (González Ledesma), abogado de la editorial (además de ser posteriormente conocido por su pseudónimo Silver Kane, aún más tarde por sus novelas de serie negra protagonizadas por el inspector Méndez y por ser el padre del gran Enric González) a que encontrara la manera de prohibirles publicar (no lo hizo) o incluso a manipular a las empresas distribuidoras para que las revistas de "Tío Vivo" no llegaran a los quioscos. Todo ello con la presencia de otros personajes (reales todos ellos) que asistían en un rol secundario al devenir de los acontecimientos y que, cada uno a su manera, ha pasado a la historia de la historieta española como Vázquez o Víctor Mora (el creador de "El Capitán Trueno") y su mujer Armonía Rodríguez, además de otros muchos autores.


El desarrollo de la narración se sitúa en dos situaciones temporales bien distintas, en primer lugar cuando estos autores regresan a Bruguera tras fracasar en su revolucionaria idea, y en segundo lugar cuando deciden irse y comienzan su aventura. Para situar al lector de manera clara en cada época temporal de la historia, Paco Roca juega con el color de las páginas, siendo éstas diferentes según la estación en la que se encuentra la narración, lo que sin duda dota de profunda originalidad a esta novela gráfica. Esto, unido al maravilloso discurrir de la trama, con diálogos perfectamente creíbles y nada impostados, y el simplemente espectacular trabajo de ilustración (de veras que no recuerdo un cómic con dibujos tan deliciosos como los que hay en este de Paco Roca) hacen que "El invierno del dibujante" sea, al menos para mí, una auténtica obra maestra. No he leído "Arrugas" (lo haré), ni he visto la película (probablemente también la vea) pero de lo que estoy seguro es de que una película (sin ser de animación) con los medios adecuados sobre la historia que aquí comento sería un éxito rotundo. Se lo recomiendo a todo el mundo, pero en especial a aquellos que, como yo, han crecido leyendo muchas de las historietas de estos y de otros autores españoles y que seguro sentirán un cosquilleo especial al saber algo más de lo que les sucedió a todos ellos en aquella época.

martes, 13 de marzo de 2012

Sin palabras

Hay veces en las que uno se queda así, sin palabras, sin saber qué decir, quizá porque son muchas las cosas que pasan rápido por la mente y cuesta mucho encauzarlas, dándoles forma y sentido de palabras y frases con alguna coherencia. Eso es justo lo que me pasa a mí hoy.

A priori hoy iba a escribir en el blog y publicar un post más sobre alguna canción de las que me gustan, el último libro que me he leído (una maravilla, "Yo confieso" de Jaume Cabré), la primera victoria fuera de casa del ¿remozado? Estu de Trifón Poch (ya era hora, la verdad), el aplastante ganaréis pero no convenceréis del Madrid del inefable Mourinho, lo apasionante que es alguna de las series que veo, o quizá alguna de esas historietas, cuentos o chorradas que se me ocurren de vez en cuando. Pero no.

Anoche se murió la hermana de mi abuela paterna, la tía C., y me he quedado sin ganas de escribir de nada que no sea eso, y sin embargo a la hora de ponerme delante del teclado me he encontrado justo como he explicado antes, completamente sin palabras. Por mucho que escriba aquí cómo era, lo mucho que la queríamos o lo tristes que podemos estar, siempre me quedaría muy lejos de expresar todo lo que siento desde que me lo han dicho. No ha sido una noticia sorpresa ni mucho menos, pero hasta que no se confirma es como si de alguna manera guardaras una fútil esperanza de que las cosas pueden cambiar, aunque eres plenamente consciente de que no va a ser así.

Ya no escribo más.

Querida tía C., te echaremos de menos.

sábado, 10 de marzo de 2012

"Crisis y lectura"

Siempre me he considerado un buen lector, uno de esos cuyo número de libros leídos (de los buenos, eh, no de baratillo) está bastante por encima de la media. De hecho leo mucho más que la mayoría de la gente que me rodea, incluso, precisando aún más, podría decir que leo mucho más que todos las personas que conozco excepto una, mi amigo M.. No creo que haya nadie que lea más que él. Desde que lo conozco no recuerdo haberlo visto sin un libro en la mano. Si quedas con él siempre está esperando en el sitio de encuentro, leyendo completamente ensimismado. Si se dirige a cualquier lugar lo hace siempre en transporte público, ya sea metro o autobús, enfrascado en la lectura aunque tenga que ir de pie. Incluso, desde hace ya bastantes años, ha desarrollado la sorprendente capacidad de leer mientras camina, con lo que es capaz de seguir con las narices entre el libro cuando otros lo cierran.

