Este fin de semana ha sido de los peores que he vivido como aficionado. Derrota del Estu el viernes y descenso confirmado el domingo, y victoria inútil del Madrid ya que el Atleti también venció y se proclamó campeón. Y para rematar la lista para la Eurocopa de Luis Enrique. Vamos por partes.
Lo del Estu se veía venir, dicen todos, pero no desde cuándo. Desde hace años la planificación es mala en el mejor de los casos, como ya escribí por aquí antes de que echaran (justamente) a Zamora, pero lo de este año se ha unido a un tremendo infortunio. El covid nos ha hecho jugar demasiados partidos seguidos por acumulación de aplazados, y bastantes con bajas por la dichosa enfermedad. De hecho, Gentile (uno de nuestros puntales) dio por terminada la temporada por las secuelas del bicho, y hemos jugado el último partido sin dos jugadores por ser positivo. Si a eso unes las lesiones de larga duración (Edwin Jackson casi toda la temporada, Giedraitis la mitad, Roberson los últimos tres meses, Vicedo el último mes) y la espantada del poco o nada profesional José Juan Barea (mucho lirili y poco lerele el del puertorriqueño), tenemos un cuadro que se parece a lo que Picasso pintó en el Guernica: una catástrofe. Los únicos brotes verdes se han visto en la aparición de Nacho Arroyo y Rubén Domínguez en el partido en el que nos jugábamos todo. Ojalá desde LEB sepamos construir un equipo que deportivamente nos haga crecer hasta el ascenso y nos permita competir en ACB con regularidad, aunque si siguen los responsables de esta hecatombe lo tenemos complicado.
La victoria del Atleti en la Liga es el claro ejemplo de que se acabaron las Ligas de 100 puntos, porque se acabaron las plantillas estratosféricas de Madrid y Barcelona y ahora tendrán que luchar en la misma competición que el Atlético. Lo de este año del equipo del Cholo lo reivindica a él como un gran entrenador (por si alguien dudaba), porque ha hecho un cambio radical en el esquema y en la manera de afrontar los partidos, quizás porque tener a Suárez le ha empujado a ello. Su dibujo táctico de tres centrales, dos carrileros ofensivos, el medio con Koke de general en plaza y Suárez en punta le ha servido al Atleti para ser el equipo más fiable en la mayor parte del campeonato, dominando los encuentros, marcando sin mucha dificultad y atrás tan fiables como siempre, y con eso han podido sumar la undécima Liga del palmarés rojiblanco. Desde aquí mi enhorabuena.
El Madrid acabó la temporada mejor que la empezó, tanto en juego como en sensaciones competitivas, pero no le bastó esa capacidad de supervivencia para sumar título alguno al terminar la campaña. Lo de la Copa del Rey fue un accidente y se puede tomar como tal, pero añadir la Supercopa de España no ayuda a poder dar la temporada blanca como buena pese a la carencia de títulos. Es cierto que se ha competido hasta el final en la Liga y se ha llegado a semifinales de Copa de Europa (superados justamente por un Chelsea físicamente superior), pero es que en ambas competiciones el equipo no daba para más, y en las dos primeras se perdió con el Alcoyano y con el Athletic de Bilbao. Sólo hay dos atenuantes: el número absurdamente exagerado de lesiones durante la temporada (Ramos ha jugado 21 partidos y Carvajal 15, para hacernos una idea) y que, quitando a Benzema, el Madrid no tiene pegada alguna arriba. Se tiene un buen bloque defensivo, algo que ha quedado demostrado con las numerosas bajas en defensa que han permitido ver no sólo a los cuatro reservas de atrás (Militao y Nacho colosales), sino incluso a los laterales del filial, y los resultados han sido buenos. Se tiene un medio del campo francamente bueno, con Casemiro y Kroos con años por delante, Modric en unos dulces últimos años y Valverde a punto de explotar, pero Odegaard huyó en vez de competir y Ceballos lo mismo, Isco es un exjugador al que deberían agradecerle los servicios, como a Marcelo. Arriba lo comentado de Benzema, el único superclase que tiene el Madrid actualmente, porque Hazard ni está ni se le espera (seguro que en la Eurocopa lo rompe), los dos brasileños están muy verdes (Vinicius no sabe ni pasar ni rematar y Rodrygo es demasiado irregular), Asensio sigue necesitando una infusión de sangre de Lucas Vázquez y Mariano... Es Mariano. De Jovic ni hablo, que lo regalen rápido.
