Tras numerosos dimes y diretes, la final de la Copa del Rey se jugará en el Camp Nou el próximo 30 de mayo, con el Athletic de Bilbao como local, paradójicamente. Supongo que para muchos madridistas será una noticia feliz, porque no se celebra en el Santiago Bernabéu, pero para mí es motivo de vergüenza. Vergüenza como madridista y también como madrileño.
Vergüenza como madrileño porque un evento de esas características atrae turismo y, por ende, ingresos a la ciudad. Madrid es una ciudad estupenda, con muchísimas cosas para ofrecerle al viajero, pero el turismo no está tan explotado como se debería. ¿Por qué cerrarse una puerta tan accesible como ésta rechazando ser sede de la Copa del Rey? De hecho lo suyo sería que la final siempre fuera aquí, por su condición de capital de España, cambiando (si se quiere) entre el campo del Atlético y el del Madrid, al no disponer de un Wembley como los ingleses (qué envidian me dan con cosas como ésta). Con esta estúpida decisión Florentino y sus acólitos nos deben ya más de una (no es la primera vez que escurren el bulto con una final igual que ésta), y deberían pagarla.
Vergüenza como madridista porque siempre he considerado al Madrid como un club señor, "Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano" como reza nuestro castizo himno (el de las mocitas, no esa basura operística perpetrada por el de Mecano y Plácido Domingo). Con esta triste acción veo, sobre todo, que hay muchas envidias y rencores hacia los finalistas (principalmente contra el Barça), y de bueno y fiel hermano parece que hemos tomado como referencia a Caín, así que de poner la otra mejilla y considerar como hermanos a culés y leones...Me da que no, parece que caló el mensaje del indeseable ex-valido. Una pena, la verdad.
Las voces a favor de la medida florentiniana usan como pobres argumentos dos: que las dos aficiones pitan el himno español y que la última vez que el Barça jugó la final de Copa del Rey en el Bernabéu (1997 con victoria sobre el Betis) destrozaron asientos, baños y demás, cual turba de salvajes. Bien, pues son dos chorradas. La primera porque el que no es capaz de respetar un himno queda retratado como lo que es, un maleducado de campeonato. Y la segunda porque los salvajes son eso, simples brutos obsesionados con la violencia que celebran los títulos haciendo el borrico y destruyendo cosas, mientras llevan puesto el uniforme de su equipo. ¿No sería mejor para el Madrid quedar como club señor dejando el estadio y que si luego pitan y destrozan cosas queden los otros como bárbaros? Se ve que Florentino no opina lo mismo.
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