El mes de octubre ha sido de los mejores en cuanto a lecturas se refiere, supongo que por el "mono" que sentía tras un parco septiembre. En este caso han sido nueve libros (siete en español, uno en inglés y otro en italiano), de los cuales cuatro son novelas, dos revistas futboleras, un libro de relatos, una biografía novelada y otra en cómic. Siguiendo la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:
71. "The Zone of Interest" de Martin Amis. 306 páginas (e-book).
Uno
comienza la lectura de una novela con un tema que le apasiona (los
nazis y la II Guerra Mundial) y un escritor reputado (Martin Amis), y da
casi por descontado que, al menos, le va a gustar mucho. Pues no. La
novela de Amis no tiene nada de original (escribir desde el punto de
vista del nazi es algo que otros ya hicieron), no cuenta nada que no se
sepa, la trama no es especialmente suculenta sino más bien aburridilla, y
sólo se salva un poco por el rico lenguaje que utiliza (me ha hecho
buscar palabras en inglés que no había visto en mi vida), aunque también
es cierto que la cantidad de alemán que mezcla entre frases resulta
pesado e innecesario. Bastante flojo.
72. "Non esiste sagezza" de Gianrico Carofiglio. 245 páginas (e-book).
Al
contrario de lo que ocurre con su famosa serie de novelas protagonizada
por el abogado Guido Guerreri, en este libro de relatos Gianrico
Carofiglio se suelta en imaginación y sale de su zona de confianza (el
mundo de los juzgados, ya que él es juez) con un elenco de historias
cuyo nexo en común es la presencia de seres solitarios de alguna manera.
Como suele ocurrir con este tipo de libros, hay historias buenas, malas
y regulares, a destacar la que da título al libro y la que acaba el
mismo, que incluso podría dar para una película. Entretenido.
73. "Ser feliz era esto" de Eduardo Sacheri. 248 páginas (e-book).
Eduardo
Sacheri tiene la rara habilidad de contar historias cercanas, el
extraño don de hacer creer al lector que uno de sus familiares o amigos
le está contando una historia. En esta ocasión se trata de una historia
de amor. Ojo, no una de esas de chico encuentra chica, se enamoran y
demás zarandajas de novelita rosa, sino una historia de amor verdadero,
la existente entre Sofía y Lucas, su padre. El punto de partida es que
Lucas no sabe nada de Sofía hasta que ésta se presenta en su casa (ya
crecidita) porque su madre se ha muerto y no tiene dónde ir. A partir de
ahí Sacheri construye una deliciosa historia de amor, en la que el
lector se zambulle y de la que no quiere salir. Preciosa.
74. "Rivista Undici Nº11" VV.AA. 162 páginas.
Especial Juegos Olímpicos.
75. "El amor del revés" de Luisgé Martín. 280 páginas (e-book).
Pese
a que él mismo reconoce que en muchas ocasiones usa fragmentos de su
vida para sus obras de ficción, en este caso Luisgé Martín novela su
propio devenir personal en una de las biografías más interesantemente
escritas que he leído nunca. Martín afirmaba, con respecto a este libro,
que simplemente narraba la historia contraria a la "Metamorfosis" de
Kafka: en vez del paso de humano a insecto, nos cuenta el paso de
cucaracha a ser humano. La metáfora está clara, el autor, reconocido
homosexual, nos narra cómo la sociedad y el ambiente de represión de la
época le empujaron a no aceptarse de primeras, tratar de que le gustaran
las mujeres, buscar desesperadamente el amor de los hombres y una
pareja seria de verdad. La prosa y la descripción de lo ocurrido es
terriblemente directa y veraz, la desnudez de ambages en lo que sentía,
pensaba o vivía es tal que que el lector tiene la sensación de estar
actuando como un voyeur a través del ojo de una cerradura. Quizás lo que
la convierte en una obra tan buena es la sensación de cercanía a lo que
uno siente. Yo no soy homosexual, pero me he sentido identificado en
muchas de las cosas que he leído:
"Mientras dura la juventud
podemos creer todavía que nuestra voluntad se cumplirá inexorablemente o
que el destino, trazado por grandes acontecimientos imprevistos, nos
convertirá en hombres admirables. Ése es, entre muchos defectos, el
único don que tenemos entonces: somos estúpidos, caprichosos,
impacientes, engreídos, inconstantes y zafios, pero en nuestra vida todo
puede pasar aún, y eso nos hace casi invulnerables".
"Ahora que estoy cerca de la vejez sigo creyendo que la única edad que tiene sentido existencial es la juventud".
