Hoy hace seis años que empecé con esto del blog. He publicado, incluyendo éste, 418 posts. No está mal, aunque creo que podría (debería) haber escrito más. Supongo que si me pagaran por ello me lo tomaría más en serio...O no, jajajaja. El caso es que pasan los años y sigo manteniendo un mínimo de publicaciones por el blog. Normalmente son cosas de fútbol, libros, canciones, pelis, series o indignaciones en general, el tipo de cosas que se me pasan por la cabeza. No voy a cometer el error de decir que voy a escribir más (con mi trabajo de ahora no tengo tanta facilidad como antes) pero sí que voy a seguir haciéndolo.
Cuando comencé con esto estaba en el puto pozo emocional, así de crudo suena. Empezar a escribir aquí fue como si me lanzaran una cuerda y empezara a trepar. Por eso siempre estaré agradecido al blog, pero también por ser un lugar en el que puedo decir lo que me venga en gana, dar mi opinión o mi análisis de lo que me apetezca sin que tenga que censurarme. Y es que escribo para mí, para recordar lo que opinaba sobre fulano o sobre mengano, para ver qué libros leí y qué me parecieron, para ver la cantidad de canciones que forman parte de la banda sonora de mi vida.
Soy Rísquez y llevo seis años sin tener billete...
En 2007 el actor Jon Hamm tenía 36 años y la verdad es que no lo conocía ni el Tato. Y de repente...Pum, el éxito. Jon Hamm dejó de ser Jon Hamm y pasó a ser Don Draper, el protagonista de la serie "Mad Men". Antes de eso, trabajó como profesor, camarero o en diseño de sets para películas semipornográficas, mientras hacía cientos de audiciones (con poco éxito) y participaba en pequeños papeles de series y películas. Cuando llegó Don Draper cambió todo, pasó no sólo a ser un actor de éxito y reputado, lo que le permitió participar en películas y personajes de más peso, sino que además fue considerado de inmediato un sex symbol. De la nada al todo con 36 años.
Hoy, 14 de julio de 2017, Rísquez cumple 36 años. El año pasado hice una comparación similar con Harrison Ford/Han Solo, pero creo que en este caso es distinto. Al contrario que a Ford con el personaje de Star Wars, a Jon Hamm con Don Draper le va a pasar como a Elijah Wood con Frodo, Jon Hamm siempre va a ser Don Draper, a menos que haga otro personaje que sea tan icónico.De algún modo quería hacer esa comparación para tener presente que, si bien la vida de uno puede cambiar de un año para otro y despegar del todo, también puede cambiar y subir un poco menos. El año pasado justo antes de mi cumpleaños cambié de trabajo y ha sido un año fantástico en lo profesional, pero también he de ser consciente de que cuando las cosas cambian a mejor puede ser como Han Solo o como Don Draper...Y entre los dos, sólo uno hizo de Indiana Jones después.
A modo de curiosidad, dejo un vídeo con un Jon Hamm de 25 años participando en un TV Show de citas...Lo mejor es el corte de pelo, que yo mismo sufrí en aquella época (1995).
Junio acabó el viernes pasado y es hora de pasar revista a las lecturas acaecidas en tan buen mes. Han sido un total de 7 libros (uno en inglés, otro en italiano y el resto en español), de los cuales cinco fueron novelas y dos cómics. Siguiendo con la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:
Eusebio
es un tipo sin preocupaciones, heredó una suma importante de dinero y
sólo trabaja para no aburrirse. Cuando el tedio llega, presenta su
dimisión y hace un viaje a un confín alejado del planeta. Todo parece
formar parte de un círculo en el que no se distingue el principio del
fin y en el que cada paso se repite una y otra vez. Sin embargo,
Guillermo, un amigo de Eusebio, se encuentra con él un día y, además de
hablar de su reciente paternidad, le confiesa que ha estado manteniendo
un affaire sadomasoquista con una mujer. Eusebio queda impactado, y más
cuando Guillermo muere en un accidente. En ese momento, Eusebio decide
buscar a esa mujer, y, al encontrarla, cae perdidamente enamorado de
ella. Pero la faceta que ella muestra no es la que intrigaba a Eusebio,
dado que su perfil de dominatrix no aparece en ningún momento. Esto
provoca que la cruzada de curiosidad perversa de Eusebio no haga más que
aumentar, haciendo que éste descienda paulatinamente hacia los
infiernos de la antítesis de lo moral sexualmente hablando. Es una
novela fantástica, de esas que no puedes parar de leer y que confirma
que Luisgé Martín es uno de los grandes activos de nuestra literatura.
