Un puzzle sobre el racismo
Desde que Robert Altman lo hiciera en "Vidas cruzadas" ("Shortcuts"), muchos directores han optado por narrar sus películas como una combinación de historias de personajes que se cruzan y que intentan conseguir con esta mezcla un relato original y más o menos interesante (ejemplos de ello son películas como "Magnolia", "Love actually", "Buenos Aires viceversa" o "Pulp fiction"). Pues bien, el director Paul Haggis (guionista de Million dollar baby) hace de su película una obra maestra de este subgénero.
El film comienza con el escenario de un crimen y retrocede veinticuatro horas para contarnos, mediante pequeñas historias de personajes de distinta raza y condición social, el racismo en el día a día de la ciudad de Los Ángeles. Nos encontramos con un policía racista, dos chicos negros que roban coches, el fiscal del distrito, un cerrajero hispano, una familia persa, un detective negro y su compañera hispana... Historias todas ellas que se entrelazan de tal manera que nos muestran una sociedad (que bien podría ser la nuestra) que parece una olla a presión en la que cualquier colisión (un “crash”) hace que afloren el odio y los prejuicios.
Si bien el tema del racismo resulta muy espinoso y difícil de tratar, Haggis, consigue en su película no caer en la demagogia, con una historia verosímil y dura, que no deja indiferente, haciendo ver al espectador que los prejuicios raciales se encuentran arraigados en todos los ámbitos de la sociedad. El ritmo intenso con el que está rodada la hace tremendamente entretenida sin oportunidad para el aburrimiento, pero también es capaz de frenarse para enseñarnos primeros planos que reflejan perfectamente las sensaciones de cada personaje en cada momento.
Hay que destacar, por encima de todo, la consistente unión de las historias gracias a un estupendo guión (que firma el propio Haggis) que hace que rostros no muy populares junto a otros más conocidos como Don Cheadle (magnífico, como siempre), Thandie Newton (demuestra que no sólo es una cara bonita), Matt Dillon (espectacular, en un papel que borda a la perfección), Sandra Bullock (sorprendente en su personaje de rica desgraciada) y Brendan Fraser (¿por qué no actuará siempre en películas serias?), formen un portentoso elenco de actores y actrices, confeccionando pequeñas piezas que componen un áspero e impactante puzzle sobre el racismo y las relaciones humanas. Sin duda alguna, una de las mejores películas de los últimos años.
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