Evidentemente tener a un amigo así tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo, es muy difícil que te leas un libro y él no se lo haya leído o no sepa algo del mismo, con lo que siempre puedes charlar con él sobre lo que has leído recientemente y te ha gustado. Además sabes que pedirle consejo a él para comprar un libro es garantía de éxito, porque tiene la rara habilidad de, con una serie de preguntas concretas, escoger la historia más adecuada para la persona en cuestión. Lógicamente cuando te regala un libro sabes que te va a encantar, y lo mejor es que no falla nunca. Sin embargo sabes que no puedes regalarle libros, porque en el mejor de los casos la sorpresa no existe (porque lo conoce) y la mayoría de veces fracasas (lo tiene o lo ha leído). Por otro lado es bastante extremista con el tema de los libros y se niega a salir de la lectura en papel, alegando que un aparato electrónico no es un libro, igual que un robot jamás será una persona.

El caso es que mi amigo M., que vive solo aunque acompañado de miles de libros en varias lenguas (lee en español, inglés y francés), hace unos meses que debido a la criminal crisis económica (aunque la mayor parte de los delincuentes se haya ido de rositas) que sufren los países industrializados (los subdesarrollados viven en crisis, nosotros las tenemos de manera temporal) tiene lo justo para vivir y poder pagar los gastos de la luz, el agua, el gas y la feroz hipoteca. Puede sonar triste decirlo pero cuando uno tiene que comer no puede pagar cosas que de imprescindibles se vuelven superfluas, como el teléfono fijo y móvil, internet, o, como es el caso que nos ocupa, los libros que uno lee. Por eso, la última vez que lo vi le pregunté a mi amigo M. cómo afrontaba el problema de leer en la actualidad, si había dejado de hacerlo, se dedicaba a releer lo que ya tenía o si los leía prestados de bibliotecas. Su respuesta me resultó un prodigio de ingenio. Me dijo:
M. - Por si no lo recuerdas, hago listas de libros y autores desde siempre, y a la hora de comprar iba con ellas y me llevaba siempre un lote de varios libros para no tener que ir continuamente a comprar más. Pues ahora hago lo mismo, pero calculo de manera precisa cuánto tiempo me va a llevar leer cada libro. De este modo, lo que hago es comprarlos, leerlos y, tras haber sido mucho más que exquisito en su cuidado, los devuelvo a la tienda donde los haya comprado. Ya me conoces, a mí me gusta leer libros que estén nuevos y eso es imposible de hacer cogiéndolos de una biblioteca. Así sigo leyendo lo que yo elijo y no gasto nada. Eso sí, sigo un par de reglas a rajatabla. En primer lugar sólo lo hago en centros grandes (El Corte Inglés, La Casa del Libro, FNAC, etc.) porque no creo que haciendo lo que hago les pueda causar mucho estropicio. En segundo lugar, siempre pago en metálico, para que no quede registro alguno en ninguna parte de lo que hago y menos en mis tarjetas.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Los de Asuntos Internos

El lugar en el que desempeño mis labores en la multinacional para la que trabajo, se encuentra situado a escasa distancia de los asientos donde los miembros de Recursos Humanos llevan a cabo sus tortu...tareas. Hace unos meses, una maravillosa fila de armarios archivadores nos separaba a mí y a mis compañeros de sitio de semejante caterva de seres inhumanos, pero los armarios desaparecieron y en la actualidad soy plenamente consciente de todo lo que sucede en ese curioso departamento, es decir, llamadas telefónicas, conversaciones entre alimañ...compañeros, cuando se reúnen para algo, etc.