En resumen, la temporada del Madrid ha sido como de 6,5 a 7, pero la de su entrenador es de 8 a 8,5 porque ha sacado petróleo de circunstancias muy poco favorables. Ojalá siga Zidane, pero sólo en las condiciones que él quiera. Claramente hay gente que debe salir del equipo (Marcelo, Isco, Mariano, Jovic) y alguno que quizás (Odriozola), hay dudosos (Vinicius, Rodrygo, Asensio), hay gente que merece renovar (Nacho y Lucas Vázquez) y otra que debe hacerlo a la baja (Ramos). De los cedidos que vuelven sólo me quedaría con Ceballos y Odegaard (Bale no sé si vuelve, lo temo), y si se puede vender al primero, mejor. Habrá que ver (al tercer año) cómo está Hazard, pero es absolutamente necesario fichar a un delantero goleador que acompañe a Benzema, y luego fichar a algún defensa, medio o jugador de banda que supla las bajas que se producirán. Lo de Alaba que se rumoreaba me parecería bien, pero si el Madrid quiere volver a competir en lo más alto necesitamos un Haaland, un Mbappé, un Harry Kane. Si no viene nada de eso, se luchará como mucho por la Copa del Rey.
Y como colofón la lista de Luis Enrique. Me acuerdo de las risas que hubo con la lista de la compra que se le coló a Sanchis en Internet. Aquella lista parecía mejor confeccionada que la de Lucho. Uno puede tener más o menos querencia por unos u otros jugadores, pero lo que clama al cielo de esta lista son las ausencias y las cosas raras en general. Por partes:
- Que no vaya el mejor central (si me apuras el mejor defensa con Azpilicueta) de España esta temporada es absurdo, ¿cómo no va Nacho? En forma, polivalente, con experiencia al máximo nivel. Su ausencia es la más absurda de todas, y más si llevas a Eric García (suplentísimo con Guardiola), Diego Llorente (no creo que el central suplente del Leeds sea mejor que el del Madrid) o Laporte que es español desde hace 15 minutos.
- Aunque a la zaga no le va la ausencia del mejor lateral derecho si no está Carvajal, que es Jesús Navas. Y si a eso unes el despropósito que es llevar a Marcos Llorente (jugador del medio del campo toda su carrera y más este año en el que se ha consagrado) de lateral derecho... Apaga y vámonos.
- ¿Y qué decir de Aspas? Más de una decena de goles y asistencias en el Celta de Vigo, y prefiere llevar al suplente del PSG. Sarabia es un gran jugador... Pero Aspas es mejor y más útil, además de que tiene más gol.
- No llevar a Ramos puede parecer hasta razonable teniendo en cuenta los problemas físicos que ha tenido, pero es que ya tiene el alta y el primer partido de España es en tres semanas. Vamos, que si no se pone en forma en tres semanas es que se ha lesionado otra vez... Y se podría cambiar por otro jugador.
- Pero es que lo más idiota que ha hecho Luis Enrique en su lista es no llevar a 26 cuando puedes hacerlo y escoger a 24. Parece que no ha aprendido del entrenador de River. Las oportunidades se deben aprovechar, y no gastar esas dos balas me parece pegarse un tiro en un pie.
Con todo esto, lo que me queda claro es que la mejor época de la selección ya se cerró (Rubiales se encargó de ello en el Mundial 2018 echando a Lopetegui a dos días de empezar), y que ahora sólo podemos estar a verlas venir, tratar de pasar a las eliminatorias y caer honrosamente en octavos o cuartos de final. Pero la lista de Luis Enrique parece una provocación, un echarse a todo el mundo encima para hacer una piña, que le tiren piedras mediáticamente hablando y él conteste como Clemente. Es decir, parece que Luis Enrique ha decidido volver a Francia 1998. Aquello no salió bien, y eso que teníamos una selección mejor que ésta. Espero equivocarme y que Lucho sea más listo y mejor que todos nosotros, y que nos lleve bien lejos, pero la sensación es la misma que entonces.