Ayer vi cómo el gran
Andrei Shevchenko agrandaba un poco más, si cabe, su enorme leyenda de extraordinario futbolista. No sólo marcó los dos goles que supusieron darle la vuelta al marcador (se había adelantado Suecia con gol del inefable Ibrahimovic) y la victoria de su amada selección de Ucrania en su primer partido en una Eurocopa (lo celebraron como si hubieran ganado un título, fue uno de esos momentos grandes que tiene el fútbol), sino que además cerró numerosísimas bocas que le daban por acabado. Yo estaba tan convencido de que marcaría que, según me enteré de que iba a ser titular pensé que lo haría fácil fácil. Cuando encima escuché en la radio que las apuestas daban 16 euros por euro apostado a gol de "Sheva", pensé que si hubiera tenido cuenta 5 euritos (como poco) habrían caído...Una lástima, la verdad.
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"Sheva" ayer tras marcar el segundo |
Bueno, el caso es que al ver a Shevchenko ayer jugando, mi memoria me llevó de viaje en el tiempo nada más y nada menos que a 1997, cuando en la liguilla de la
Champions que terminaría ganando el Madrid (la ansiada séptima) el Dinamo de Kiev de un jovencísimo "Sheva" de 21 años se enfrentó en dos ocasiones al Barça de Van Gaal. En la primera de ellas el Barça se llevó de Kiev un severo correctivo de 3-0 que parecía verdaderamente un espejismo, básicamente porque a aquellos pipiolos ucranianos no les conocía nadie. Pero lo mejor estaba por llegar. En el Camp Nou tuvo lugar la primera de muchas exhibiciones posteriores de Shevchenko, cuando en una primera parte sensacional le metió un hat-trick a un Vítor Baia que terminó el partido llorando y pidiendo perdón. Aquella actuación y la del año siguiente eliminando al Madrid le valieron su fichaje por el Milan y el resto es historia. Sin embargo guardo con cariño el recuerdo de aquel partido porque esa fue la primera vez que recuerdo haber visto jugar a Andrei Shevchenko, y evidentemente todavía no he visto la última.
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Shevchenko el día que hizo llorar a Vítor Baia |
No sólo me han venido recuerdos "viejunos" al ver a Shevchenko. El domingo, después del sufrido empate de España ante Italia (ojo, que es Italia, no Luxemburgo, aquí nos creemos que le vamos a ganar 3-0 a todo el mundo) me vi el partido entre Irlanda y Croacia (donde no hubo color, los croatas son mejores) y me encontré con otro viejo rockero como Shevchenko. En este caso se trataba de
Robbie Keane, el delantero irlandés y capitán de su selección. Con Keane me pasó como con "Sheva" ayer, mi cabeza se puso a pensar cuándo había sido la primera vez que había visto a este tipo y el viaje fue incluso más largo, no en tiempo pero sí de lugar.
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Keane tratando de evitar a Modric, el domingo pasado |
La primera vez que vi jugar a Robbie Keane yo estaba en
Galway (Irlanda) en julio de 1998. Además del Mundial que ganaron los gabachos con Zizou a la cabeza (aunque quizá este comentario corresponda más al de 2006, jajaja) se jugó un campeonato europeo sub 19. Yo sólo vi la final, básicamente porque, sorpresas de la vida, Irlanda estaba en la final. Yo estaba con mis amigos en el
Supermac's de la
Eyre Square pasando la tarde mientras veíamos aquel partido que terminó ganando Irlanda en los penaltis. Lo más curioso es que de los jugadores que estuvieron en aquella final no recuerdo a nadie más que a Robbie Keane, quizá sea el único que hiciera carrera pero lo dudo. Me resultó tan curioso aquel delantero bajito, rápido y fuerte, que he seguido su carrera desde entonces (Wolverhampton, Leeds, Inter, Tottenham, Liverpool, Aston Villa...Y ahora EE.UU. con Beckham) y la verdad es que le guardo simpatía porque le relaciono directamente con aquel mes cojonudo que pasé en Irlanda. Qué bonito es recordar los buenos momentos, aunque espero que el bueno de Robbie palme pero bien contra España el jueves.
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Ahí está, a la derecha, un jovencísimo Keane celebrando el título |
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