El caso es que hace unos días, la tipeja de recursos humanos que se sienta más cerca de donde estoy yo, realizó una llamada de teléfono que me dejó estupefacto. Lo que dijo fue más o menos así (evidentemente sólo pongo lo que decía la tía):

Comadreja de RR.HH. - Hola, ¿eres fulanito?

Comadreja de RR.HH. - Oye mira, soy Comadreja, de Recursos Humanos. Es que mira, te llamo con respecto a los papeles relacionados con el certificado de defunción que entregaste el otro día.

Comadreja de RR.HH. - Si, ¿sabes lo que pasa? Es que resulta que según consta aquí el fallecimiento se produjo por la tarde casi noche y resulta que en esos casos son 3 días los que se dan y no 4 como has cogido tú, así que te tenemos que descontar ese día.

Comadreja de RR.HH. - Ya mira, no es cosa mía, lo que pasa es que al ser a esas horas pues son 3 y no 4.

Comadreja de RR.HH. - Bueno, pues eso.

(aquí termina la conversación con el desconsiderado fulano que había perdido a un familiar directo la semana anterior y se había cogido 4 días en vez de 3, y empieza la conversación a varias bandas con algunos de sus compañeros)

Comadreja de RR.HH. - Pues no se pone chulito encima cuando le digo lo de los días.

Alimaña de RR.HH. - Pues está bien claro en el estatuto de los trabajadores.

Hiena de RR.HH. - Es que encima se creen con todo el derecho y ni se paran a leerlo.

El sentimiento de rabia, frustración, cabreo, indignación que me entró en el cuerpo casi me hace arder, y la verdad es que no lo he perdido desde entonces, me sigue pareciendo increíble lo poco humanos que son algunos sujetos y la poca capacidad de empatía que demuestran. Cuando llegué a mi casa y lo conté estaba uno de mis tíos y se refirió a la ¿gente? de RR.HH. como "los de Asuntos Internos", en clara referencia a esos personajes que salen en todo tipo de pelis y series policiacas y parece que lo único que quieren es meter en chirona al bueno en vez de ayudarle a que pille al malo. No creo que haya una mejor definición para semejante gentuza.

P.D. Por cierto, la Comadreja de RR.HH., no le dio el pésame al pobre fulano en ningún momento.

domingo, 4 de marzo de 2012

"Cálida trinchera" de Celtas Cortos

Ayer iba camino de jugar el partido de los sábados con mis amigos, que por cierto acabó con un resultado más que bochornoso (fuimos 4 a un partido de fútbol sala), cuando saltó en el aleatorio de canciones del móvil la que comento hoy por aquí, "Cálida trinchera" del grupo vallisoletano (o pucelano, como se prefiera) Celtas Cortos.


Soy bastante aficionado a este grupo desde mediados de los noventa (cuando yo era un chavalín), en la época en la que estaban en el pico de éxito, y sus canciones eran números uno continuamente. Por eso, a la hora de poner por primera vez en el blog una canción de los Celtas seguro que alguno se preguntará la razón de elegir esta canción en vez de otras mucho más famosas como "20 de abril", "Cuéntame un cuento", "La senda del tiempo", "Tranquilo majete", "Haz turismo", etc.


La razón es bien sencilla, pese a que me gustan muchas de las canciones de Celtas Cortos (incluidas todas las anteriores) de alguna manera siempre he sentido esta canción como la que era más mía, la que me llegaba más, aquella con la que me he sentido más identificado. Supongo que es porque estoy muy de acuerdo en que "acurrucados el mundo es diferente". Como siempre pongo un vídeo (en este caso, al no ser una de los singles no hay videoclip) y a continuación la letra de la canción.


Otra vez,
la lluvia me acompaña en casa
un café y un cigarrito pa estar bien
y tú estás aún dormida en la cama y bien.
Voy a ver quién pasa en la ventana.

Escribir, tengo que escribir a mi hermana

y comprar azúcar que se acabó ayer y pasear
al perro en la mañana, pero no.
Creo que me volveré a la cama.

Y acurrucados el mundo es diferente

calor humano y hambre que compartir
y adormecidos y amontonados
de esta trinchera no quiero salir.

Está bien. Ordenaré mi mesa pronto.

