Ya llegó el momento, compañero 2015, y no debemos dilatarlo más. Te tienes que marchar y no hay nada más que decir. Como tu predecesor 2014, te me has pasado bastante rápido y, aunque eso pueda parecer bueno, creo que en conjunto no has sido ni mucho menos sobresaliente. En las cosas básicas (familia, trabajo y salud) no me puedo quejar, pero siempre se puede mejorar en algo, como por ejemplo en escribir más, algo para lo que me cuesta bastante sacar tiempo.
En el trabajo, pese a la estabilidad que tengo (mantengo el mismo puesto desde hace más de tres años) y a que al cambiar de charcutera me subieron el sueldo, me gustaría disponer de un nuevo reto (si me pagaran más, mejor, obviamente) que me ilusionara, aunque tuviera que dejar atrás a la fantástica gente con la que comparto mi dia a dia laboral.
De salud ando bastante bien, aunque creo que estoy más o menos igual desde que dejé el fútbol hace un par de años (mi espalda lo ha agradecido). Sin embargo este año he engordado (cosa que me va a costar voltear) y, sobre todo, he nadado menos, así que me gustaría poder volver a coger ritmo con eso. Para compensar he empezado a practicar esgrima, algo completamente casual y que me está encantando hacer, y que además me permite hacer algo de ejercicio de manera regular.
La familia se mantiene bien, mis abuelas siguen con achaques (sobre todo M.) pero siguen con nosotros. Mi madre se ha jubilado (creo que lo agradecerá), mi padre anda igual que siempre (ojalá no se lleve un susto por eso mismo) y mi hermana necesita una pizca de suerte para que las cosas empiecen a salirle rodadas. Eso sí, 2015, por lo que nunca te olvidaré es por haber sido el año en que me fui a vivir solo, algo que debería haber hecho antes y que creo que me está ayudando a crecer y a madurar. Me faltan cosas todavía por conseguir y por eso te daré (me daré) un Progresa Adecuadamente en plan optimista, esperando que tú hayas sido sólo el principio de algo más grande.
En asuntos más frívolos, pues con el Farsa has vuelto a las andadas (ganándolo todo) y además Nerón Florentino cada vez añade más fuego a un Real Madrid que se aleja del club que yo (y muchos) tengo en mente. Al menos el Estu se salvó fácil y ganamos un montón de partidos en casa, cosa que se agradece. Además he viajado bastante (entre otras cosas, el concierto de Jovanotti en Roma fue una pasada) y he visto algo que ni recordaba: un gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento de Madrid (veremos qué pasa con el Gobierno del país, esa es otra película).
Bueno, es el momento de despedirte, ya no tiene sentido que te quedes más, espero que el que te sigue sea mejor que tú...
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