Mi tío J. es un tipo particular. Es el pequeño de los tres
hermanos que tiene mi padre (todos varones) y siempre ha tenido el estatus de “El
niño”, aunque ya esté por encima de los 40. Esa categorización hace que el
resto de sus hermanos (mi abuela por descontado) le traten con un poco de
paternalismo y condescendencia pese a ser ya un hombre hecho y derecho, aunque también
es verdad que en algunas cosas se sigue comportando no como un niño, pero sí
como un adolescente, quizá por ser el pequeño, porque mis abuelos lo tuvieron
ya mayores o porque mi abuelo se murió cuando él era todavía un chaval (tenía
18 años). Pero si hablo hoy aquí de mi tío J. es por la cantidad de anécdotas
divertidas que atesora. Siempre ha sido un poco calavera, juerguista, caradura
y golfo, y por eso sus historias son de lo más divertido o variopinto. A
continuación pongo algunas de ellas:
- Cuando suspendió dos asignaturas en el instituto, en vez de ir con la cabeza gacha con sus padres, fue y les echó la bronca, diciendo “que no podían protestar, que sólo habían sido dos y bien podían haber sido muchas más”.
- Cuando cambió de instituto haciendo bachillerato, se metió en un equipo de balonmano femenino…Como masajista.
- En la mili estuvo destinado en la armería. Como tenían que darle las armas a las horas en punto de la madrugada (por las guardias) para que él registrara su entrada, lo que hacía era hacerle firmar por adelantado a los que tenían que dejárselas y se las llevaban a su cama, con lo que terminaba la noche durmiendo abrazado a 8 ó 9 metralletas.
- Una vez fueron él y mi tío F. de competición (hacían piragüismo) al norte de España con una mano delante y otra detrás, aparecieron en una playa, se camelaron a unas tías que estaban allí y terminaron sobando en sus tiendas de campaña…Y al día siguiente a competir.
- La última que cuento (hay muchas más, seguro que alguna vez más las cuento por aquí) ni siquiera es suya. Resulta que tenía un amigo que era hijo de un Teniente Coronel del Ejército del Aire y que vivía al lado del cuartel. El pájaro en cuestión cogía el uniforme de su padre, se lo ponía y se marchaba al cuartel a amedrentar a jóvenes reclutas pidiéndoles dinero…Increíble pero cierto.
Supongo que al ser el pequeño y llevarnos menos diferencia
de años que con el resto de nuestros tíos, tanto mi hermana como yo hemos
considerado siempre a J. como nuestro tío favorito, y él siempre nos ha tenido
más cariño a nosotros que a nuestros primos (también porque ha tenido más relación,
evidentemente). El caso es que cada vez tiene más años pero sigue comportándose
como el título de la canción esa…Forever Young.
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