Sí, mujer, no te preocupes que lo haré.
Por favor, llama a Nacho Castro y dile que
ahora voy a ensayar en la moto.

Te he dejao una nota con los recaos.

Por favor, no olvides recogerme a y diez.
Yo también te quiero, dame un beso que me voy.
Cuídate, nos vemos en la tarde.

Y acurrucados el mundo es diferente

calor humano y hambre que compartir
y adormecidos y amontonados
de esta trinchera no quiero salir.

jueves, 1 de marzo de 2012

Libros Leídos Febrero 2012

Ayer terminó el mes de febrero, este año con un día más para leer, y hoy mismo publico los libros que me he leído durante este atípico mes. Han sido un total de 11 (23 en lo que va de año) de los cuales 8 han sido novelas (todas leídas en el e-book) y 3 han sido cómics. Además he cumplido con mi propósito de leer al menos un libro en inglés y otro en italiano cada mes (el resto han sido en español). Bueno, ahí van los 11 libros (están numerados según los que llevo este año):

13. "Historias de Plinio" de Francisco García Pavón. 206 páginas (e-book).

Se trata de un par de relatos del personaje de novela negra Plinio, Jefe de Policía de la localidad de Tomelloso (de donde era el autor). Adelantándose al boom de la novela negra actual, García Pavón se inventó este personaje para usarlo de manera que se viera un trasfondo social y un reflejo de lo que ocurría en la sociedad del momento (que es precisamente lo que más me gusta a mí de la novela negra) dejando a un lado la complejidad del delito. Me ha resultado bastante entretenido así que buscaré más libros de este escritor.


14. "El Eternauta" de Héctor Germán Oesterheld. 152 páginas (e-book).

Se trata de una novelización de la continuación del famoso cómic del mismo nombre. No es aburrida y no está mal, pero se queda a medio camino entre el cómic y una novela de verdad (mucha descripción de cómo corren pero poca trama) con lo que se queda en una obra pasable pero nada del otro jueves. Supongo que el cómic (que es reputadísimo) será mejor. La historia es en plan catástrofe mundial por una invasión de alienígenas, así que aburrida no creo que sea.


15. "Crónicas de Jerusalén" de Guy Delisle. 333 páginas.

Aunque parezca increíble el amigo Delisle (del que ya hablé aquí) se vuelve a superar. En esta ocasión con sus crónicas del año que pasó en la ciudad santa acompañando a su esposa (que curra para Médicos Sin Fronteras). El libro es Delisle en estado puro, contándonos todas sus peripecias de hombre sencillo y con mirada inocente y sin prejuicios. Esa sencillez hace que te sientas completamente identificado con lo que lees en sus historias, llenas de situaciones curiosas y francamente divertidas. Cada vez estoy más convencido de que este tío es un genio, así que estoy deseando que destinen a su mujer a cualquier parte del mundo, sólo para que cuando vuelvan pueda disfrutar de otro de sus cómics.


16. "Con el agua al cuello" de Petros Márkaris. 328 páginas (e-book).

Esta es la última novela de ese gran personaje que es el comisario Kostas Jaritos (del que ya hablé por aquí), en este caso con la enooooorme crisis económica que afecta al mundo en general y al pueblo griego en particular. En esta ocasión, el bueno de Jaritos ha de solucionar un caso de asesinatos de gente pringada en la crisis económica (un banquero, uno de esos consejeros chorizos, etc.). Es una gran novela, muy entretenida y con un trasfondo que no veas si nos suena...Muy recomendable.


17. "La pregunta de sus ojos" de Eduardo Sacheri. 320 páginas (e-book).

De este libro ya hablé aquí.

18. "Road to Perdition" de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner. 304 páginas.

Se trata de un cómic bastante conocido, sobre todo porque sirvió como base para una película del mismo nombre protagonizada por Tom Hanks, Paul Newman y Jude Law (no está mal, ¿eh?). La historia es la de un padre y un hijo huyendo de una banda de mafiosos (que existió realmente) porque el crío es testigo de un asesinato en el que está metido también el padre (pistolero número uno de la banda) y el mafioso jefe decide acabar con toda la familia (lo consiguen con la mujer y otro de los hijos). A mi me gustó más la peli, me parece que al cómic le falta algo más de diálogo (si no lo hubiera leído en inglés no me habría durado nada) y de trama, y que tuviera menos violencia innecesaria.


