Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 15 de diciembre de 2022

En semifinales se impuso el peso de la ley

No hubo espacio para la sorpresa en las semifinales del Mundial de Qatar, y pasaron los dos favoritos a la gran final. Argentina se merendó a Croacia casi sin despeinarse y Francia sufrió más de lo que se pensaba para doblegar a la selección revelación del torneo. La verdad es que los nombres de la final suenan tan bien como raros los de la final de consolación, donde no creo que nadie situara a Croacia y mucho menos a Marruecos.

La primera semifinal la ganaron Messi y Julián Álvarez, a partes iguales. El delantero le cogió la espalda a Gvardiol en una contra y recibió un penaltito de los que se pitan últimamente (a Argentina le han tocado varios a favor en este Mundial), y Messi se encargó de mandarlo a guardar aunque Livakovic, una vez más, adivinó el lado del disparo. Hasta ese momento el partido no había tenido nada de nada, probablemente lo que querían los croatas, y a partir de ahí Argentina creció. De nuevo Álvarez apareció para poner el 2-0 en la jugada con más suerte y más fe de todo el campeonato, ya que a base de trompicones sorteó dos defensas que no consiguieron despejar el balón y se quedó solo para ajusticiar a Livakovic. En la segunda parte más de lo mismo, pero apareció Messi para regalarnos una de esas jugadas de megaestrella haciendo su "Last Dance" particular, retratando para la foto al prometedor Gvardiol y regalando el gol al delantero del City. Y ahí se acabó el partido.

En la segunda semifinal, los defensivos marroquíes se encontraron con lo que no habían tenido en todo el campeonato: una desventaja en el marcador. Y encima nada más empezar. Lo que parecía el inicio de una goleada francesa, sirvió para mostrar que los marroquíes también podían jugar a algo diferente a lo mostrado, presionando a Francia e incluso mereciendo por momentos el empate. Los franceses hicieron lo que mejor saben, es decir, contemporizar y esperar que alguna de sus estrellas (Mbappé, normalmente) deje su sello y resuelvan el partido. Llegó el 2-0 y, excepto algún último estertor, los marroquíes entregaron la cuchara.

No sé qué pasará en la lucha por el tercer puesto, pero el título sin premio de selección revelación ya lo tiene Marruecos asegurado. Puede ser que lo de Croacia dando la campanada contra Brasil fuera sorprendente, pero lo de los magrebíes es pura Historia para África en un Mundial. Dicho esto, lo más probable es que Croacia gane como siempre, tras prórroga y penaltis.

Y en la final, la clara favorita es Francia, cualquiera que diga lo contrario no tiene ni idea de qué va esto. ¿Significa eso que Argentina no puede ganar? Para nada. Esto es a un partido, y tenemos bien fresco lo que le pasó a España y Portugal con Marruecos o lo de Brasil con Croacia. Por nombres, trayectoria y fiabilidad, Francia es mejor. Tiene mejores defensores, mejores medios y mejores delanteros. Pero también es cierto que Argentina está compitiendo francamente bien, con un Messi que camina pero que es decisivo, algo paradójico teniendo en cuenta que cuando se iba de seis contrarios Argentina fracasaba una y otra vez. El sistema albiceleste será, probablemente, con tres centrales, dos carrileros, tres medios machaca, Messi y Julián Álvarez. Los franceses dependerán del otro genio del Mundial, Griezmann, la fiabilidad atrás y la pegada arriba. No creo que sea un partido de muchos goles, y creo que será igualado, pero luego nunca se sabe, que es lo bonito del fútbol. Veremos.


 


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