Sin embargo, pese a esa opinión sobre su nivel futbolístico, también he considerado siempre que se trataba de un buen tipo. Alguien que ha triunfado en todo lo que ha hecho, tanto a nivel de ingresos como de títulos y que, pese a eso, siempre se ha mantenido con los pies en la tierra, comportándose sin estridencias, relacionándose con la gente con la que se había relacionado desde pequeño (familia, amigos, etc.). Esto se ha confirmado con la reciente charla que ha tenido con Carlos Matallanas (del que ya he hablado por aquí en otras ocasiones) con motivo de la enfermedad de este último y que podéis ver a continuación. Unos 15 minutos deliciosos en los que queda claro que Fernando Torres es un crack...Como persona.
Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener
viernes, 24 de abril de 2015
Fernando Torres un crack...Como persona
Siempre he considerado a Fernando Torres como un buen futbolista, pero nunca al nivel al que la prensa lo subió cuando dio sus primeros pasos en el Atlético de Madrid. Supongo que influyeron en aquello cosas como el Atleti estaba en Segunda, que los referentes del Doblete estaban en horas bajas, y que el chaval tenía desparpajo. Sin embargo, analizándolo fríamente los números de Torres como delantero centro de clubes importantes y de la mejor Selección Española de la Historia son tirando a mediocres (una media de goles baja en ambos ámbitos), exceptuando la portentosa temporada con el Liverpool que terminó de encumbrarlo periodísticamente hablando.
Sin embargo, pese a esa opinión sobre su nivel futbolístico, también he considerado siempre que se trataba de un buen tipo. Alguien que ha triunfado en todo lo que ha hecho, tanto a nivel de ingresos como de títulos y que, pese a eso, siempre se ha mantenido con los pies en la tierra, comportándose sin estridencias, relacionándose con la gente con la que se había relacionado desde pequeño (familia, amigos, etc.). Esto se ha confirmado con la reciente charla que ha tenido con Carlos Matallanas (del que ya he hablado por aquí en otras ocasiones) con motivo de la enfermedad de este último y que podéis ver a continuación. Unos 15 minutos deliciosos en los que queda claro que Fernando Torres es un crack...Como persona.
Sin embargo, pese a esa opinión sobre su nivel futbolístico, también he considerado siempre que se trataba de un buen tipo. Alguien que ha triunfado en todo lo que ha hecho, tanto a nivel de ingresos como de títulos y que, pese a eso, siempre se ha mantenido con los pies en la tierra, comportándose sin estridencias, relacionándose con la gente con la que se había relacionado desde pequeño (familia, amigos, etc.). Esto se ha confirmado con la reciente charla que ha tenido con Carlos Matallanas (del que ya he hablado por aquí en otras ocasiones) con motivo de la enfermedad de este último y que podéis ver a continuación. Unos 15 minutos deliciosos en los que queda claro que Fernando Torres es un crack...Como persona.
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martes, 21 de abril de 2015
Escenas de película: La forma A-38 de "Las 12 pruebas de Astérix"
Cada vez que tengo que hacer un trámite burocrático y se complica, aunque sea ligeramente, siempre viene a mi mente la mítica escena de "Las 12 pruebas de Astérix", cuando nuestros irreductibles galos han de conseguir la forma A-38 para salir de la denominada Casa que enloquece. Es, probablemente, el mejor ejemplo de cómo puede ser de perniciosa la burocracia, a través de una dura crítica a determinado tipo de funcionariado (sí, esos que tienen horario de 8:00 a 15:00 con dos desayunos y almuerzo incluidos) que convierte cualquier trámite en una prueba digna de los dioses.
Si alguien aparece por aquí, se pone el fragmento anterior y no ha visto la película, seguro que cuando termine los ocho o nueve minutos que dura la secuencia le parecerá que no me he equivocado un ápice en mi descripción. Sólo el inicio ya te dice mucho:
Astérix: Queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿Matricular una galera? No, aquí no es. Tienen que ir allá, a la capitanía del puerto.
Astérix: No, no queremos matricular una galera, queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿El puerto? Lo encontrarán a la orilla del mar. Siempre ha estado ahí.
Astérix: Pero no queremos el puerto. (gritando) Queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿eeeehhh?
Astérix: (gritando) LA FORMA A-38.
Viejo de recepción: Aaghh. ¡Qué modales! ¡No grite! ¿Qué cree, que estoy sordo? Vayan a la ventanilla 1 por el pasillo de la izquierda, última puerta a la derecha.
(...)
Por otro lado, aprovecho para comentar que la película es, al menos para mí, el cúlmen de las aventuras de Astérix. Quizá porque se hizo antes de que Goscinny muriera, ya que él era el guionista y es evidente que las historias publicadas por Uderzo tras su fallecimiento han sido de un nivel menor (alguna de las últimas directamente infame). De hecho, estoy convencido de que ésta no será la única vez que hablaré de ella en esta sección.
