Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

domingo, 28 de octubre de 2012

Paris Vs New York de Tony Miotto

Ayer volvian de viaje unos familiares míos que han estado en Nueva York, y al charlar de la ciudad de las ciudades y su comparación con otras urbes me acordé de una animación que había visto hace poco, en la que se muestran cómo son de distintos los enfoques de la vida entre París y Nueva York. Se trata de un vídeo de Tony Miotto, corto pero muy divertido, y es necesario encender los altavoces para poder disfrutarlo del todo. Buen domingo para todos.



sábado, 27 de octubre de 2012

Ayer tuve una cita...Con Indy

Pues sí amigos, ayer vi (como he hecho los anteriores dos viernes con las dos primeras) la tercera y última de las tres películas de Indiana Jones. (Nota. Para mí, después de ver ese triste ensayo sucedáneo vacuo que Spielberg llamó cuarta película, sólo hay una trilogía y así la trato). "Indiana Jones y la Última Cruzada" es mi película favorita, esa que todos tenemos y de la que nos sabemos todos los diálogos, con lo que es imposible que haya comentario negativo alguno en este post. Dentro de las películas ochenteras (es de 1989) es, quizá, la que magnifica ese subgénero de pelis para toda la familia que sólo se dio principalmente en el cine de esa gloriosa década, con guiños para padres y para hijos por igual. Las otras dos también me parecen maravillosas, así que he aprovechado que no tenía compromiso alguno los tres últimos viernes para verlas en la tele.


La trilogía de Indiana es una mezcla perfecta de aventuras, buenos contra malos, héroe con su chica, objetos míticos...Creo que lo mejor es que lo resuma en plan ingeniero (deformación profesional, supongo) con un elenco de claves que expliquen por qué la trilogía es tan buena e "Indiana Jones y la Última Cruzada" la mejor peli del mundo mundial. Ahí van:

