El mes de marzo terminó hace dos semanas y mi única excusa (y pobre) es que he estado viajando mucho (por ocio y negocio), con lo que tengo el blog bastante abandonado en general, lo que me da pena porque anda que no hay cosas que me gustaría escribir (del Madrid europeo, del máster de Cifuentes, de la vida en general...) y no encuentro el momento. Por de pronto, paso a hacer reseña de las lecturas del mes pasado. Fueron en total cinco libros (tres en español, uno en inglés y otro en italiano), de los cuales tres fueron novelas, uno un ensayo de Historia y otro un cómic. Siguiendo con la numeración de libros leídos durante el año, tenemos:
15. "American Vampire. Vol.7" de Scott Snyder, Stephen King y Rafael Alburquerque. 144 páginas (tablet).
16. "Imperiofobia y leyenda negra" de María Elvira Roca Barea. 460 páginas (e-book).
En
este libro la autora, con un trabajo titánico de documentación, se
propone desmontar todos los complejos españoles que arrastramos desde
que fuimos el Imperio más poderoso del mundo. Los múltiples ejemplos que
ilustran una ardua propaganda anti española desde los Reyes Católicos
hasta nuestros días, sorprenden al lector, ya que muchos de ellos no se
estudian en Historia en el colegio. Sin embargo, en su objetivo de
demostrar que existe una imperiofobia en general, los ejemplos que pone
(sobre todo respecto a EEUU) son cogidos por los pelos y tremendamente
sesgados, lo que provoca una sensación de duda sobre cómo habrá tratado
el resto del libro. Por otro lado, a la hora de exponer su opinión, en
vez de usar términos lo más objetivos y neutros posibles, cae en el
error de creer que está de tertulia y el lector percibe una parcialidad
que no ayuda a la credibilidad de lo que se cuenta. Se trata de un libro
necesario para los españoles, que con su fantástica base documental nos
reivindique ante la propaganda anglosajona y protestante (entre otras),
y sin embargo pierde fuelle porque a la autora le pierden sus
berrinches. Además las citas textuales en diferentes idiomas (sin traducción) hacen que el lector pierda información clave en lo expuesto. Yo hablo, además del español, inglés e italiano, lo que me permite seguir varias de ellas, pero el francés y el latín ya se me escapan...Una pena.
17. "Cordiali saluti" de Andrea Bajani. 100 páginas (e-book).
Esta
novela narra, a modo de fábula moderna y crítica mordaz, la historia de
un tipo (el protagonista) que se dedica a escribir cartas de despido en
su empresa. La historia es ya de por sí original y al que trabaja en la
empresa privada incluso puede parecerle divertida si le gusta el humor
negro, pero lo mejor son las cartas de despido en sí, ya que la
literatura que despliegan es tan elevada como la carencia de escrúpulos
que muestran al despedir a cada persona.
18. "Los enanos de la muerte" de Jonathan Coe. 200 páginas (e-book).
Sigo
la carrera de Jonathan Coe desde que leí hace años "El club de los
canallas". Sus historias siempre son diferentes y tienen algo en común:
no impactan al lector de primeras, sino que suelen ir calando poco a
poco y cuando más cómodo estás... Se terminan. En este caso no es así,
la historia responde a la típica novela de escritor joven con
protagonista joven, en este caso un músico de ciudad de provincia que lo
ha dejado todo para triunfar en Londres y su vida va dando tumbos
(trabajo precario, banda de música abocada al francaso, novia sosa y
estrecha...). Sin embargo, dentro de un devenir arquetípico, Coe
demuestra su talento con un enorme giro final, algo que nadie espera.
Entretenida.
19. "Botas de lluvia suecas" de Henning Mankell. 400 páginas (e-book).
La
última novela que escribió Henning Mankell antes de morir quizás sirva
como ejemplo de toda su obra. En ella, retomando diez años después al
protagonista de "Zapatos italianos", la trama entretiene y engancha pero
lo que importa es el trasfondo. Si en las novelas de la serie de Kurt
Wallander que lo hizo famoso Mankell nos mostraba como trasfondo el
cambio en la sociedad sueca que venía del "Estado del bienestar" y se
encontraba de bruces con la globalización, en este caso son la vejez y
las relaciones personales lo que prevalece como poso de la novela.
Quizás lo mejor que tenían las historias de Mankell era que sus
protagonistas no eran gente que cayera bien de primeras y que, sin
embargo, terminaban haciendo que el lector empatizara con ellos. Supongo
que era porque eran profundamente humanos, y, por tanto, cercanos. Una
pena no poder leer más novelas del autor sueco... Habrá que releer.