Si alguien aparece por aquí, se pone el fragmento anterior y no ha visto la película, seguro que cuando termine los ocho o nueve minutos que dura la secuencia le parecerá que no me he equivocado un ápice en mi descripción. Sólo el inicio ya te dice mucho:
Astérix: Queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿Matricular una galera? No, aquí no es. Tienen que ir allá, a la capitanía del puerto.
Astérix: No, no queremos matricular una galera, queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿El puerto? Lo encontrarán a la orilla del mar. Siempre ha estado ahí.
Astérix: Pero no queremos el puerto. (gritando) Queremos la forma A-38.
Viejo de recepción: ¿eeeehhh?
Astérix: (gritando) LA FORMA A-38.
Viejo de recepción: Aaghh. ¡Qué modales! ¡No grite! ¿Qué cree, que estoy sordo? Vayan a la ventanilla 1 por el pasillo de la izquierda, última puerta a la derecha.
(...)
Por otro lado, aprovecho para comentar que la película es, al menos para mí, el cúlmen de las aventuras de Astérix. Quizá porque se hizo antes de que Goscinny muriera, ya que él era el guionista y es evidente que las historias publicadas por Uderzo tras su fallecimiento han sido de un nivel menor (alguna de las últimas directamente infame). De hecho, estoy convencido de que ésta no será la única vez que hablaré de ella en esta sección.
jueves, 16 de abril de 2015
Libros Leídos Marzo 2015
Bien adentrados en abril, creo que ya era hora de hacer revisión de las lecturas del mes de marzo pasado.Han sido 7 libros en total, cinco en español, uno en italiano y otro en inglés. Respecto al género, han sido 4 novelas, 2 cómics y una revista futbolera. Siguiendo con la numeración de los libros leídos este año, tenemos:
15. "Condenada" de Chuck Palahniuk. 256 páginas (e-book).
Palahniuk siempre consigue sacarme alguna sonrisa, incluso en sus obras menores, como ésta. Se trata de una especie de diario de una chica de 13 años...Desde el infierno, con cartas dirigidas a Satán. La historia es original (todos sus libros lo son) pero no termina de engancharme como me ha ocurrido en otras ocasiones. Eso sí, la parte en la que Madison hace de teleoperadora para tratar de que la gente se muera y vaya al infierno me parece divertidísima. Entretenido.
16. "Arsesino: de terrorista a Rey de España" de Hernán Migoya y Enric Rebollo. 146 páginas (tablet).
Con ese título me tenía que haber dado cuenta de que iba a ser una chorrada como un piano, pero me dejé llevar por el otro cómic de Migoya que me había leído previamente (y con el que me reí bastante) y en esta ocasión me confundí. El pretendido humor que se busca está basado en bromas groseras, burdas y procaces, sin el menor sentido del gusto y de la gracia, básicamente porque incluso si haces un chiste de pollas tienes que tener talento. El resultado es un cómic rancio y aburrido. Malo de solemnidad.
17. "Hair Shirt" de Patrick McEown. 128 páginas (tablet).
Este es un cómic raro raro, ni siquiera recuerdo de dónde salió pero lo vi en la tablet y el título me resultó curioso. Un chico se reencuentra con un amor del pasado y todo parece ir bien hasta que una sombra del pasado hace que todo se complique...Acabo de releer esta última frase y es digna de contraportada de libro, me debería dedicar a esto. Decente.
18. "Mercado de invierno" de Philip Kerr. 416 páginas (e-book).
De este mojón de libro ya hablé aquí.
19. "Funny Girl" de Nick Hornby. 464 páginas (e-book).
Tengo a Hornby por uno de mis escritores favoritos y es, principalmente, por la facilidad con la que te cuenta historias que no tienen nada que ver unas con otras y que sin embargo hacen que el lector sumerja dentro de ellas tras la primera página. En esta ocasión, ambientada en los años 60 en Reino Unido, la historia es la de una chica de un ciudad de provincias (Blackpool) que renuncia a quedarse allí (donde acaba de ser nombrada Miss) para ir a Londres y tratar de convertirse en comediante (como Lucille Ball). No sólo lo consigue, sino que además se convierte en la estrella de una serie que causa sensación y en la que forma parte de un grupo de actores, guionistas y productor que funciona como una familia. La novela es sencillamente deliciosa y se lee rapidísimo (yo lo hice en inglés y me duró poco, pese al número de páginas), además de que te enamoras de Barbara y del resto de personajes.
20. "Líbero nº12" VV.AA. 116 páginas.
En el último número de la revista futbolera Líbero, entre otras cosas, se analiza la emergente figura de Isco, el legado de Maradona en Nápoles, la retirada de Riquelme, y tiene una entrevista deliciosa entre Luis García Montero y Miguel Ríos. Entrenida, como siempre.