  • Indy es un "prota" de aventuras sencillamente irrepetible, imitable sí (como Jack Colton, el personaje de Michael Douglas en "Tras el Corazón Verde"), pero nunca al mismo nivel. Se trata de la clase de personaje que causa admiración entre el género masculino, que piensa en lo mucho que le gustaría ser como él, y que provoca furor en el femenino, que desea fervientemente ser una de sus chicas, quizá porque la mezcla de arqueólogo y aventurero (además de ser muy atractivo) resulta francamente irresistible. El sombrero (el clásico Fedora), la chupa (yo tengo una, majetes) y el látigo son auténticos símbolos de un personaje mítico del cine. Además está interpretado por Harrison Ford, lo que, siendo objetivos, pone el listón a una altura inalcanzable, básicamente porque el mismo tipo ha sido, además de Indy, Han Solo en la "Guerra de las Galaxias" o Rick Deckard en "Blade Runner", dos personajes también clásicos en la Historia del cine.
  •  En las tres pelis hay secundarios de lujo, esos "robaescenas" ayudantes del héroe que engrandecen la película pasándola del notable al sobresaliente. En "En busca del Arca perdida" era Sallah (interpretado por John Rhys-Davies, que también sale en la tercera), en "Indiana Jones y el Templo Maldito" era Tapón (Ke Huy Quan) y en la última el gran Henry Jones (Sean Connery haciendo del padre de Indy), además de la inestimable presencia de Marcus Brody (Denholm Elliott) en la primera y la tercera. Una de las razones de que me guste más la última es la presencia de Henry Jones, Tapón es fantástico ("mucho divertido, Doctor Jones") pero Henry es irrepetible.
  • Los malos de las pelís de Indy son sensacionales, de eso no hay duda. En la primera eran René Belloq (además francés, para más inri) y sus colegas nazis (como el del medallón en la mano, que tenía tela), en la segunda Mola Ram y su manía de sacar el corazón a la gente mientras gritaba "Kalima", y en la tercera el traidor Donovan, la churri advenediza de Indy y el duro de pelar Coronel Vogel. Siempre digo que considero mejores la primera y la tercera por dos razones, la primera de ellas es porque los nazis son la perfecta elección de malo en peli de aventuras, básicamente porque no le tienes que explicar a nadie cómo de malos son. Probablemente Darth Vader y los nazis sean los malos más malos que la gente conozca, y como el bueno de Vader se redimió, sólo nos quedan los nazis.
  • Las chicas de Indy son un poco como las chicas Bond, siempre especiales y muy distintas entre sí. A mí especialmente me gusta Marion la que más (aunque no creo que debamos llegar al punto de la sucia cuarta y fallida entrega), porque es capaz de aportar más a Indy que Willie (aunque ésta es más divertida, eso es evidente) y porque es buena, lo que no se puede decir de la filonazi de Elsa. Además son guapas y están buenas, lo que lógicamente ayuda, jejeje.
  • Los objetos mágicos o McGuffin de las películas, es decir, el leit-motiv de la aventura, son francamente buenos, al menos en la primera y en la tercera. Considero que el Arca de la Alianza y, sobre todo, el Santo Grial están a años luz de las piedras de Sankhará, supongo que porque se trata de cosas que llevan en el imaginario popular desde hace miles de años y que tienen un significado que va más allá, y esta es la segunda razón por la que considero mejores la primera y la tercera. Con respecto a todo esto, ya comenté en el décimo libro que leí el año pasado lo importante que es lo que motiva a nuestro héroe a tener la aventura.
  • Los guiones son una maravilla absoluta. No sólo tienen los complementos que hemos comentado hasta ahora (personajes, objetos y demás), sino que te cuentan en dos horas y sin ningún trozo aburrido, una sucesión de acciones intrépidas, luchas, amor, etc. que hacen que el espectador pase un rato fantástico y muy entretenido.
  • La realización en las tres películas es sencillamente fantástica, es lo que hace grande el trabajo de dirección de Spielberg y del resto de su equipo. Hablo de localizaciones, trabajo de fotografía, los juegos de sombra para que se vea la figura de Indy con sombrero (tan característica), y sobre todo las persecuciones, ya sean con caballo, con lucha en camión, en carretilla de mina similar a una montaña rusa...La leche, amigos.
  • La música del maestro de maestros, John Williams. ¿Qué decir del tipo que creó la banda sonora de la "Guerra de las Galaxias", "Supermán", "Tiburón" o estas de Indy? No me extraña que tenga tantísimos Oscars.
  • Los comienzos de las películas (esto podría meterse en lo del guión pero creo que merece punto propio) son la leche, metiendo en faena al espectador desde el primer segundo. En el Arca con Belloq y los Obitos quitándole el ídolo a Indy después de que éste corriera delante de la bola gigante. En el Templo con los maléficos chinos en el club Obi-Wan que envenan a Indy mientras suena "Anything goes" y se monta un lío bárbaro. En la Última Cruzada con ese Indy de chaval (el malogrado River Phoenix) que pretende coger la Cruz de Coronado porque "debería estar en un museo". Unos inicios majestuosos, como digo.
  • Los puntos divertidos. Como cuando Indy mata al malabarista de la espada que trata de pararlo en la primera, la espeluznante comida de la segunda (en la que hay muchos momentos divertidos, probablemente sea la que más "de risa" es) o cuando Indy pica el suelo en la biblioteca de Venecia
  • Los bichos. No podían faltar los bichos en esta lista, evidentemente. Serpientes por doquier tanto en la primera como en la tercera, insectos repugnantes en el Templo, bichos de todo tipo en el circo del inicio de la Última Cruzada...


Seguro que me dejo algo, principalmente porque son tantas las cosas que me gustan de esas pelis que es muy difícil ponerlas todas. Eso sí, he decir que si lo analizo todo creo que la que más me gusta es la Última Cruzada porque tiene a Henry Jones Sr. y el Grial, un tema que siempre me ha apasionado, aunque las otras tienen cosas (Marion y Tapón, por ejemplo) que ésta no tiene. Bueno, me da la sensación de que ésta no será la última vez que hable de Indy por aquí, así que seguro que entonces pongo cosas que hoy no he escrito. Os dejo con una escena que me encanta, ¿por qué será?


jueves, 25 de octubre de 2012

Gracias

A continuación reproduzco lo que escribí en los agradecimientos del Proyecto Fin de Carrera que presenté ayer y con el que me convierto legalmente en ingeniero (bueno, obviando el triste papeleo que me viene encima hasta que me den el título). No creo que tenga que añadir nada más a lo ya escrito en el enorme libraco que he fabricado con mis propias manos (si dicen que en la vida tienes que escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol, sólo me quedarían las dos últimas cosas) y sólo he de señalar que, excepto unos casos puntuales, no voy a publicar los nombres y apellidos de nadie de los que salen en dichos agradecimientos. Eso es todo.

Pues parece que esto se acaba, amigos…O al menos eso espero, básicamente porque ha sido un camino largo y duro, “un maratón” como decía mi madre, que sostenía que lo importante era no volverse loco con todo lo que faltaba, sino tener claro que se trataba de una competición de fondo en la que lo importante era no tirar la toalla o desfallecer. Ha sido una carrera difícil y agotadora, tanto física como psicológicamente, pero ya veo la meta y este es mi último sprint para traspasarla. Dicen que terminar un maratón ya es
en sí un éxito por la dureza extrema a la que se somete el corredor, no sé si terminar la carrera es un éxito, pero al menos me siento muy satisfecho, con la sensación del deber cumplido y de haber cerrado una etapa de mi vida.

