Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 14 de junio de 2018

Rubiales pirómano, Sánchez gestor y Florentino mafioso

Ayer nos encontramos con dos noticias nacionales de revuelo internacional: la destitución del seleccionador Julen Lopetegui y la dimisión del Ministro de Cultura Máxim Huerta. Ambos sucesos se produjeron como consecuencia de dos noticias anteriores, el fichaje de Lopetegui por el Real Madrid al acabar el Mundial y el intento de fraude fiscal de Huerta durante tres años a través de una empresa puente con la que trató de imputar menos de lo que le correspondía por sus ingresos. Tal fue el impacto de ambas noticias, que la entrega de la orden de prisión a Iñaki Urdangarín (cuñado del Rey, no lo olvidemos) pasó a un plano más que secundario.


Pasemos a analizar en paralelo las dos situaciones.

En el caso de Lopetegui, está claro que el anuncio de su fichaje por el Madrid y no avisar de la negociación a los responsables de la Federación, no fue quizás lo más adecuado, principalmente porque se podría haber evitado el ruido mediático por el anuncio. Sin embargo, ¿quién avisa a sus jefes de que está negociando cambiar de trabajo? Nadie en su sano juicio. ¿Qué repercusión tiene para los jugadores (seleccionados por Lopetegui para competir en el Mundial) que se anuncie su fichaje por el Madrid? Pues ninguna fuera de las preguntas de los periodistas desplazados al Mundial, es decir, responder con obviedades y perogrulladas a preguntas de bajo nivel intelectual.

Rubiales tomando decisiones

El caso es que el recién estrenado presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, decidió que en vez de apagar ese fuego lo mejor era echarle gasolina, como un pirómano. Para justificar esa decisión, Rubiales (y todo antimadridista que se precie) ha esgrimido que los valores van primero. Pues bien, creo recordar que lo que se le pide a un directivo es tomar decisión desde un punto de vista de gestión. En este caso sería una gestión estratégica/deportiva y una decisión económica. La primera queda claro que para Rubiales es menos importante que los valores, porque los ha antepuesto a mantener al tipo que ha llevado a la selección al Mundial, que ha seleccionado a los jugadores, que ha decidido los partidos amistosos, que ha preparado los partidos que se van a jugar, que tiene la táctica pensada...Vamos, una decisión desde ese punto de vista bastante estúpida. Si pasamos al plano económico, Rubiales venía hablando de que iba a reflotar a la Federación en ingresos y que iba a reducir gastos...Pues bien, echando a Lopetegui pasa de estar a punto de percibir 2 millones de euros por el pago de su claúsula de rescisión a tener que pagarle al vasco una indemnización por despido improcedente... El pirómano quema hasta el dinero. Se pueden tener valores y no ser un completo inútil a la hora de gestionar, miren a Pedro Sánchez con Máxim Huerta.


Máxim Huerta creó una empresa puente para pagar un 25% de impuestos en vez de pagar el 48% que le correspondía por los ingresos percibidos. Defraudó a Hacienda, para que nos entendamos, y fue juzgado y condenado a pagar lo que debía, los costes del juicio y una multa. Cuando saltó la noticia, Huerta afirmó que no iba a dimitir y dio excusas de Infanta o de futbolista para justificar su intento de fraude. Ahí es cuando le debieron dar un toque desde arriba para que presentara su dimisión. Pedro Sánchez (que no es santo de mi devoción, precisamente) aceptó la dimisión de un ministro al que le había dado su confianza (pese al rechazo de la mayoría de la gente, incluido yo mismo, a la que le pareció frívolo nombrar Ministro de Cultura a un periodistilla del corazón que ha escrito alguna novela romanticona) una semana antes porque al ver el fuego montado, en vez de mantenerse en su postura y dejar a Huerta que hiciera su trabajo (algo para nada vinculado al fraude de diez años atrás), decidió apagarlo y a la vez mantener los valores de tolerancia cero con la corrupción. Ahí se ve que se puede ser buen gestor y tener valores.


Quien ha demostrado no tener valores (siendo quizás buen gestor) es Florentino Pérez, comportándose como un mafioso al que todo lo que no sea él no le importa nada de nada. Es entendible que con la marcha de Zidane quiera encontrar un sustituto lo antes posible pero, ¿es necesario hacerlo tan mal? Para empezar porque creo que Lopetegui no da el nivel (siempre he pensado que es un mediocre y, espero equivocarme, creo que no se comerá ni el turrón en el Madrid), pero sobre todo es que las formas de hacerlo han sido propias de alguien maleducado y estúpido. ¿Qué le costaba avisar al presidente de la Federación de la negociación? En el fútbol estas cosas están a la orden del día y tampoco se habría extrañado. ¿Qué le costaba haber hecho el anuncio durante el Mundial o después del mismo? Si España hubiera hecho el ridículo con Lopetegui como seleccionador, ¿habría significado que no era el candidato adecuado? Pues vaya confianza tienes en él, ¿no? Se puede discutir sobre si es o no es buen gestor, pero lo queda claro es que Florentino Pérez carece de valores

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