El caso es que del mismo modo que siempre he tenido admiración por Indiana, también tuve fascinación por la chupa que portaba en sus películas, y por eso, desde muy pequeño, albergaba la idea de poseer dicha cazadora. Tener la cazadora de mi personaje favorito era el sueño que cumpliría cuando empezara a trabajar, o al menos uno de ellos. Para ello, ya más talludito, peiné Internet en busca de la manera de hacerme con tan codiciada prenda. La verdad es que fue bastante sencillo, ya que en la página de fans de Indy en España viene toda la información sobre cómo conseguir réplicas (no sólo de la chupa, sino de prácticamente toda la parafernalia que porta el gran Henry Jones Jr., es decir, látigo, sombrero, camisa, botas...). Finalmente no tuve que esperar a ganar mi primer sueldo para obtenerla, dado que mis padres me la regalaron por mi cumpleaños de hace 7 años.
El proceso desde que decidieron regalármela hasta que llegó a mis manos fue bastante más arduo de lo que se pueda pensar. En primer lugar, el sitio que las ofrece (Wested&Co), que es de donde la productora sacó las cazadoras para las tres primeras películas (la última es mala hasta en eso) vende hasta 48 modelos distintos de cazadora, dependiendo de qué película se trate y cómo sean los materiales, entre otras cosas. Yo lo tenía claro, sería la de la "Última Cruzada". Además tienes la opción de hacértela a medida o comprar una ya hecha. Obviamente escogí la primera opción (aunque ahora, cosas de la vida, me queda grande tras perder peso) y pronto recibí ayuda de mis abuelas (quién si no) para poner las medidas en los patrones que pedía el sistema. Tras hacer el pedido (aunque sea raro, el coste es el habitual de una cazadora de cuero normal) sólo quedaba esperar. Y vaya si esperé. Hice el pedido a principios de septiembre de 2007 y, tras problemas con la tarjeta de crédito y con el envío por parte de Wested (que tardaron la vida), me puse la chupa de Indiana Jones hecha a mi medida a finales de noviembre. Fue una pasada....Y hasta tengo un certificado de autenticidad.
Para el final dejo una anécdota que me sucedió estando con ella puesta. Resulta que estaba esperando en la puerta del hotel que había en el Edificio España (situado en la Plaza de España de Madrid) y un tipo pasaba andand y nos quedamos mirando. A mí él me recordaba a un amigo de la facultad (yo sabía que no era él, pero el parecido era asombroso), pero desconocía por qué me miraba él a mí. Al final, siguió su camino (no llegó a pararse) y yo me quedé pensando en el parecido que había entre él y mi colega (sólo la perilla que mi amigo nunca ha llevado los diferenciaba a simple vista). Al rato el tipo volvió y, en esta ocasión, se acercó directamente a mí. El diálogo fue más o menos:
- Fulano: Esa cazadora...¿Es lo que yo creo que es?
- Rísquez: (con profundo orgullo y sonrisa de oreja a oreja) Supongo que sí. Es la chupa de Indiana, efectivameente.
- Fulano: Disculpa, pero, ¿cómo te la has pillado? ¿Por Internet? He leído en foros y demás de gente que lo ha hecho, pero no me daba confianza.
- Rísquez: Sí, sí, por Internet. No tuve problemas...Fuera de que tardó la vida en llegar. Me tomé las medidas, hice el pedido y lo que pasó es que tardó como dos meses en llegar. Fuera de eso todo perfecto.
- Fulano: ¿Y está bien de calidad? La verdad es que tiene buena pinta.
- Rísquez: Sí, es como una chupa de cuero normal...Aunque evidentemente no lo es.
- Fulano: Sí, claro, jajaja. Bueno, pues siento el atraco, gracias.
- Rísquez: Nada, nada, un placer. Hasta luego.
- Fulano: Adiós.
Por cierto, también tengo el sombrero (como se puede ver en la primera foto)...Pero esa es otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario