Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

domingo, 14 de mayo de 2017

El sectarismo violento de la afición del Atlético de Madrid

El Madrid eliminó al Atleti de la Copa de Europa el miércoles pasado. Así, sin más. Fue una eliminatoria en la que los rojiblancos fueron dominadores sólo los primeros 20 minutos del segundo partido. 20 minutos de 180. Dos goles en esos minutos por cuatro del Real Madrid en el resto. La superioridad del Madrid en la eliminatoria fue, de algún modo, el paradigma histórico entre ambos equipos: el ganador y el segundón. El equipo que ha ganado más Copas de Europa frente al que no ha ganado ninguna. Nadie debería sorprenderse ni enfadarse por ello, básicamente porque, como ocurre en cualquier tipo de competición, siempre hay ganadores y perdedores, mejores y peores. Y el Madrid, ahora e históricamente, es mejor que el Atleti.

Sin embargo, en esta rivalidad vecinal hay mucha más inquina de la que podría presuponerse. Pero es principalmente de un lado hacia otro. De los aficionados del Atlético de Madrid hacia los del Real Madrid. Desde que los colchoneros recuperaron el estatus perdido durante años de travesía por el desierto (los que van desde el descenso a Segunda División hasta la llegada de Simeone), ha crecido la animadversión rojiblanca hacia todo lo que tenga que ver con el Real Madrid. Su comportamiento en general es propio de las sectas, con mensajes del tipo "estás conmigo o estás contra mí", en el que no existe la autocrítica y toda derrota se justifica con alguna excusa (errores arbitrales que los perjudican, la diferencia presupuestaria, o incluso la mala suerte). Y la mejor de todas, afean a los aficionados de otros equipos (principalmente a los del Madrid) que son peores hinchas que ellos, por cosas como no ir al estadio (como si ir al Bernabéu fuera económicamente sencillo) o no acompañar al equipo cuando juega fuera (como si eso distinguiera de verdad lo aficionado que es uno).

Lo mejor de todo es esa especie de mantras que suelta su gurú Simeone que no hacen nada más que autoconvencerlos no de que tengan razón, sino de que poseen la verdad. Están convencidos de ser la mejor afición porque animan cuando peor le van las cosas al equipo, lo que es rotundamente falso (no hay más que ver cómo reaccionó la bendita afición tirando huevos a sus jugadores cuando el equipo bajó a Segunda). Sueltan mensajes de humildad, de creer en el esfuerzo y en el trabajo, pero luego cuando llega la derrota siempre tienen una excusa (la del presupuesto suele ser la mejor, porque siempre sirve...Menos cuando no juegan contra Madrid y Barça), y carecen de autocrítica.

Pero lo peor de todo es cómo se comportan ante la victoria y la derrota contra su máximo rival. Si el Atleti gana ha sido todo brutal, juegan como leones, han aplastado al enemigo, ha habido lección táctica, aparecen miles de "memes" que reenvían a todo madridista que conozcan...Ahora bien, si el Atleti pierde...Se produce el "silenzio stampa" en el que ningún atlético participa en los chats de WhatsApp a menos que sea para decir que el árbitro influyó, que el presupuesto tal o que hubo mala suerte. Si hubo un baño absoluto (como en la ida de la última eliminatoria) no hay participación alguna de esos "fantásticos aficionados", y la recepción de "memes" no la llevan especialmente bien.

Siguiendo este guión, el miércoles, escribí a un furibundo aficionado atlético para decirle que lo habían luchado y que enhorabuena. Su respuesta fue la foto del mosaico "Orgullosos de no ser como vosotros" y le respondí que cuando les tiraban huevos tampoco estaban tan orgullosos. Luego le envié un "meme" con la camiseta del Atlético de Madrid y el símbolo de la Copa de Europa con un -3 (por las tres finales perdidas) y la respuesta fue la que se puede ver en la imagen siguiente.


El tipo que me escribió esto, insultándome y amenazándome con pegarme, es un afable hombre de casi sesenta años, trabajador, educado y tranquilo...Si no aparece el fútbol de por medio. Cuando se habla con él de fútbol se convierte en pendenciero, gritón y, como se puede comprobar, violento, adoleciendo de todo lo que he comentado antes. Tras escribirme toda esa retahila, me bloqueó de WhatsApp y de Skype. Yo le escribí un correo, pidiéndole disculpas por si le había ofendido, y entonces ya reculó un poco. Me pidió disculpas él a mí y trató, sin éxito porque no tiene justificación su respuesta, de explicarse por lo sucedido. Lo que no hizo fue desbloquearme de nada.


Este incidente, que he compartido con mucha gente, me ha parecido ilustrativo de cómo es el proceder de los aficionados del Atleti en general. No hay nada que explique ese comportamiento sectario y violento, NADA. A mí me gusta el fútbol como al que más, pero esto es inadmisible. Cuando Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, siempre abogué por su expulsión del Madrid (jamás debería haber venido) y creo que esto va en esa línea. Si queremos que el fútbol siga siendo tan bonito hay que erradicar todo esto, y no alabar a la infatigable afición del Atleti por animar a su equipo cuando los eliminan. Y es que, ojo, estos "benditos hinchas" son los mismos que mataron de una puñalada a Aitor Zabaleta y tiraron al río después de una paliza al radical del Deportivo de la Coruña, "Jimmy". Se suele decir que esas cosas sólo son propias de radicales, pero vista la respuesta de un simple aficionado, todo termina por encajar.

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