En todos estos años he aprendido muchas cosas que me han hecho madurar y convertirme en una persona diferente de la que era cuando llegué a “teleco”, yo diría que más completa y puede que hasta mejor (no me toca a mí juzgar eso). Espero que, tras cerrar este capítulo, la vida y la gente que me vaya encontrando me sigan enseñando cosas para continuar mejorando y creciendo como persona y como profesional. Normalmente, el apartado de agradecimientos en libros o proyectos como éste sólo lo leen las personas allegadas (familiares, amigos, pareja, compañeros de la carrera, etc.) o, en el caso más remoto, aquellos que lo consultan por motivos de estudio o referencia y les entra la curiosidad. Por eso creo que lo que voy a hacer a continuación va a ser como esos actores y actrices de carrera mediocre que, de repente, ganan un premio por una película salida de la nada, y se encuentran frente a cientos de personas en una gala (millones a través de la televisión) agradeciendo el premio a prácticamente todas las personas que han conocido en sus vidas, aunque ningún espectador sepa a quiénes se está refiriendo.

Bueno, pues este es mi momento y lo voy a aprovechar para soltar todo lo que he ido acumulando durante la carrera, tanto lo bueno como lo malo (aunque no será mucho lo que ponga), básicamente porque durante todo este tiempo he aprendido mucho de las dos cosas y es un gran motivo para dar gracias. También para nombrar a todas las personas que para mí tengan algo que ver, de manera directa o indirecta, con este trabajo o con mi devenir “telequil” los últimos años.

Muchas gracias:

* A mi tutor en este trabajo. Su manera de guiar todos los pasos que he dado ha sido justo lo que necesitaba, exigente y preciso en los detalles pero siempre dejándome libertad y mostrando su apoyo. Además, sin él este proyecto literalmente no existiría. Gracias J. por ofrecerme el proyecto que quería realizar.

* A Ó. D. M. por prestarnos un buen rato de su tiempo para compartir su larga experiencia en la industria de los v. y su visión de la misma. Sus comentarios han sido claves a la hora de plantear el plan de formación.

* A esos profesores de esta escuela que se han esforzado en que aprenda algo en sus asignaturas y que, como los excelentes docentes que son, me han exigido lo mismo que me han dado (en la versión original pongo nombres y apellidos).

* A esos profesores de esta sacrosanta escuela que no se contentan con ser docentes mediocres (siendo benévolos), poco o nada preocupados por el aprendizaje de sus alumnos, sino que además hacen verdaderos esfuerzos por convertirse en personas de dudosa catadura moral poniendo zancadillas a diestro y siniestro, obviando cuál debe ser su objetivo como profesores. Gracias a vosotros (Manuel, Jaime, Jesús María, Juan Enrique, Vicente, Miguel, Juan Carlos, Javier, Rafael, José Ignacio, Tomás, Julio, Ángel, Gabriel, José Antonio, Joaquín, Robin, Miguel Ángel, Carlos María, Pedro, Pilar, José Luis, Diego, Carlos, Juan Bautista, Fernando, Francisco, José Ramón, Ignacio…Me dejo alguno seguro) he aprendido en qué tipo de persona y de profesional NO quiero convertirme jamás.

* A la mayoría de la gente relacionada con el funcionamiento interno de la escuela, otros que me han enseñado qué tipo de profesional NO quiero ser, demostrando todas las veces que he tenido que lidiar con ellos lo poco eficientes y expertos en procrastinar que son.

* A todo aquel (amigo, conocido o familiar) que me ha preguntado alguna vez por cómo me iba la carrera, mostrando aunque fuera un poquito de interés.

* A la gente de la J. (en especial a los miembros de mi equipo: P., B., T., P., R., D. y N.) por apoyarme en mis primeros años de carrera y permitirme tener un espacio diferente donde compartir mis vivencias y mi particular manera de ver la vida. Aunque las cosas sean distintas ahora, una parte de mí siempre os pertenecerá a vosotros.

* A mis “compis” de mi anterior curro: A., D., A. y S.. Gracias por hacerme tan fácil la entrada en la vida laboral, acogiéndome en vuestro grupo y regalándome vuestra amistad. Ojalá tenga algo parecido allá donde me lleve mi vida profesional.

* A la gente que he conocido haciendo la carrera y que me han demostrado que valían la pena. Hablo, entre otros, de L., A., G., C., Á., P. y, en especial, J. G. C., un tipo extraordinario, de los que merece la pena conocer y tener cerca.

