Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

sábado, 23 de noviembre de 2013

Inspección de trabajo y otras cosas

Sin apenas darme cuenta ha pasado casi un mes sin escribir por aquí. Cierto es que mi acceso al ordenador fuera del trabajo es reducido, ya que mi hermana va a convertirse en doctora (que no médico) y hasta que eso ocurra tiene derecho de pernada sobre el mismo. Cierto es también que en estas semanas las tareas no me han faltado, pero la verdad es que en los ratos en los que me he podido sentar frente al ordenador las ganas de escribir no me han acompañado. Porque ideas para escribir sí tenía: una reflexión sobre el final de "Breaking Bad" (probablemente una de las cinco mejores series que he visto en mi vida), un post que dejé a la mitad sobre lo ocurrido en el Barça - Real Madrid (lo iba a llamar "Reflexiones sobre la idea del medio retrasado", haciendo un paralelismo entre la posición de Ramos en ese partido y la incapacidad del gordito para ser un buen entrenador) u que ahora con la lesión del inefable titular Khedira ya no tiene vigencia, el habitual post de libros sobre lo leído en octubre (que sacaré en breve, aunque salga casi en diciembre), el lamentable episodio sobre las basuras en Madrid (lo de Ana Botella da para escribir un blog entero)...Quizá lo que necesitaba era un acicate, y ayer lo tuve.


Resulta que ayer viernes, le habían avisado a la compañía para la que trabajo (no la que me paga, ya que soy un trabajador externo o "personal ajeno" como dice en mi tarjeta, un subcontratado vamos) de que iba a producirse una inspección de trabajo. La reacción ante esta eventualidad (que tiene narices que se produzca con previo aviso, así va el país) por parte de Recursos Humanos (o Asuntos Internos, como me gusta llamarlos a mí) fue que todos los externos trabajáramos desde nuestras casas. El jefe de mi jefa, un tipo que no se da cuenta de la suerte que ha tenido por vivir en la época que le ha tocado (como él ahora hay cien mil chavales con más capacidad de la que él ha tenido jamás) y que en esta época suplicaría por un contrato mediocre como el mío con unas condiciones lamentables para un ingeniero (él, por cierto, es técnico, un escalón por debajo del mío), tuvo la brillante idea de reservar una sala de reuniones para meternos a todos los del departamento (externos todos) en ella durante el horario de trabajo...Afortunadamente esa idea peregrina no se produjo por falta de salas y todos "teletrabajamos". Sin embargo, la sensación de que te traten como ganado y que no te consideren un igual no se me ha quitado de encima. Cada vez tengo más claro que en este país si no eres amigo de, familiar de, o similar no se puede medrar (los méritos en el trabajo no se suelen valorar) pero que de ese nepotismo tristemente aceptado pasemos a este trato vejatorio ya me parece inadmisible.

Como curiosidad, la foto que se ve en este post es la de mi planta en torno a las 10:00, flipante, ¿no?

viernes, 25 de octubre de 2013

"Friday I'm in love" de The Cure

Es viernes y toca canción...Ni me acuerdo de la última vez que puse esto por aquí, cuando incluso hubo semanas seguidas en las que todos los viernes había una. No voy a hacer ninguna promesa de político y decir que va a convertirse en costumbre, ya que mentiría. Seguiré publicando los posts de canciones como hasta ahora, es decir, cuando me venga en gana sea viernes, martes o domingo. Pero bueno, al asunto de hoy.


La canción "Friday I'm in love" del grupo británico "The Cure" es uno de esos temas que has escuchado miles de veces y de los que no recuerdas ni el título ni el grupo y casi ni la letra, pero de los que tienen ese ritmo pegadizo que se te graba en la mente y que cuando escuchas una vez no paras de tararear. De hecho, podría asegurar que esto mismo le pasa a otra canción del mismo grupo, aunque quizá más famosa, que es Boys Don't Cry. El caso es que el domingo pasado fui al cine a ver la última película de Richard Curtis, famoso (entre otras cosas) por ser el director de "Love Actually", y el guionista de "Cuatro bodas y un funeral" y "Notting Hill" (todas ellas pelis que me chiflan y, me acabo de dar cuenta, en todas sale Hugh Grant). "Una cuestión de tiempo", pues ese es su título, es una película que nos cuenta cómo cambia la vida de Tim cuando descubre que puede viajar atrás en el tiempo. Sin destripar nada, lo único que puedo decir es que me pareció sencillamente deliciosa, redonda en muchos aspectos y que me pasó algo que valoro mucho cuando voy al cine: salir más contento de la sala de lo que había llegado. ¿Y por qué cuento esto? Pues porque en una escena de la película sonó esta canción casi entera. V. me preguntó si sabía de quién era y le dije que "no, pero es de esas que he oído miles de veces". Llevo toda la semana con ella en la cabeza, así que es justo que hoy la ponga por aquí. Como siempre con vídeos y letra después. Disfrutadla...Y más hoy, que es viernes, jejeje.



I don't care if Monday's blue,
Tuesday's grey and Wednesday too.
Thursday, I don't care about you.
It's Friday, I'm in love.
Monday, you can fall apart.
Tuesday, Wednesday, break my heart.
Thursday doesn't even start.
It's Friday, I'm in love.

Saturday, wait,
And Sunday always comes too late,
But Friday never hesitate...

I don't care if Monday's black,
Tuesday, Wednesday, heart attack.
Thursday, never looking back.
It's Friday, I'm in love.

Monday, you can hold your head.
Tuesday, Wednesday, stay in bed.
Or Thursday, watch the walls instead.
It's Friday, I'm in love.

Saturday, wait,
And Sunday always comes too late,
But Friday, never hesitate...

Dressed up to the eyes,
It's a wonderful surprise
To see your shoes and your spirits rise,
Throwing out your frown,
And just smiling at the sound,
And as sleek as a shriek,
Spinning round and round.
Always take a big bite,
It's such a gorgeous sight
To see you eat in the middle of the night.
You can never get enough,
Enough of this stuff.
It's Friday,
I'm in love


miércoles, 23 de octubre de 2013

32



Treinta y dos (32) es el número natural que sigue al treinta y uno y precede al treinta y tres.

Si lo analizamos desde sus propiedades matemáticas tenemos que el 32:
  • Es un número compuesto, que tiene los siguientes factores propios: 1, 2, 4, 8 y 16. Como la suma de sus factores es 31 < 32, se trata de un número defectivo.
  • 32 es la quinta potencia de dos.
  • Es un número de Leyland ya que 24 + 42 = 32.
Desde el punto de vista del anecdotario, el 32:
  • Es el número atómico del germanio (Ge).
  • Es el código telefónico internacional de Bélgica.
  • Es la temperatura en Fahrenheit a la cual el agua se hace hielo.
  • Es el número total de piezas en el ajedrez.
  • Un humano adulto tiene 32 dientes (algunos 28), si no ha perdido ninguno.
  • La línea 32 de la EMT de Madrid, une la Plaza de Jacinto Benavente con el intercambiador multimodal de Pavones, en Moratalaz.
  • Es el número de años que tiene Mercadona
  • Es el número de sonatas completas que hizo Ludwig Van Beethoven.
  • Es el número que han llevado estrellas del deporte como Karl Malone, Kevin McHale y, sobre todo, Magic Johnson. Supongo que por eso siempre lo he considerado "mágico".
  • Es mi edad actual...Y ahora la de V. así que, ¡¡¡Muchas felicidades!!!