Triunfadores por el mundo

Anoche me quedé en el salón con la televisión encendida, concretamente TVE1, mientras estaba terminando de traspasar cosas de mi smartphone antiguo a mi nuevo y flamante ejemplar chino que he adquirido recientemente. Al principio había un programa llamado "Comando actualidad" en el que se dedicaban a repasar a gente relacionada con el fenómeno fan. De este modo vimos pasar al nuevo ídolo de quinceañeras Pablo Alborán (es curioso, me pareció más interesado en el entrevistador que en las jovencitas que lo acosaban), al torero Morante de la Puebla y a un par de grupos de enfervorizados fans (una familia hincha acérrima del Real Zaragoza y la cola de chicas haciendo noche para un concierto de One Direction). El programa no es una maravilla, para qué nos vamos a engañar, pero la verdad es que no estaba prestándole casi atención por lo del móvil. Sin embargo, sí comencé a atender al siguiente programa que echaban en nuestra querida televisión estatal, el conocido "Españoles por el mundo".

En esta edición de tan popular programa, el reportero viajaba hasta las Maldivas para que viéramos a un elenco de ilustres compatriotas. Sólo alcancé a ver a una gallega (a la que se le estaba olvidando el español) que trabajaba para un hotel de lujo (1200 dólares la noche creo recordar que costaba cada habitación) y a una catalana que poseía un barco de recreo que era hotel a la vez. Con el parloteo de la barcelonesa se agotó mi paciencia, básicamente porque cada vez soporto menos este tipo de programas, cosa curiosa porque al principio (cuando sólo existía "Madrileños por el mundo" y el resto de comunidades no lo había copiado) me parecía un programa de televisión de lo más interesante. Visitas aquellos lugares a los que siempre has querido ir y encima es uno de Aluche o del Barrio del Pilar el que te lo cuenta, ¿qué más puedes pedir? Pues veracidad.

Estos programas (veáse españoles, madrileños, andaluces, aragoneses, catalanes, vascos, canarios, gallegos...por el mundo) sólo muestran a gente que se ha ido de aquí y que ha triunfado. El fulano que está estudiando en el prestigioso MIT de Boston; la ejecutiva agresiva que lo dejó todo y se fue a Bali para poner un negocio de venta de sangría y se ha hecho de oro; el que conoció a una rusa y se fue a Moscú a poner un restaurante español con paella y tapas; hasta el futbolista del montón que se va a China (este caso es real, por cierto) y gana títulos y mucho más dinero. Todos, repito, todos los que he visto salir en esos programas, excepto un mecánico en Islandia (que se había quedado en aquella isla pese a separarse porque su hija estaba allí), son personas que han triunfado de algún modo, tanto personal como profesionalmente. Por eso, yo me pregunto, ¿por qué no cambiar el nombre de todos estos programas a un genérico "Triunfadores por el mundo"? Dado que se niegan a mostrarnos los casos de gente que tiene un trabajo de mierda en Alemania o que está harta de no poder salir del complejo residencial en al que se ve confinado en Colombia o Méjico porque si salen de ahí pueden secuestrarlos, creo que lo más justo es que cambiaran el nombre del programa.