La
segunda novela de Jesús Carrasco tras la maravillosa "Intemperie" deja
un regusto diferente al de su predecesora respecto al resultado final de
la historia. En este caso la trama se sitúa en una época temporal
indefinida (bien podría ser el siglo XX) bajo la ficticia premisa de que
España ha sido invadida por un Imperio centroeuropeo. En esa situación,
en una zona de Extremadura habita un héroe de las guerras imperiales (o
lo que queda de él) y su mujer, que vive para cuidarlo. Un día aparece
un vagabundo, presumiblemente alguien que vivió en la zona, y que
simplemente se queda allí. A partir de ahí, la trama se divide en dos,
teniendo por un lado el proceso de metamorfosis de punto de vista vital
de la mujer al reflexionar sobre el sujeto que ha aparecido de repente
en sus tierras, y por el otro la historia de ese vagabundo desde que es
apresado en su casa hasta que consigue finalmente volver a ella. La
historia no es especialmente original, dado que el lector de algún modo
sabe lo que va a suceder en cada momento, y eso hace que el resto de
cosas buenas que la componen queden deslucidas. A destacar la calidad de
la prosa y la riqueza de vocabulario de Jesús Carrasco (he tenido que
buscar en el diccionario no menos de 15 palabras, algo que sólo me ha
sucedido con su libro anterior, en el que fueron incluso más), que
denotan que tenemos un gran escritor entre manos, y que si la historia
le acompaña será capaz de producir auténticas obras maestras como en su
primera novela.
El
segundo tomo de la ambiciosa obra de Alfonso Zapico sobre la Revolución
de Asturias (que de alguna forma fue el ensayo de la Guerra Civil que
empezó dos años después) mantiene el enorme nivel de la primera entrega,
y confirma que su autor está entre los grandes de la novela gráfica
española, junto a Paco Roca o Antonio Altarriba. Lo mejor que se puede
decir de obras como ésta es que deberían leerse en los colegios, para
que la Historia quede clara y no repita sus capítulos más oscuros.
Imprescindible.
A partir de un hecho
histórico real, la imposición de una determinada ópera (la que da título
a esta novela) por parte del gobernador de una ciudad de Sicilia en la
segunda mitad del siglo XIX a la hora de inaugurar el teatro, Camilleri
nos cuenta los tejemanejes que se producen en su amada y ficticia Vigàta
(con incendio del teatro y muertes incluidas) usando, como siempre, su
particular estilo de escritura. El resultado es una historia más o menos
entretenida, en la que prima el diálogo (casi parece una obra de
teatro) y de la que habría que destacar la facilidad del autor para
escribir en las diferentes voces de los personajes, ya sean sicilianos,
florentinos, milaneses o romanos, cada uno con su propio acento y
dialecto (algo que sólo se puede apreciar en la versión original de la
novela, obviamente).
Alain Delambre, antaño
flamante director de Recursos Humanos, lleva cuatro años sobreviviendo
laboralmente con pequeños trabajos, mal pagados y para los que está
sobrecualificado. Ante la oportunidad de ser contratado en una gran
empresa, aunque sea a través de un proceso de selección nada común (una
simulación de secuestro de rehenes), Alain no duda en dar el todo por el
todo, aunque eso signifique cruzar líneas que lo alejan de la sociedad.
El libro está bien escrito y es muy entretenido, pero tiene una
exigencia fundamental para el lector: éste debe aceptar que el
protagonista, en su desesperación, toma decisiones que, como mínimo, son
ética y moralmente reprochables, y sobre todo nada habituales. De
alguna manera, Alain Delambre se parece mucho a Walter White (el
protagonista de la serie de TV "Breaking Bad"), ya que ambos, ante una
situación crítica y crucial, emprenden una huida hacia delante en la que
justifican todo lo que hacen afirmando que todo lo hacen por su
familia, pero en realidad les gusta el camino que han tomado.
Interesante.
Si
se juntan un genio de los cómics como Scott Snyder y un genio del
terror como Stephen King, el resultado es una obra adictiva, entretenida
y muy original, en la que se le da una nueva perspectiva al mito de los
vampiros. No me extrañaría que las andanzas de Skinner Sweet terminarán
en una serie de televisión.
La
mejor novela de David Trueba. Así, sin más. He leído todos sus libros
anteriores y siempre me han gustado, algunos mucho ("Cuatro amigos" o
"Saber perder") y otros menos ("Blitz"), principalmente porque en todos
ellos es fácil reconocer la voz de su autor, una manera de narrar que
llega al lector (al menos a mí) de manera tremendamente cercana, como si
fuera la de alguien conocido. "Tierra de campos" es de esos libros que
no quieres que se terminen, de los que te apena llegar al final. Quieres
saber más de Dani "Mosca" Campos, más detalles de cómo creció, más
anécdotas de su peculiar padre o de sus amistades... Más, el lector sólo
quiere más. Supongo que es porque la historia es entretenida (lo es) o
porque todos hemos querido ser artistas de algo, pero sobre todo es
porque lo que Dani cuenta y reflexiona en el libro (todo él es una
reflexión sobre lo que significa hacerse mayor, que no mejor) es tan
real que parece que David Trueba te ha leído la mente. Libro fantástico,
muy recomendable.