"En
Los amores confiados, cité una frase de Antonio Muñoz Molina, extraída
de un artículo periodístico, en la que el autor afirmaba
melancólicamente que uno de los descubrimientos más dolorosos de la
adolescencia es el de comprobar que la fuerza del amor que uno siente
hacia alguien no garantiza que ese amor vaya a ser correspondido. Tal
vez puede añadirse una ley semejante más paradójica: la fuerza del amor
que dos personas sienten no garantiza que ese amor perviva."
En resumen, se trata de una narración entretenida, interesante y que llega al corazón del lector. Muy recomendable.
76. "El ala rota" de Antonio Altarriba y Kim. 264 páginas.
En
"El arte de volar" (Premio Nacional del Cómic de 2010), apoyado en el
fantástico dibujo de Kim, Antonio Altarriba nos contaba la historia de
su padre, un derrotado de la Guerra Civil en el que el lector podía
reconocer a toda una generación de la posguerra española. Aquella obra
maestra dejaba un hueco que ahora Altarriba ha rellenado al narrarnos
(de nuevo con Kim) la historia de su madre, una de esas mujeres de la
"generación sin postre" (se quedó metafóricamente sin postre para que,
en cada época de su vida, su padre, su marido y su hijo lo tomaran). En
"El ala rota" (título que hace inequívoca referencia al brazo inerte de
su madre, dañado por su padre al nacer), vemos una España que diverge de
la de los vencedores y vencidos, mostrándonos la de los abnegados que
lo único que hicieron durante su existencia fue apechugar con la
situación que tenían y trabajar, trabajar y trabajar. Petra, la madre de
Altarriba, llevó la casa hasta la muerte de su padre (un hombre
alcohólico y violento), estuvo de gobernanta en Capitanía General en
Zaragoza (una parte del libro francamente interesante), se casó con el
padre de Antonio estando con él hasta que la repudió, y terminó sus días
en una residencia de monjas un tanto desagradable. Siempre vivió su
vida sin protestar, aunque tuvo motivos para ello, como muchos españoles
durante esos años. Esta fantástica obra los reivindica a todos ellos.
77. "Escucha la canción del viento y Pinball 1973" de Haruki Murakami. 288 páginas (e-book).
Con
estas dos "novelitas" comenzó la carrera literaria del eterno aspirante
al Nobel Haruki Murakami. Ambas tienen en común algunos personajes y la
carencia de una trama de fondo. Porque, si bien se identifican con
claridad varias de las características de la literatura de Murakami (ese
deambular entre lo real y lo onírico, la excelente capacidad narrativa
en las pequeñas historias que adornan sus novelas, sus reflexiones
filosóficas sobre la vida, la omnipresente aparición de referencias
musicales o literarias, etc.) el resultado se ve excesivamente novel
(valga el juego de palabras), ya que la sensación que produce en el
lector es la de que no te está contando nada y, en ocasiones, aburre. Lo
mejor es el prólogo del mismo Murakami en el que explica cómo se
originó su estilo al escribir. Los productos iniciales fueron
mediocres...Menos mal que mejoró.
78. "Panenka Nº55" VV.AA. 116 páginas.
Especial del Sevilla.
79. "La dama de Zagreb" de Philip Kerr. 448 páginas (e-book).
En
la décima entrega de las andanzas del otrora detective berlinés Bernie
Gunther, Philip Kerr manda a su icónico protagonista de viaje por los
Balcanes y Suiza en plena Segunda Guerra Mundial. El McGuffin aquí es
una famosa actriz del cine alemán y (¿lo han adivinado?) de origen
balcánico (de ahí el título, obviamente), objetivo sentimental del
mujeriego Joseph Goebbels por sus indudables encantos femeninos (en los
que cae nuestro protagonista, como es de esperar). En ese afán de
Goebbels por complacer a la actriz, el ministro de Propaganda nazi manda
a Gunther a hacer de recadero a Croacia y luego a Suiza, y no cuento
más para no estropear la historia a quien le pueda interesar.
En
realidad lo que ocurre es que la trama no se sostiene, está cosida a
base de retales y no tiene mucho sentido. El supuesto giro final se ve
venir desde mucho tiempo atrás, toda la parte de ir a los Balcanes para
contarnos lo malísimos que eran los Ustachas es forzadísima, como lo es
el posterior viaje a Suiza y otros pequeños detalles metidos con
calzador (¿qué aporta el interés por las matemáticas de la actriz?). A
la novela sólo la salva el ingenio genuino del personaje y la prosa
fluida de la historia (vamos, que se lee fácil y no es farragosa),
porque si no la nota sería de suspenso absoluto. ¿Dónde quedó el nivel
de las tres primeras novelas de la serie?
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