Septiembre se acabó ya hace una semana y ya vamos tarde con las reseñas de lo leído en el odiado mes de vuelta al trabajo. Han sido un total de cuatro tristes libros (tres en español y uno en italiano) de los cuales tres fueron cómics y uno una recopilación de cartas. Si seguimos la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:
36. "Crónicas del linfoma" de José Comas. 152 páginas.
En este libro se recopilan las crónicas y cartas que envió el periodista de El País, José Comas, a su grupo de amigos (denominado el Cuerpo Místico) tras serle detectado un linfoma. Comas describe de manera directa y cruda, pero con un sentido del humor (negro) muy particular, cómo se desarrolló esa lucha contra el cáncer hasta que su cuerpo dijo basta. Es un libro que nos hace reflexionar sobre el amor a la vida y a los allegados, sobre cómo vivir la muerte con dignidad cuando lo pierdes todo excepto la dignidad y el amor de los tuyos, sobre la importancia de la Sanidad pública, y muchas cosas más. En definitiva, un libro necesario, de pura humanidad, al que llegué gracias a una recomendación en antena de Enric González en el programa de la SER "A vivir que son dos días".
37. "Il mondo moderno" de Gipi. 225 páginas.
Este libro es una recopilación de publicaciones breves del historietista italiano Gipi en diferentes medios. Si bien el estilo del "fumettista" se ve constante en todas sus historias, la calidad de las mismas difiere. Hay algún relato de los iniciales (los de género negro, principalmente) francamente bueno, y, sin embargo, el nivel va bajando según se avanza en el volumen (el de las Ardenas es terrible) y la sensación es agridulce. Un 5 sobre 10 sería mi nota.
38. "Justin" de Nadar y Julien Frey. 200 páginas.
El STO (Service du travail obligatoire) fue un servicio de trabajo obligatorio que, durante la II Guerra Mundial, el gobierno colaboracionista de Vichy creó para trasladar a Alemania a miles de jóvenes franceses para trabajar en sus fábricas. Uno de esos más de 600.000 franceses fue Justin, el abuelo de la mujer de Julien Frey, y que protagoniza esta historia. Los STO fueron casi prisioneros de guerra y, sin embargo, se les trató casi como colaboracionistas, quedando en un desamparo total por parte de sus compatriotas. Este cómic ayuda a conocer cómo fue su historia y ya sólo por eso resulta interesante, pero también es curioso el propio devenir personal de Justin, tanto en la Guerra como en toda su vida. Interesante.
39. "Crónicas de juventud" de Guy Delisle. 144 páginas.
Conocido por sus libros de crónicas personales en Asia (Pyongyang, Shenzhen, Birmania y Jerusalén), ya fuera por motivos profesionales o personales (su mujer trabajaba en Médicos Sin Fronteras), Guy Delisle describe en este nuevo cómic sus experiencias como trabajador sin cualificación en una fábrica de papel, en los veranos mientras estudiaba. En esa misma fábrica trabajaba su padre como delineante, y es, quizás, esa parte la que menos explota en sus historias y la más interesante, ya que no vivía con él y la relación no era especialmente cercana. Es cierto que mantiene la línea de personaje sencillo (que no simple) que afronta con curiosidad y normalidad lo que le va ocurriendo, pero la historia no alcanza el nivel de sus libros de crónicas anteriores.