21. "Il nero e l'argento" de Paolo Giordano. 128 páginas (e-book).
Paolo Giordano saltó a la fama (principalmente en Italia) tras ganar el Premio Strega con su primera novela, "La soledad de los números primos". Yo leí esa y la siguiente novela que publicó, y ambas me gustaron mucho, me pareció que eran historias con alma. En ésta su tercera obra ha dado un patinazo mayúsculo. La historia que nos cuenta es, básicamente, el desmorone de un matrimonio a partir del fallecimiento de la asistenta que llevaba la casa y cuidaba al niño. La historia puede ser curiosa a priori, cuando te lees la sinopsis, pero el resultado se hace extremadamente largo pese a que son pocas páginas y la historia resulta vacua pese a que está bien escrita (el estilo es florido pero el contenido inexistente). Aburrida.
15. "Condenada" de Chuck Palahniuk. 256 páginas (e-book).
Palahniuk siempre consigue sacarme alguna sonrisa, incluso en sus obras menores, como ésta. Se trata de una especie de diario de una chica de 13 años...Desde el infierno, con cartas dirigidas a Satán. La historia es original (todos sus libros lo son) pero no termina de engancharme como me ha ocurrido en otras ocasiones. Eso sí, la parte en la que Madison hace de teleoperadora para tratar de que la gente se muera y vaya al infierno me parece divertidísima. Entretenido.
16. "Arsesino: de terrorista a Rey de España" de Hernán Migoya y Enric Rebollo. 146 páginas (tablet).
Con ese título me tenía que haber dado cuenta de que iba a ser una chorrada como un piano, pero me dejé llevar por el otro cómic de Migoya que me había leído previamente (y con el que me reí bastante) y en esta ocasión me confundí. El pretendido humor que se busca está basado en bromas groseras, burdas y procaces, sin el menor sentido del gusto y de la gracia, básicamente porque incluso si haces un chiste de pollas tienes que tener talento. El resultado es un cómic rancio y aburrido. Malo de solemnidad.
17. "Hair Shirt" de Patrick McEown. 128 páginas (tablet).
Este es un cómic raro raro, ni siquiera recuerdo de dónde salió pero lo vi en la tablet y el título me resultó curioso. Un chico se reencuentra con un amor del pasado y todo parece ir bien hasta que una sombra del pasado hace que todo se complique...Acabo de releer esta última frase y es digna de contraportada de libro, me debería dedicar a esto. Decente.
18. "Mercado de invierno" de Philip Kerr. 416 páginas (e-book).
De este mojón de libro ya hablé aquí.
19. "Funny Girl" de Nick Hornby. 464 páginas (e-book).
Tengo a Hornby por uno de mis escritores favoritos y es, principalmente, por la facilidad con la que te cuenta historias que no tienen nada que ver unas con otras y que sin embargo hacen que el lector sumerja dentro de ellas tras la primera página. En esta ocasión, ambientada en los años 60 en Reino Unido, la historia es la de una chica de un ciudad de provincias (Blackpool) que renuncia a quedarse allí (donde acaba de ser nombrada Miss) para ir a Londres y tratar de convertirse en comediante (como Lucille Ball). No sólo lo consigue, sino que además se convierte en la estrella de una serie que causa sensación y en la que forma parte de un grupo de actores, guionistas y productor que funciona como una familia. La novela es sencillamente deliciosa y se lee rapidísimo (yo lo hice en inglés y me duró poco, pese al número de páginas), además de que te enamoras de Barbara y del resto de personajes.
20. "Líbero nº12" VV.AA. 116 páginas.
En el último número de la revista futbolera Líbero, entre otras cosas, se analiza la emergente figura de Isco, el legado de Maradona en Nápoles, la retirada de Riquelme, y tiene una entrevista deliciosa entre Luis García Montero y Miguel Ríos. Entrenida, como siempre.
21. "Il nero e l'argento" de Paolo Giordano. 128 páginas (e-book).
Paolo Giordano saltó a la fama (principalmente en Italia) tras ganar el Premio Strega con su primera novela, "La soledad de los números primos". Yo leí esa y la siguiente novela que publicó, y ambas me gustaron mucho, me pareció que eran historias con alma. En ésta su tercera obra ha dado un patinazo mayúsculo. La historia que nos cuenta es, básicamente, el desmorone de un matrimonio a partir del fallecimiento de la asistenta que llevaba la casa y cuidaba al niño. La historia puede ser curiosa a priori, cuando te lees la sinopsis, pero el resultado se hace extremadamente largo pese a que son pocas páginas y la historia resulta vacua pese a que está bien escrita (el estilo es florido pero el contenido inexistente). Aburrida.
lunes, 13 de abril de 2015
Vergüenza madridista y madrileña
Tras numerosos dimes y diretes, la final de la Copa del Rey se jugará en el Camp Nou el próximo 30 de mayo, con el Athletic de Bilbao como local, paradójicamente. Supongo que para muchos madridistas será una noticia feliz, porque no se celebra en el Santiago Bernabéu, pero para mí es motivo de vergüenza. Vergüenza como madridista y también como madrileño.