* A mis amigos de la facultad: A. (AEG), J., J. (sí, sin tilde), E. (Chiquitín Pequeño, Pitufo Ragazza, Tortillacas…), R. (El Orejas o simplemente Or), O., I.y M.. Sin vosotros (y algún otro que se ha ido alejando por el camino pero que también tengo presente) estos años habrían sido un suplicio aún mayor de lo que han sido, porque con vuestra compañía todo lo que tenía que ver con “teleco”, como las clases, laboratorios, entregas y exámenes (algo absolutamente infernal), se hacía más llevadero (o se sustituía por cartas y Trivial, que para algo fui pentacampeón, jejeje), y además me habéis demostrado que, fuera de ese horrible complejo gris de edificios (no sólo en lo que respecta al color), sois gente con la que se puede contar, amigos de verdad con los que compartir alegrías y penas (o un primer y segundo plato, lo que queráis). Hacer “teleco” ha merecido la pena por conoceros a vosotros.

* A mis amigos del instituto y del mítico S. XXXX: R., P., A., M., Á., J., B., R. y M. (Cochino). Por estar siempre ahí garantizándome buenos ratos y risas, por esa conversación futbolera que mantenemos desde hace más de 15 años que son los mismos de nuestra amistad, porque siempre puedo contar con vosotros, por todo lo que hemos vivido juntos todo este tiempo (anécdotas, borracheras, fiestas y demás) y todo lo que nos queda por vivir, porque sé que pase lo que pase estaréis a mi lado. Gracias tíos, sois los mejores amigos que uno pueda tener.

* A los familiares que ya no están. Al abuelo I., a la tía R., a la tía C. y, en especial, al abuelo A.. Abuelo, lamento de veras no haber podido terminar antes para que hubieras tenido este tomo en tus manos, aunque he tenido muy presentes todo este tiempo las cosas que me dijiste antes de dejarnos.

* A mis tíos, J., F. y G. por preguntarme cada vez que me veían “¿qué tal el cole?”, y porque ahora tendrán que cambiar la pregunta (o no, vete tú a saber). Además un agradecimiento especial para G. (gracias padrino), que me ha hecho el gran favor de editar, imprimir y encuadernar este documento.

* A mis abuelas, M. y T., que llevan años y años rezando y poniendo velas para que terminara la carrera y consiguiera un buen trabajo, recordándome todos los días lo listo e inteligente que soy (para eso están las abuelas, ¿verdad?). Doy gracias también por tener la inmensa suerte de que sigan con nosotros y puedan disfrutar de una alegría que llevan tanto tiempo esperando.

* A mi hermana M., por todo lo que hemos compartido juntos, porque siempre me ha mostrado apoyo y se ha ofrecido a ayudarme, porque puedo contar con ella cuando necesito algo y porque de alguna manera es casi tan amiga como hermana, y todo ello pese a que muchas veces estamos como el perro y el gato (aunque ese es el rollo entre hermanos, ¿no es cierto?). Gracias de veras, B. (B. es mi mote cariñoso para ella).

* A mis padres, J. y P., por todo, así de simple. Desde que nací me han lavado, peinado, vestido y dado de comer, además de educarme y enseñarme cómo debía comportarme y actuar para convertirme en la mejor persona posible (si no lo soy es por mis defectos de serie, no por ellos). Me han apoyado y animado de manera incondicional cuando lo necesitaba, teniendo una paciencia infinita conmigo cuando quizá no la merecía y empujándome cuando me quedaba parado. Me han dado consejo dentro de una plena libertad de decisión, además de tratarme con justicia, diciéndome cuándo hacía las cosas mal y cuándo bien. Nunca me ha faltado nada (de hecho me ha sobrado) y siempre me han dado más de lo que podía esperar en todos los ámbitos. Estoy convencido de que me he quedado corto, básicamente porque tratar de resumir en pocas líneas todo lo que me han dado mis padres es una osadía absurda, pero algo tenía que poner. Gracias por ser los mejores padres del mundo.

* A V., por tantas razones…Porque todo este tiempo has sido amiga, compañera y más que eso, porque hiciste que me centrara y que me volviera más responsable, porque me animaste cuando lo necesitaba y confiaste en mí cuando ni siquiera yo lo hacía, porque me has echado la bronca cuando lo necesitaba y me has instado a moverme cuando amenazaba con pararme, porque gracias a ti siempre he querido ser mejor, porque pese a todas las cosas que nos han pasado has estado siempre ahí, preocupándote por mí. Gracias V. por haber sido mi amor, mi cómplice y todo.

En fin, muchísimas gracias a todos.