Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 7 de noviembre de 2024

Kroos, el verdadero Balón de Oro

El castillo de naipes que es el Real Madrid desde que Florentino Pérez actúa (de facto) como Director Deportivo del club, se desmoronó en verano con la retirada de Toni Kroos. Se ha visto desde el inicio de la temporada y ha quedado mundialmente evidente en los últimos dos partidos contra el Barça y el Milan. Si es en los grandes partidos y en los grandes escenarios donde se evalúa a los grandes equipos, estos dos partidos muestran lo roto que está el Madrid.

Frente al Barça, todo hay que decirlo, el partido tuvo dos partes bien diferenciadas, en la primera el Madrid fue ligeramente superior y tuvo ocasiones que podrían haber convertido el partido en algo diferente, pero ni Mbappé ni Vinicius hicieron lo que se les presupone. En la segunda parte, la defensa del Madrid hizo justo lo contrario que la del Barcelona, tiró el fuera de juego mal y Lewandowski aprovechó la primera ocasión que tuvo. Después, la hecatombe. Gol en el siguiente ataque del Barça, mal defendido tanto en el pase como en el remate, y a partir de ahí, el Madrid fue un coladero. Fueron cuatro, pero pudieron ser más, porque el portero suplente del Madrid sería titular en el 95% de los equipos del mundo.

Contra el Milan, más de lo mismo. La defensa adelantada de los italianos (es un decir, no había ni uno en el once) bastó para que el Madrid no supiera siquiera cómo atacar, y mucho menos defender. Con orden, y siendo un poco valiente, cualquier equipo pone en problemas a este Madrid. El Milan se mostró serio y se llevó el partido de forma justa, porque el Madrid atrás, si no es por Lunin de nuevo, se habría llevado otra goleada de escándalo.

¿Qué ha cambiado en el Madrid de la temporada pasada a la actual? Fuera de la salida de Nacho (que probablemente habría hecho mejor papel que el que está haciendo el pobre Lucas Vázquez), la respuesta está muy clara: Toni Kroos. El alemán era el sostén de un equipo que tiende a partirse y que carece de organización en el centro del campo.

Ver a Tchouameni deambular por el campo, recordando lo que hacía Kroos en esa posición, hace que el aficionado del Madrid pierda la paciencia fácilmente. O no tan fácil, porque la temporada del francés es peor que mediocre. Ni crea ni destruye, falla pases fáciles y no arriesga con pases complicados, está mal colocado, lee mal las jugadas, Tchouameni es el paradigma de lo que le pasa al Madrid. Está fuera de posición. En este equipo sólo puede jugar de defensa central para que todas sus carencias no se noten. Valverde y Camavinga no desentonan tanto como Tchouameni, pero ninguno de los dos es un creador de juego o un organizador, son mediocampistas de acompañamiento, tipo box-to-box, que necesitan de un cerebro para que sus cualidades se vean multiplicadas y no disminuidas, como les pasa ahora. Y Modric tiene casi 40 años, por el amor de Dios, que esté jugando ya es milagroso, no se le puede exigir nada. Quizás Guler pudiera asumir ese rol, pero no sería de inmediato, y Ceballos está inédito desde hace demasiado tiempo como para poder juzgarlo. Lo que está claro es que no hay nadie que pueda siquiera acercarse a ese rol que tenía Toni Kroos.

Y es que Kroos, visto lo visto, era el verdadero Balón de Oro del Madrid. No Vinicius, cuyo concurso (cuando es bueno) se ve opacado por el desastre del equipo, ni Bellingham, que con el cambio de esquema (responsabilidad de Ancelotti) parece una copia de Aliexpress del jugador de la temporada pasada. Kroos daba sentido al sinsentido que es la plantilla del Madrid, con él, el equipo no se partía cuando iba perdiendo, y se jugaba al ritmo que le venía mejor a los blancos. Con él, las carencias defensivas no se apreciaban, y aparecían de forma decisiva los jugadores de ataque. Con él, en fin, el Madrid fue campeón de Supercopa de España, de Liga y de Champions, demostrando que ningún equipo era capaz de competir a su altura.

Ojo, con Kroos este año, tampoco sería la panacea, porque hay un par de cosas que han cambiado y que tampoco ayudan. En primer lugar, el cambio de sistema. Es difícilmente entendible que el 1-4-3-1-2 que funcionó estupendamente la temporada pasada, con Bellingham entre el medio y la delantera, se haya cambiado por la llegada de Mbappé. El francés debería simplemente sustituir a Rodrygo en la punta, y ya estaría. Es cierto que la manija de Kroos no está, pero la presencia de Bellingham en el centro permitiría a los dos puntas moverse por todo el frente de ataque y permitir las llegadas peligrosas del inglés, además de involucrarle más en el juego. Con Camavinga y Valverde fijos, debería cubrirse el otro puesto en medio, que ahora mismo sólo puede ser cosa de Modric, Guler y Ceballos, ante la falta de fichajes. Lo que parece claro es que el sistema actual no funciona. El equipo no parece trabajado ni defensiva ni ofensivamente, con cantadas atrás y fallos inexplicables delante (el día del Barça, con los futbolistas de ataque del Madrid, no meter un gol ante una defensa tan adelantada es un pecado), y eso es responsabilidad neta del entrenador.

La segunda cosa que influye son las bajas, Carvajal se ha demostrado insustituible al ver el desempeño de Lucas Vázquez. El gallego sólo sirve si el Madrid ataca, porque cuando le toca actuar de lateral derecho defensivo, lo pasa demasiado mal. Si a eso le unes que el equipo no está trabajado defensivamente en el medio, y que nadie le echa un cable con las coberturas, cada vez que un extremo izquierdo contrario pilla el balón, el madridismo tiembla. Nacho, como dije antes, cubriría esa posición sobradamente, una pena. El portero, aunque bien suplido por Lunin, también se nota. Courtois es garantía de que partidos que se deberían perder, no sólo no se pierden, si no que se ganan porque para lo que otros no. Y, por último, los centrales. No hay alternativa a Militao y Rudiger, porque Vallejo ni está ni se le espera (y es mufa, para qué engañarnos) y sólo Tchouameni puede cubrir ese lugar. Se podría argumentar que también falta un delantero tipo Joselu, que el año pasado se demostró efectivo, pero eso ya serían detalles. En resumen, la dirección deportiva es un desastre. La plantilla tiene jugadores ofensivos de sobra, pero carece de centrales, mediocampistas organizadores y laterales de primer nivel, lo que deja al equipo terriblemente descompensado.

Mucho han de cambiar las cosas para que este Madrid pueda optar a los títulos en mayo.



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