19. "Trilogía negra de Estocolmo 3: Una vida de lujo". Jens Lapidus. 648 páginas (e-book).

Esta es la última entrega de las crónicas de los bajos fondos de la capital sueca que ha relatado el abogado Jens Lapidus (me da que de este tema conoce a más de un descarriado como los que presenta en los libros). En este caso cierra las historias abiertas en los dos libros anteriores, recuperando personajes del primer libro y uniéndolos a los del segundo. Es un libro entretenido (como los otros dos) y, pese a su extensión, resulta muy ameno de leer, sobre todo por lo fresca que es la manera que tiene el autor de escribir. Interesante.


20. "La verità dell'Alligatore" de Massimo Carlotto. 252 páginas (e-book).

Este es un libro de un autor italiano que es bastante curioso. Resulta que el amigo Carlotto fue acusado de un crimen que no había cometido (como el Equipo A, jajaja) y lo metieron en la cárcel tras haber estado exiliado y ser extraditado, aunque finalmente fue indultado. Poco después emerge como figura de las letras sacando este libro, el primero de la serie de novela negra (sí, leo mucha novela negra) con Marco Buratti, L'Alligatore, como protagonista. Está bastante bien sobre todo porque el personaje no es el típico detective sino que se trata de un fuera de la ley (también acusado injustamente y con tiempo en la cárcel, como él) aficionado al blues y al calvados que se maneja en los bajos fondos de Pádova. Está entretenido así que seguiré leyendo más de la serie.


21. "Una vida errante. Vol.1" de Yoshihiro Tatsumi. 432 páginas.

Este es un cómic de un más que reputado artista japonés, el mangaka responsable de la aparición del gekiga, que es como si dijéramos la novela gráfica japonesa. Se trata de una historia autobiográfica, en la que repasa sus inicios como historietista (como por ejemplo cómo conoce a Osamu Tezuka, el más importante mangaka), a la vez que repasa la sociedad nipona en general y la suya propia en particular. Es una obra francamente entretenida y muy imteresante, no sólo porque es curioso saber cómo se desarrolló la industria del cómic en Japón a partir de los años 50 sino también por ver cómo eran la gente y las costumbres en un país tan lejano en aquella época. Muy recomendable.


22. "No es país para viejos" de Cormac McCarthy. 256 páginas (e-book).

Este libro es muy famoso porque los hermanos Coen, con Javier Bardem como Anton Chigurh, hicieron una película que tuvo cierto éxito. El caso es que yo vi la peli y no me hizo especial gracia, de hecho esperaba bastante más por el bombo que le habían dado y la verdad es que Bardem no me pareció que hiciera el papel de su vida aunque creo que pienso que fue por la absurda peluca que le colocaron. Me he leído el libro porque el año pasado me leí "La carretera" y me encantó (no he visto la peli, por cierto), así que estaba seguro de que este libro también sería bueno. Y lo es. Es muy muy bueno, McCarthy es un autor a seguir y a recomendar, tiene una prosa que engancha y sus historias tienen algo. Lo curioso es que la película es una buena adaptación (excepto la horrible peluca que está metida con calzador) pero está claro que hay historias que sólo valen para un formato y si bien el libro es sensacional (sobre todo los monólogos del sheriff) la película resulta a ratos aburrida (y los monólogos no quedan igual de bien). Muy muy recomendable.


23. "Novela de ajedrez" de Stefan Zweig. 96 páginas (e-book).

Esta es la primera novela de este autor que leo y la verdad es que me ha parecido sensacional. Había leído una reseña en un suplemento de cultura de un periódico (creo que Babelia de El País) y me interesó la historia de un señor anónimo que juega al ajedrez, poniendo en dificultades, a un curioso campeón del mundo, mientras ambos se dirigen en un barco a Buenos Aires. La única pega que tiene es que es muy corto, porque de verdad que su lectura es deliciosa, es un libro que le voy a recomendar a todo el que me pida consejo. Una auténtica maravilla.