Vergüenza como madrileño porque un evento de esas características atrae turismo y, por ende, ingresos a la ciudad. Madrid es una ciudad estupenda, con muchísimas cosas para ofrecerle al viajero, pero el turismo no está tan explotado como se debería. ¿Por qué cerrarse una puerta tan accesible como ésta rechazando ser sede de la Copa del Rey? De hecho lo suyo sería que la final siempre fuera aquí, por su condición de capital de España, cambiando (si se quiere) entre el campo del Atlético y el del Madrid, al no disponer de un Wembley como los ingleses (qué envidian me dan con cosas como ésta). Con esta estúpida decisión Florentino y sus acólitos nos deben ya más de una (no es la primera vez que escurren el bulto con una final igual que ésta), y deberían pagarla.
Vergüenza como madridista porque siempre he considerado al Madrid como un club señor, "Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano" como reza nuestro castizo himno (el de las mocitas, no esa basura operística perpetrada por el de Mecano y Plácido Domingo). Con esta triste acción veo, sobre todo, que hay muchas envidias y rencores hacia los finalistas (principalmente contra el Barça), y de bueno y fiel hermano parece que hemos tomado como referencia a Caín, así que de poner la otra mejilla y considerar como hermanos a culés y leones...Me da que no, parece que caló el mensaje del indeseable ex-valido. Una pena, la verdad.
Las voces a favor de la medida florentiniana usan como pobres argumentos dos: que las dos aficiones pitan el himno español y que la última vez que el Barça jugó la final de Copa del Rey en el Bernabéu (1997 con victoria sobre el Betis) destrozaron asientos, baños y demás, cual turba de salvajes. Bien, pues son dos chorradas. La primera porque el que no es capaz de respetar un himno queda retratado como lo que es, un maleducado de campeonato. Y la segunda porque los salvajes son eso, simples brutos obsesionados con la violencia que celebran los títulos haciendo el borrico y destruyendo cosas, mientras llevan puesto el uniforme de su equipo. ¿No sería mejor para el Madrid quedar como club señor dejando el estadio y que si luego pitan y destrozan cosas queden los otros como bárbaros? Se ve que Florentino no opina lo mismo.
Vergüenza como madrileño porque un evento de esas características atrae turismo y, por ende, ingresos a la ciudad. Madrid es una ciudad estupenda, con muchísimas cosas para ofrecerle al viajero, pero el turismo no está tan explotado como se debería. ¿Por qué cerrarse una puerta tan accesible como ésta rechazando ser sede de la Copa del Rey? De hecho lo suyo sería que la final siempre fuera aquí, por su condición de capital de España, cambiando (si se quiere) entre el campo del Atlético y el del Madrid, al no disponer de un Wembley como los ingleses (qué envidian me dan con cosas como ésta). Con esta estúpida decisión Florentino y sus acólitos nos deben ya más de una (no es la primera vez que escurren el bulto con una final igual que ésta), y deberían pagarla.
Vergüenza como madridista porque siempre he considerado al Madrid como un club señor, "Enemigo en la contienda, cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano" como reza nuestro castizo himno (el de las mocitas, no esa basura operística perpetrada por el de Mecano y Plácido Domingo). Con esta triste acción veo, sobre todo, que hay muchas envidias y rencores hacia los finalistas (principalmente contra el Barça), y de bueno y fiel hermano parece que hemos tomado como referencia a Caín, así que de poner la otra mejilla y considerar como hermanos a culés y leones...Me da que no, parece que caló el mensaje del indeseable ex-valido. Una pena, la verdad.
Las voces a favor de la medida florentiniana usan como pobres argumentos dos: que las dos aficiones pitan el himno español y que la última vez que el Barça jugó la final de Copa del Rey en el Bernabéu (1997 con victoria sobre el Betis) destrozaron asientos, baños y demás, cual turba de salvajes. Bien, pues son dos chorradas. La primera porque el que no es capaz de respetar un himno queda retratado como lo que es, un maleducado de campeonato. Y la segunda porque los salvajes son eso, simples brutos obsesionados con la violencia que celebran los títulos haciendo el borrico y destruyendo cosas, mientras llevan puesto el uniforme de su equipo. ¿No sería mejor para el Madrid quedar como club señor dejando el estadio y que si luego pitan y destrozan cosas queden los otros como bárbaros? Se ve que Florentino no opina lo mismo.
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