Agosto suele ser el mes del año en el que menos leo... Porque es el mes en el que menos viajo en metro. Sin embargo, en esta dura vuelta al trabajo, he comprobado que en esta ocasión ha sido un mes más prolífico de lo habitual. Han sido 5 libros (tres en español, uno en inglés y otro en italiano), de los cuales tres fueron cómics, una novela y un manual de economía. Es curioso, pero es el primer mes en muchísimo tiempo en el que todo lo que he leído ha sido en papel. Siguiendo con la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:
51. "La giustizia siamo noi" de Pino Cacucci y Otto Gabos. 158 páginas.
¿Y si hartos de que el
sistema no funcione y deje que la Mafia y la corrupción campen a sus
anchas una serie de individuos decidan tomarse la justicia por su mano?
Pues de eso va "La giustizia siamo noi". Cinco sujetos van asesinando a
piezas claves de la relación entre mafiosos y políticos, hasta que un
golpe supone un punto de inflexión.A partir de ahí el lector se entera
de quiénes son esos tipos y por qué hacen lo que hacen. La historia es
original y divertida, mientras que el dibujo sin ser malo, resulta
pesado por el dominio de los trazos oscuros, aunque claramente es adrede
para dar un toque lúgubre.
52. "Los zapatos rojos" de Damien Cuvillier y Gérard Cousseau. 96 páginas.
En
un pueblo de la Bretaña francesa, ante el inminente desembarco aliado
en 1944, los soldados alemanes toman el pueblo, y la incipiente amistad
entre Jules y George se ve afectada por la amenaza de la persecución sin
sentido. Una historia real de la II Guerra Mundial interesante, triste y
bella a la vez, y fantásticamente dibujada.
53. "Hokusai" de Shotaro Ishinomori. 591 páginas.
El
gran maestro del manga Shotaro Ishinomori (discípulo del genio Osamu
Tezuka) narra en este amplio volumen parte de la vida y algunos de los
episodios menos conocidos del famoso pintor japonés Hokusai (seguro que
todo el mundo conoce su ola, que sale en la portada del libro). En el
cómic, el lector se encuentra con el desarrollo como pintor de Hokusai,
su afán por aprender nuevas técnicas y por sus ganas de seguir pintando
hasta la muerte (vivió casi 90 años), además de conocer sus proverbiales
problemas de dinero y su fijación con las mujeres (tuvo decenas de
relaciones y varios matrimonios). Es un libro francamente curioso,
entretenido y bien dibujado. Como curiosidad, se lee a la japonesa:
desde las páginas de atrás a las de delante (según el modo occidental).
54. "Necroeconomía: El manual para entender la economía perversa" de Marta Flich. 198 páginas.
Marta Flich afirma
escribir un manual de economía perversa y creo que se queda corta. Lo
que hace es una fotografía de la sociedad actual (española, europea y
mundial) analizando las razones de por qué estamos donde estamos, los
peligros que nos acechan y qué debemos tener en cuenta para recuperar lo
perdido y reivindicar lo que merecemos. El lenguaje que utiliza es
coloquial y directo, hábilmente elegido para llegar a todo tipo de
lector, y el único pero es que lo que cuenta tiene caducidad... Esperaré
al siguiente volumen.
55. "The Blade Artist" de Irvine Welsh. 288 páginas.
Frank
Begbie ha vuelto y lo hace a lo grande... En la actualidad es un
cotizado artista de nombre Jim Francis, que vive en California con su
mujer y sus dos hijas pequeñas, nada que ver con su pasado pendenciero y
adicto a la violencia. Todo parece indicar que ha cambiado radicalmente
de vida...¿O no? Un viaje a Edimburgo por un hecho trágico puede que
haga resucitar al viejo Franco. La novela es un soplo de aire fresco en
las historias de los personajes de Trainspotting, dándole una vuelta de
tuerca a un personaje que parecía desgastado, y que se vuelve de lo más
interesante. Es una historia entretenida y que engancha. Eso sí, si se
lee la versión original, mucho ojo con la escritura del inglés con
acento escocés, al principio se atraganta.
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